La revisión del PIB amenaza con elevar el déficit de 2012 por encima del 7%
El Ejecutivo trató por todos los medios que el desfase no sobrepasara el umbral del 7% Economía destaca de que el gasto público del año pasado también se ha revisado a la baja
El Ejecutivo trató el año pasado por todos los medios de que el déficit público cerrara por debajo del 7% del PIB. Incluso, llegó a retrasar las devoluciones fiscales para lograr un mejor resultado, acción que provocó una reprimenda de Eurostat. Al final, Hacienda publicó que el déficit de 2012 cerró en el 6,98%. En contra de la práctica habitual, el Ejecutivo utilizó dos decimales para así mostrar que el desfase había quedado efectivamente por debajo del umbral del 7%. Ahora, las cifras han cambiado después de que el INE revisara la evolución económica de los últimos cuatro años que, en términos globales, supone una reducción del PIB nominal.
Con los datos actuales, el déficit de 2012 (sin incluir la ayuda a la banca) no fue del 6,98% del PIB sino del 7,1% (73.298 millones), aunque esta cifra no es ni mucho menos definitiva. Si se contempla el auxilio financiero, el desfase se eleva hasta el 10,84%. Fuentes de Economía alertan de que junto a la revisión del PIB, también se ha actualizado el gasto en consumo final de las Administraciones Públicas, que fue inferior al anunciado previamente. Esta variable juega a favor del Estado ya que un menor gasto supone también un déficit inferior. Será en septiembre cuando la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) remitirá a Eurostat la estadística definitiva de ingresos y gastos, partidas que se encuentran también bajo revisión.
En cualquier caso, la actualización de la evolución del PIB afecta a los ejercicios anteriores a 2012. Así, el déficit del año 2009, 2010 y 2011 se queda en el 11,19%, 9,7% y 9,1, respectivamente, unas pocas décimas por encima de la serie vigente hasta ahora.
Para el Ministerio de Hacienda, el aumento de los números rojos en porcentaje sobre el PIB tiene una importancia relativa en este momento. El objetivo era anunciar al mercado en el primer trimestre de este ejercicio que el déficit de 2012 había cerrado por debajo del 7%, un umbral que se convirtió en psicológico. No cabe esperar consecuencias negativas por el hecho de que ahora se conozca que, en realidad, se sobrepasó ese límite.