Empleo temporal, salarios y ajuste
¿Por qué hay seis millones de parados? La pregunta suena un poco burda, pero el pasado viernes el FMI publicó un interesante informe sobre las causas de la destrucción de empleo en los países de la UE durante la crisis. España era un país más de los mencionados, pero es “ejemplar” en los dos aspectos que destaca el fondo. Primero, algo que ya comentó José Carlos: que la subida de los márgenes empresariales obedece a la necesidad de las empresas de reparar sus balances tras una época de descomunal endeudamiento.Segundo, que esta necesidad se cubre, principalmente, rebajando el coste laboral. Y en España, por mucha flexibilidad que se introduzca en la negociación colectiva, las empresas pueden ajustar la masa salarial a un coste económico y administrativo nulo: suprimiendo trabajadores temporales.
Estos dos factores explican, según el informe del Fondo, la inmensa mayoría de la pérdida de empleo se debe a estos dos factores, siendo la recesión una cuestión secundaria. Eso explica que, con los datos 2008-2011 usados en la muestra, el PIB español haya caído el 3,7% y el empleo un brutal 10,7%.
La narrativa de la supuesta salida de la crisis discurre por varios cauces: la reducción del gasto público mitiga el impacto de la tormenta de la deuda, la reforma laboral mitiga la destrucción de empleo y las exportaciones son la fuente de crecimiento. Pero, si compramos el argumento del FMI, la realidad es distinta: España ha purgado sus excesos por las bravas, sin medidas correctoras más allá del torniquete practicado por el BCE a la hemorragia financiera.
La segunda pata, la laboral, está aún más clara. Los empleos temporales eran en 2008 el 29% del mercado laboral, pero han cargado con el 57% de los más de tres millones de empleos perdidos desde entonces. La sensibilidad de los salarios en España a las variaciones en el empleo es cero, según el fondo y, oh, casualidad, es el país con más contratación temporal de Europa.
La reforma laboral de 2012 no tiene la culpa de la dualidad del mercado (viene de antes), pero es cierto que ha hecho más por agravarla que por remediarla: según la EPA del segundo trimestre los indefinidos cayeron en 50.400 y los temporales crecieron en 162.200. En otras palabras, la reforma agudiza esta dualidad de pésimos efectos en forma de escasa formación (no hay incentivos), precariedad y, al final, expulsión del mercado.
El FMI, que insiste en sugerir la necesidad de bajadas de salarios, apunta que la mejora del empleo y la reducción de los márgenes empresariales será la señal que nos indique que el ajuste ha terminado. Yo, la verdad, no lo veo tan sencillo, y no solo porque el fondo (como es habitual) se olvide de la demanda; además de la depresión del consumidor, las condiciones crediticias y las expectativas son variables que influyen por el lado negativo. Pero, en todo caso, y ya antes de leer al FMI tengo la sensación de que la crisis va por un lado y la respuesta a la crisis (me da bastante igual el color político del Gobierno), por otro. Por resumir: “¿Dónde vas? Manzanas traigo”.
Música contra la crisis. Sugerencia de @DMarcialPerez Mission of Burma, That's when I reach for my revolver
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