La biotecnología se resiente
El sector sigue creciendo gracias a las grandes empresas Las compañías dedicadas únicamente a esta actividad sufren por primera vez los efectos de la crisis y la falta de financiación
La biotecnología está en una encrucijada. Los dos últimos años han sido los más difíciles para el sector”. Así lo asegura Regina Revilla, presidenta de la patronal Asebio. La crisis y la falta de financiación ha llegado a un sector que hasta ahora se comportaba de forma positiva y era resistente a los vientos en contra, según los datos del Informe Asebio 2012, presentado a principios este mes de julio.
La facturación de las empresas de esta actividad sigue creciendo, un 26,5% más, hasta llegar a los 76.069 millones de euros en 2011, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Pero la letra pequeña no es tan positiva. El sector ha seguido creciendo gracias a los grandes grupos industriales de alimentación, energía (Repsol o Endesa) o farmacéuticas, todas ellas usuarias de biotecnología. Sin embargo, las compañías nacidas como biotec, las que centran su actividad en investigar y desarrollar bioproductos, se han resentido. Por primera vez pierden empleo (una reducción del 7,61%, hasta 33.183 personas), facturación (un 4,78% menos, hasta los 7.944 millones de euros) e inversión en I+D (372 millones, un 6,56% menos).
El sector lleva meses denunciando la dificultad de las pymes para acceder a financiación para continuar con la inversión en I+D. Todas estas firmas son altamente dependientes de recursos, por el enorme gasto necesario en investigación. Y las cifras reflejan esta situación: por primera vez, la inversión del total de la actividad en I+D cae, en un 5,3%. “La inercia que llevábamos no ha sido suficiente”, lamenta la presidenta de la patronal.
En el informe se destaca, de hecho, la especial caída en el dinero destinado a investigación procedente de Administraciones (un 28,2% menos) y de universidades (71,7% menos). El origen de los recursos destinados sigue siendo en su mayoría provenientes de fondos propios (67,7%) y menos de un 24%del sector público.
“El sector biotecnológico no quiere vivir de subvenciones. El Estado tiene que cumplir un papel más importante, el de ser dinamizador de la demanda”, cree José María Fernández de Sousa-Faro, presidente del grupo Zeltia (fabricante del antitumoral Yondelis) y vicepresidente de la patronal, por ejemplo a través de la compra pública de tecnología innovadora. “Al mismo tiempo, el retraso en los plazos de pago está abocando a muchas empresas a despidos y a cierres”, afirma.
De hecho, las propias empresas señalan en el índice Asebio (elaborado por la patronal) como factores dificultadores para su actividad el lograr financiación, además de los largos periodos hasta conseguir la rentabilidad y la baja sensibilidad de la Administración hacia el sector. “Las cifras de reducción de la I+D son dramáticas. Un país no puede permitirse estos niveles de inversión, ya que si no sembramos ahora no podremos tener un futuro que vender”, lamenta Fernández de Sousa-Faro.
“Con un flujo de capital privado todavía insuficiente, necesitamos más que nunca el apoyo de la Administración pública, porque nunca hemos estado tan próximos al éxito, pero tampoco nunca hemos visto tan de cerca la posibilidad del colapso de muchos proyectos técnica y económicamente competitivos”, señala la presidenta de Asebio. Aun así, el número de empresas que se dedican solo a esta actividad creció hasta las 660.
Cataluña, con el 17,5% del total, es la comunidad con más empresas de este tipo. Tras ella se sitúa Andalucía por primera vez. Madrid ha caído del segundo al quinto puesto, tras Galicia y Castilla y León. El sector recoge actividades en salud (fármacos, kits de diagnóstico, veterinaria), agroalimentaria, industrial y energía. En el caso sanitario, el cáncer es la patología en la que más fármacos y productos de diagnóstico se trabaja.
