Cataluña, Valencia, Madrid y Galicia reducen más del 20% de sus oficinas bancarias
La crisis se ha llevado por delante una de cada cinco oficinas bancarias en España.
Tras años de azotes, la crisis ha arrasado el escenario del sector bancario. Las regiones más golpeadas son las que copan el mapa de entidades nacionalizadas provenientes de las fusiones de las antiguas cajas de ahorros. Los efectos más palpables, el numeroso cierre de oficinas, que se sitúa cerca ya de las 9.000, y los más de 33.000 despidos llevados a cabo.
Ante esta situación, cientos de pequeñas localidades, sobre todo en el ámbito rural, han asistido a la desaparición de sus sucursales bancarias. Miles de clientes han perdido su posibilidad de elección de entidad e incluso el simple acceso a alguna oficina en su residencia. A estas alturas no se puede dar por concluido el proceso de reestructuración, debido a que las subastas que prepara el FROB de Novagalicia y Catalunya Banc, y que deberán resolverse antes de fin de año, provocarán más cierres y ajustes de personal.
Estas entidades ya están obligadas a adelgazar red y plantilla de acuerdo con las exigencias de Bruselas a cambio del rescate, a lo que se sumarían los ajustes derivados de los solapamientos de red que encuentre la entidad compradora.
Cataluña, la comunidad más afectada en relación al cierre de oficinas, ha visto reducido su número en un 25% desde septiembre de 2008 a marzo de 2013, según datos del Banco de España. En los próximos meses el sistema financiero catalán asistirá a un recorte mayor debido a la subasta de la entidad nacionalizada Catalunya Banc (resultante de la fusión de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa).
La provincia más afectada ha sido Gerona –donde Caixa absor_bió Caixa Girona– que ha visto reducido su número de oficinas en más del 30%. Por detrás Barcelona, con una disminución del 26%, y Tarragona y Lérida, con un 22% y un 18%, respectivamente.
La segunda región que más ha sufrido la reducción del número de oficinas respecto a 2008 ha sido la Comunidad Valenciana, donde han desaparecido la CAM, debido a su absorción por Sabadell; Bancaja, que ahora forma parte de Bankia, y Banco de Valencia, adquirido por CaixaBank. 1.102 oficinas han echado el cierre en la comunidad levantina, lo que equivale a una disminución del 22% respecto al inicio de la crisis.
Castellón ha sido la provincia más afectada con la transformación de su panorama bancario, ya que ha visto cómo desaparecían el 25% de sus oficinas, mientras que Alicante perdía un 24% y Valencia, un 21%.
Madrid forma parte de este top four, ocupando el tercer lugar con un 21% de oficinas perdidas. En este caso la explicación se debe fundamentalmente a Bankia, que ha hecho desaparecer de la capital un gran número de sucursales. Galicia con un 21% es la cuarta comunidad que más ha sufrido. Las entidades causantes en mayor parte de este dato son Pastor, a causa de los ajustes por su adquisición por parte de Popular, y Novagalicia, que formada por las antiguas Caixa Galicia y Caixanova, acapara el 35,6% del mercado gallego.
A pesar de la gran reducción que la nacionalizada ya ha llevado a cabo, en los próximos meses el ajuste va a continuar debido a su subasta. La provincia de Orense se lleva la peor parte, ya que ha visto cómo más del 30% de oficinas han desaparecido. La que menos se ha visto afectada ha sido la provincia de Lugo, con un 12% de cierres. Aunque todas las comunidades han notado el ajuste de oficinas, en las autonomías donde menos se ha notado ha sido en las pertenecientes a la cornisa cantábrica y en Extremadura.
Son sintomáticos los datos que Joaquín Maudos, catedrático de Economía de la Universidad de Valencia, revela en un reciente informe: mientras que de 2000 a 2008 la banca de la UE-15 redujo la red de oficinas y el empleo en un 13% y 3%, respectivamente, en España la red creció un 17% y el número de empleados, un 14%. Desde Comisiones Obreras prevén que al final del ajuste el número de oficinas baje a niveles de los años ochenta y que el empleo de la banca retroceda en 35 años, reduciéndose en 23.000 personas más hasta 2015.
CaixaBank es la entidad con más personal y sucursales
Los seis grandes del sector bancario español han vivido una considerable transformación en sus plantillas, en su red de sucursales y en su propia fisonomía estos últimos años. El proceso de fusiones y ajustes en el sistema financiero aún no ha concluido, aunque se encuentra en su fase final. No obstante, las cifras de empleados y oficinas de alguna de las seis mayores entidades del sector (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia,_Sabadell y Popular) podrían volver a cambiar debido a ajustes como el previsto en Santander tras la absorción de Banesto o los que aún se producirán en los bancos que han adquirido entidades nacionalizadas y como consecuencia de las subastas aún pendientes.
CaixaBank es la entidad con más empleados del país. Las operaciones de compra de Banca Cívica y Banco de Valencia han elevado la capacidad instalada de la entidad presidida por Isidro Fainé, que cuenta con una plantilla de 33.417 empleados y una red de 6.132 oficinas.
El segundo grupo con más empleados en España es BBVA, con 31.323 trabajadores. La entidad cuenta con 3.379 oficinas. Santander ocupa la segunda plaza en el ranking por sucursales, con 4.612, y la tercera en el de número de empleados, con un total de 29.015. Todas las cifras se refieren a 30 de junio de 2013 y se corresponden con la información hecha pública por las entidades en su presentación de resultados del primer semestre del año.
Bankia es la cuarta entidad del país tanto en número de trabajadores (18.052) como en la cifra de oficinas bancarias (2.641). Le siguen Sabadell y Popular.