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Reacción de los ingenieros a la ley sobre colegios

La ingeniería cree que la nueva ley desnaturaliza la función del colegio

Denuncian que esta normativa es una herramienta de intervencionismo estatal que perjudica la seguridad civil Advierten de que se cae en el error que constituye una de las causas de la crisis actual: desregular y eliminar controles.

Puente de Sancho el Mayor en Navarra
Puente de Sancho el Mayor en Navarra

“Se abre el camino a un intrusismo no cualificado para la realización de cualquier trabajo de ingeniería”. Así expresó en un comunicado el presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Industriales, Jesús Rodríguez, su rechazo al anteproyecto de Ley sobre Colegios y Servicios Profesionales aprobado el pasado viernes en Consejo de Ministros. Asimismo, denunció que esta ley, que se declara liberalizadora, “es una herramienta de intervencionismo estatal sobre organizaciones profesionales autogobernadas y autofinanciadas”.

En este sentido, añadió que son previsibles las “consecuencias negativas para la seguridad de bienes y personas”, ya que esta ley “muestra muy poco aprecio hacia la sociedad civil”, al no haberse producido un diálogo con las organizaciones afectadas. Por último, destacó que “se dinamitan los mecanismos que garantizan que un ingeniero está capacitado para realizar su trabajo”, al no exigir su pertenencia obligatoria a los colegios profesionales que “validan frente a la sociedad la posesión de la formación adecuada y la sujeción a un código deontológico de buena práctica”.

Por otro lado, desde el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos rechazaron “la desregulación del ejercicio de la ingeniería y el intervencionismo del Gobierno en el funcionamiento de los colegios, en defensa de una sociedad más segura”. Aseguraron que la colegiación debe mantenerse en actividades vinculadas a la seguridad y el medio ambiente, “como son los proyectos y actividades de construcción de obras civiles y públicas”. Hicieron hincapié en que los colegios profesionales sin colegiación obligatoria “quedan desnaturalizados y se convierten en simples asociaciones profesionales”. E insistió en que en estas condiciones “no pueden ejercer el control del ejercicio de la profesión”, tanto el deontológico como el técnico, sobre el conjunto de los colegiados. Además, concluyeron que “se cae en el error que constituye una de las causas de la crisis actual: desregular y eliminar controles”.

En definitiva, las tres normas que reclama este colegio son la necesidad de colegiación para el ejercicio de la profesión, atribuciones de actividad (unas exclusivas y otras compartidas) y visado asociado a dichas reservas. Es decir, que quede asignado el ejercicio de la ingeniería a aquellas personas que puedan demostrar su cualificación mediante un visado y seanrespaldados por un colegio profesonal. Así, los usuarios quedarían protegidos.

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