“Esperamos que mejore la fiscalidad de los planes de pensiones”
El directivo acepta las críticas del Gobierno sobre las comisiones en pensiones Pide un pacto entre el seguro y los comparadores
El consejero delegado del grupo asegurador Generali en España, Jaime Anchústegui (San Sebastián, 1961) se muestra sorprendido de la “paz social” que sigue habiendo en el país a pesar de la altísima tasa de paro y la merma de ingresos de buena parte de la población. Anchústegui, un ingeniero agrónomo que comenzó a trabajar en Generali hace 19 años, reconoce que la economía española sigue teniendo importantes desafíos por delante, pero se muestra “optimista” respecto al ejercicio 2014.
Pregunta. ¿Cuál ha sido la evolución de Generali España durante el primer semestre?
Respuesta. Las cifras aún las estamos terminando de verificar pero, según las primeras estimaciones, seguimos en línea con la evolución registrada hasta marzo: caemos en los seguros de automóviles, igual que el mercado; crecemos en seguros de hogar y de edificios. En seguros industriales estamos decreciendo más que el mercado, porque teníamos una cuota bastante alta. También caemos en seguros con comercios. No hay más que abrir la ventana para darse cuenta la cantidad de negocios que hay en alquiler y venta, y eso se nota a la hora de cobrar las primas.
P. ¿Y en seguros de vida y ahorro?
R. Estamos creciendo muy apoyados por la actividad que tenemos con nuestros socios de bancaseguros, la cooperativa de crédito Cajamar. En productos de ahorro estamos ganando cuota de mercado. Nuestras redes de venta, especialmente agentes, están siendo muy activas. Nos estamos enfocando mucho en este tipo de seguros de ahorro porque consideramos que va a ser uno de los principales ejes de crecimiento de la industria en España. En el conjunto de las pólizas colectivas de vida y accidente, vamos en la media del mercado: decreciendo.
Marca única
El grupo Generali decidió en 2009 unificar las marcas de las diferentes aseguradoras con las que contaba en España. Desde hace tres años, los seguros Estrella y Vitalicio desaparecieron y la aseguradora italiana utiliza tan solo la marca Generali.
Campañas publicitarias. Durante los últimos tres años, Generli ha realizado una importante inversión en medios de comunicación para dar a conocer su marca. La agencia Bassat Ogilvy ha sido la encargada de diseñar la estrategia, que decidió fichar como prescriptor al aventurero José María Calleja.
Segunda marca: Generali, ha decidido no tener segundas marcas para seguro directo, a diferencia de lo realizado por muchos competidores.
P. ¿Cómo se va a trasladar a beneficios esta evolución de las primas?
R. Estamos logrando mantener el nivel de resultados. En autos empeora algo respecto al año pasado, pero el resto de ramos no vida, mejora. Nuestra perspectiva de cierre de primer semestre es hacerlo en línea con lo conseguido hace un año. La previsión para el resto del año es seguir esta tendencia y repetir el beneficio conseguido en 2012 [que ascendió a 187 millones de euros]. Tendría que haber una debacle de siniestralidad para que cambiara la previsión de resultados.
P. ¿Los cambios que ha apuntado el Gobierno para los planes de pensiones van en la buena dirección?
R. Yo creo que sí. Aunque también creo que no son suficientes y que habrá que seguir avanzando. Tenemos la esperanza de que mejore la fiscalidad del ahorro, aunque somos conscientes de que en estos momentos es francamente imposible. Será muy difícil que cualquier Gobierno pueda mejorar drásticamente la fiscalidad. Sería muy deseable, pero no es esperable. Para las perspectivas a largo plazo de España, sería un espaldarazo.
P. ¿Qué más se puede hacer para promocionar este tipo de ahorro?
R. Espero que se tomen medidas alternativas para mejorar la rentabilidad de los planes de pensiones, para mejorar la oferta de productos, la información que se ofrece al público... En cuanto a la fiscalidad, acabará por mejorarse en cuanto se saneen las finanzas públicas. Sería una medida inmensamente positiva a para el país.
