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Tribuna
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Perder el miedo a emprender

La protección del pequeño empresario, responsable del 98% del tejido empresarial español, se ha convertido en uno de los principales objetivos del Estado. La aprobación de la Ley de emprendedores, basada en unos poderosos, atractivos, complejos y polémicos incentivos fiscales, ha supuesto un fuerte refuerzo para ayudar a crear nuevos negocios. El camino de fundar una empresa es un cúmulo interminable de esfuerzos e imprevistos, pero el largo proceso hasta el éxito está perfectamente marcado.

Para emprender hace falta seguir unas pautas que darán forma, crearán valor y generarán la confianza necesaria en una empresa de reciente creación. Emprender es convertir una idea en un proyecto sostenible y rentable a través de la elección de los socios adecuados, de identificar talento, contratarlo y fidelizarlo con la empresa y la oferta, de enfocar correctamente el área de negocio y su demanda, de calcular la inversión necesaria y encontrar la financiación disponible y, finalmente, de diseñar e implantar un plan estratégico adecuado para no lanzarse al mercado sin haber evaluado correctamente los riesgos. Si se cumplen estos pasos, el proyecto emprendedor será un éxito.

Emprender es un proceso más complicado y requiere de muchas cualidades para evitar y superar un gran número de obstáculos. En muchos casos, crear un negocio propio supone abandonar un puesto de trabajo fijo, unos ingresos asegurados, una vida cómoda y fiarlo todo a un futuro tan ilusionante como incierto. Emprender es sinónimo de asumir riesgos. Perder el miedo y aprender a reducirlos es sacar adelante la empresa.

El primer paso es tomar la decisión de emprender, una capacidad que no está al alcance de todos. Es necesario inculcarse a uno mismo que el valor de emprender no hace que el producto, por muy bueno que sea, salga adelante por su propio pie. La idea de negocio tiene que ser clara, sostenible y el modelo debe estar definido a la perfección para no sobredimensionar el producto, no saltarse pasos durante el proceso y minimizar posibles riesgos y errores.

La sostenibilidad de este proyecto depende de cómo se valoren los recursos económicos y personales. Hay que definir bien los apoyos a la hora de diseñar el plan. Reunir un socio afín que ayude a implementar y cumplir el plan de negocio es indispensable para la viabilidad del proyecto. Después llega el proceso de selección del equipo. Si bien el talento no garantiza el éxito, también es cierto que contar con él acerca el triunfo de forma sustancial. Sin embargo, elegir, seleccionar y contratar no es el único punto a tener en cuenta cuando se habla de personal. Motivar a los empleados, identificarlos con la compañía y crear un entorno de trabajo adecuado son retos que hay que asumir.

Una vez elegidos los compañeros de viaje, hay que establecer una estrategia de negocio y las pautas a seguir para su funcionamiento. Es necesario ser pacientes en el desarrollo del producto, dejar que madure, conocer las fortalezas y debilidades de lo que ofrecemos y de a quién se lo ofrecemos. Entonces será el momento de poner en práctica la segunda parte del plan: identificar el mercado objetivo, enfocarse hacia él y comprometerse sin perder la dimensión de la idea inicial. Esta etapa requiere mucha paciencia, pues los pasos que se deben llevar a cabo los dictarán el propio mercado y su exigente demanda.

La financiación es clave para que la empresa sea viable y es lo que va a dimensionar realmente un nuevo proyecto. Hay que ser conscientes, además, de que la financiación no la define la voluntad del empresario; la financiación depende de las necesidades del negocio y nunca debe superar los límites de la viabilidad del proyecto. Dada la coyuntura económica actual, también hay que considerar la opción de dar entrada en el negocio a un socio financiero, una persona, física o jurídica, que, si bien profesionaliza y acelera los procesos, podría cambiar definitivamente el camino del proyecto.

Emprender requiere valor, esfuerzo, sacrificio, riesgo y paciencia. Nada ni nadie garantizan el triunfo cuando se toma la decisión de emprender, pero seguir unas pautas adecuadas aproximará nuestra idea inicial hacia donde queremos que termine: en una empresa viable, sostenible y exitosa.

Pelayo Novoa es socio responsable del Área de asesoramiento al sector emprendedor de BDO

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