Sabores tan intensos como los naturales
Los aditivos han supuesto una revolución en la industria alimentaria y EPSA es uno de los nombres propios,como importador, distribuidor y fabricante
La sacarina con la que endulza el café, la pasta preparada lista para servir, el zumo de brick o los aperitivos que toma durante un descanso contienen aditivos. Estas sustancias, que se agregan a los alimentos para, entre otras cosas, darles color, potenciar su sabor, espesarlos o edulcorarlos, están muy presentes en nuestra vida diaria, aunque muchas veces pasan desapercibidas.
“Imprescindibles en la industrialización de los alimentos”, afirma Emilio Peña, presidente de EPSA, una empresa familiar que desde hace 30 años importa, distribuye y fabrica aditivos, siendo una de las mayores representantes de esta industria en España.
La aventura empezó en 1977 cuando Emilio Peña, padre, funda en Torrent, Valencia una pequeña compañía encargada de distribuir productos químicos dirigidos al entorno alimentario.
Ya en 1983 y con sus cuatro hijos trabajando en el negocio familiar, nace EPSA, que no ha dejado de crecer. En el ejercicio de 2012 la empresa facturó 25 millones de euros y tiene previsto alcanzar los 28 millones en 2013.
La firma tiene en su cartera más de 300 productos que vende a 1.000 clientes
La crisis no ha sido un impedimento para la compañía. Su presidente reconoce que “en 2009 experimentamos una caída del 0,7%”. Pero, asegura que “la alimentación se está moviendo constantemente y ha sufrido en menor medida los efectos de la crisis”.
Aunque la distribución representa un amplio porcentaje de este negocio, la fabricación ya llega hasta el 15%. Entró en este campo creando un saborizante de anchoa para las aceitunas con hueso. Uno de sus grandes hitos y eje de sus investigaciones, centradas en una mejor conservación de las olivas, creando cepas especiales de lactobacilos, bacterias benignas que controlan la fermentación y fabricadas bajo una patente del CSIC.
“El saborizante de aceituna es una de las niñas bonitas de la empresa”, expresa un satisfecho Peña, aunque apunta que “están orgullosos de todos los productos que comercializan y fabrican”.
EPSA afronta su trigésimo aniversario con más de mil clientes, expandiéndose a lo largo de la península Ibérica. Emilio Peña califica las relaciones con Portugal como “excelentes” y confía en el crecimiento del negocio, tras la apertura de nuevas sedes comerciales en Galicia, Navarra, La Rioja, Cantabria, País Vasco y Asturias.
“Esperamos un boom de la estevia”, pronostican en la empresa
La atención personalizada es uno de los valores añadidos de la empresa, que dedica gran parte de sus esfuerzos a la línea EPSA Customize, en la que se ofrece a los clientes la posibilidad de crear mezclas hechas a su medida, agilizando los controles de calidad y fabricando fórmulas exclusivas.
“Conocer qué es lo que quiere el cliente, facilitarle las tareas y ayudarle a fabricar un producto a medida es uno de nuestros objetivos principales”, manifiesta el responsable de la compañía.
La innovación es imprescindible en un mercado tan competitivo. Por eso, la empresa valenciana dedica una buena parte de su presupuesto a I+D, ampliando los laboratorios de su sede principal y trabajando especialmente en el desarrollo de nuevos edulcorantes e hidrocoloides.
Los primeros actúan como endulzantes y están presentes en zumos, postres, etc., mientras que los segundos funcionan como espesantes, estabilizantes y gelificantes, por eso no es difícil encontrarlos en púdines, gelatinas o salsas.
Distribuyen 16.000 toneladas
Las instalaciones de EPSA albergan un espacio que permite almacenar 3.000 toneladas líquidas y 600 sólidas.
La empresa ha aumentado su producción en un 50% desde 2002 hasta 2012, pasando de las 8.000 toneladas a las 16.000.
En su cartera, más de 300 productos, 1.000 clientes y la representación de 16 empresas multinacionales.
La estevia, uno de los nuevos edulcorantes de esta gama, destaca por sus orígenes naturales y se muestra como uno de los grandes sustitutos del azúcar: “Esperábamos un boom masivo con la estevia; el proceso está siendo lento, pero tarde o temprano será necesaria en la industria”, afirma Peña.
Los aditivos tienen defensores y detractores, la polémica de su uso se expande en las redes, como en el caso del glutamato monosódico, considerado por muchos un quinto sabor, aparte de los clásicos dulce, salado, ácido y amargo y que se encuentra en sopas, aperitivos y platos preparados, entre otros.
Para Emilio Peña, el temor a los aditivos “se supera con conocimiento, ya que es imposible comercializar un alimento sin aditivos y garantizar su duración; además, tienen el visto bueno de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización sobre la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos o la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que certifican que la utilización del glutamato no es peligrosa”.
Abajo temores, todo está bajo control
Los beneficios de los aditivos son variados: mantienen los productos frescos por más tiempo y consiguen hacer más atractivo el alimento; no obstante, circulan mitos y leyendas alrededor de estos.
Parte de este temor se encuentra en los famosos números E, códigos que aparecen en las etiquetas de los alimentos y que resultan poco familiares por su clasificación numérica.
Detrás del E-500 se esconde el bicarbonato de sodio, inocuo y utilizado como estabilizante, y este es solo un ejemplo.
El presidente de EPSA insiste en que para la creación de aditivos se utilizan fórmulas idénticas a las naturales y, además, estos son revisados periódicamente por la UE, que realiza controles de calidad verificando la seguridad de los mismos.
Datos básicos
DistribuciónEPSA comercializa EN Españalos aditivos más conocidos y fue pionera en la introducción del glutamato monosódico, descubierto en Japón. “Los controles de calidad vienen hechos ya por las multinacionales; nosotros nos encargamos de comercializarlos por España”.
FacturaciónLa compañía, que cerró el ejercicio de 2012 con ventas por 25 millones de euros, espera finalizar 2013 con una cifra de 28 millones de euros. “La alimentación se mantiene al margen de la crisis”.
UbicaciónLas instalaciones centrales de la compañía se encuentran en Torrent, Valencia. Desde allí se llevan a cabo las tareas de fabricación así como distribución a nivel peninsular. No obstante, la empresa tiene sedes comerciales en diferentes puntos del país.
PersonalLa empresa cuenta con 50 trabajadores en plantilla y este año está realizando nuevas contrataciones. La mayoría del personal desarrolla su trabajo en la sede central, una nave de más de6.000 metros cuadrados en la que se almacenan los aditivos pero donde también se trabaja en nuevas fórmulas.