Actualmente, estas empresas cuentan con problemas para encontrar financiación que permita continuar su actividad, porque el capital riesgo especializado está poco desarrollado en España, el sector público ha cerrado el grifo crediticio y los inversores huyen de una actividad que desconocen. “Todavía sufrimos en España el desconocimiento de los políticos de la importancia de la innovación para el avance de la economía, de muchos inversores que no confían en las inversiones con rentabilidades a largo plazo. Y por parte de la sociedad, todavía con prejuicios” en temas como transgénicos y células madre, opina el presidente de Zeltia.
Una de las salidas para estas empresas es el Mercado Alternativo Bursátil, al que el pasado año salieron Bionaturis e Inkemia IUCT Group. En incrementos de capital, las operaciones todavía son pequeñas. Genmédica completó en 2012 la mayor ampliación, con 12 millones de euros, seguida de Tigenix, con 6,7 millones. En capital riesgo, CRB Bio, firma especializada, cerró un fondo de 30 millones de euros. Además, el Gobierno, a través de la Empresa Nacional de Innovación (Enisa), creó el vehículo Spain Starup Co-Investment Fund, con 20 millones de euros, a las que se sumaron otros socios con la misma cantidad.
Lo que han entendido los actores del sector es que es necesaria la salida al exterior. El 80% de sus directivos lo considera imprescindible. El 66,7% de los socios de Asebio ya exportan y cuentan con 136 filiales en el exterior (24 de las cuales se encuentran en Estados Unidos).
Jorge Barrero, adjunto a la presidencia de Asebio
De formación bioquímico, Jorge Barrero (Oviedo, 1975) es desde 2012 adjunto a la presidencia de la patronal Asebio. Ya anteriormente, entre 2005 y 2008, ejerció el cargo de secretario general en la asociación, hasta que acompañó a Cristina Garmendia al Ministerio de Ciencia como jefe de gabinete.
Pregunta. Las empresas de biotecnología puras, por primera vez, descienden en empleo, inversión en I+D y facturación. ¿Por qué?
Respuesta. Si bien es cierto que durante el periodo más duro de la crisis hemos seguido creciendo en número de empresas y en empleo, la inercia acumulada no está siendo suficiente. Nos gustaría pensar que es un dato puntual, pero nos preocupa mucho que esta tendencia se consolide.
P. ¿Qué problemas para encontrar financiación se encuentran?
r. Les afecta, como a cualquier otra compañía, la actual restricción de crédito privado consecuencia de la coyuntura económica y, por su naturaleza, son especialmente sensibles a la caída de los fondos públicos. La financiación bancaria es un drama y sorprende que algunos líderes del sector financiero español, que forman parte del Consejo Empresarial para la Competitividad, sean firmantes del documento España, un país de oportunidades, donde se identifica a la biotecnología como un vector de nuestra recuperación económica, cuando en sus entidades no tienen ninguna sensibilidad ni expertos capaces de evaluar proyectos de base biotecnológica.
P. ¿Existe peligro de que desaparezcan empresas de biotecnología por falta de recursos?
r. La tasa de mortalidad de empresas ha aumentado y lo triste es que en algunos casos han desaparecido empresas con buenos equipos, tecnologías y una adecuada orientación al mercado por falta de financiación.
P. ¿Qué piden como patronal a la Administración?
r. Temas de seguridad jurídica en sectores como el farmacéutico o el agrobiotecnológico; impulso a nuevos esquemas de financiación público-privada adaptados al sector; impulso decidido a la compra pública de tecnología innovadora; reconocimiento a las empresas que innovan y cooperan con el sector en iniciativas como el Plan Profarma para adaptarlo a nuestro sector; que el adelanto de créditos fiscales previsto en la Ley de Emprendedores sea efectivo el próximo año, o que el alto comisionado de la Marca España tome la biotecnología como sector de éxito español.
P. ¿Cómo afectará a la larga al sector el recorte de fondos para la investigación básica pública?
r. Habrá menos avances en la generación de conocimiento, menos transferencia de tecnología, menos creación de spin off y menor interés de las empresas por llegar a acuerdos con estos centros.