P. ¿Entiende que desde el entorno del Gobierno se asegure que las comisiones de los planes son muy caras?
R. Me parece lógica esta crítica. Si estuviera en los zapatos del Gobierno, también criticaría las comisiones que cobra el sector. Ahora bien, el sistema de pensiones español tiene un volumen reducido, por lo que la capacidad de dilución de los gastos es relativamente baja. Las compañías tenemos que pagar a los expertos que nos asesoran en las inversiones, a quienes diseñan los fondos, a los mediadores… Si el sistema de pensiones fuera mayor, podríamos cobrar muchas menos comisiones. Este sería el camino correcto. El regulador también quiere que se desarrollen los planes de pensiones privados. Es normal que se pida al sector un esfuerzo por abaratar los productos y administrarlos de la forma más transparente que sea posible.
P. ¿Confían en el desarrollo de este tipo de ahorro previsión?
R. Sí porque estamos viendo que los españoles empiezan a darse cuenta de que la futura tasa de sustitución [que refleja el porcentaje de ingresos actuales que cubrirá la pensión futura] cada vez va a ser menor. La gente cada vez es más consciente de la necesidad de crear un sistema de ahorro personal a largo plazo. Nosotros creemos que este es uno de los aspectos donde más tenemos que concentrarnos: en productos de ahorro a largo plazo que complementen las pensiones públicas.
P. ¿Tienen alguna iniciativa concreta en este ámbito?
R. Sí. Recientemente hemos desarrollado el programa Asesor Vida, que funciona como aplicación para tabletas y teléfonos, y que calcula la pensión que tendrá un trabajador al momento de su jubilación. Es un instrumento muy útil para sensibilizar a las personas sobre la situación económica a la que se van a enfrentar el día de mañana. Nos estamos encontrando con que muchísima gente no es consciente de cuál será su futura situación. Además, la aplicación está siendo muy utilizada por los medidores.
P. ¿Invertir en Sareb, el ‘banco malo’ del sector financiero, ha sido una buena decisión?
R. Cuando decidimos invertir cinco millones de euros en Sareb no lo hicimos como inversión, sino para demostrar nuestro compromiso con España, nuestra implicación en la recuperación de su economía y en la solución de uno de los problemas más graves que tenía sobre la mesa. Lo mismo sucedió con el resto de compañías de seguros que participó. Sin embargo, también creo que será un buen negocio. Sareb acabará funcionando, será rentable y cumplirá el objetivo para el que ha sido creada.
P. ¿Qué percepción tenéis sobre la economía española?
R. En el aspecto macroeconómico, notamos que las cosas van mejor. Hay una mejor sensibilidad en el extranjero hacia España. Se valoran las reformas llevadas a cabo, especialmente cuando se comparan con países vecinos. Se nota un cierto cambio de percepción.
P. Y esa cierta mejoría... ¿se está trasladando a la economía real?
R. Desgraciadamente no. Aún no se hemos visto que estas mejoras macro estén impactando en la microeconomía. Eso se conseguirá cuando vuelva a fluir el crédito de los bancos, cuando haya más dinero en la calle. En los últimos años, el dinero ha desaparecido. Las empresas no tienen dinero. No pueden financiarse. Los empresarios no encuentran crédito para poner en marcha nuevas inversiones. El día que seamos capaces de poner más dinero en la calle, el día en que el PIB vuelva a crecer y, sobre todo, el día que baje el desempleo… ese día veremos que las cosas empiezan a cambiar realmente.
P. ¿Eso ocurrirá el año que viene?
R. Yo soy optimista. Los aseguradores tenemos que serlo a la fuerza, porque si no, no haríamos ninguna póliza. Creo que 2014 será un año diferente. El Gobierno va a entrar dentro de poco en modo electoral y eso a influir positivamente en la microeconomía. Habrá Elecciones Europeas y el Gobierno manejará la palanca económica para crear mayor optimismo. En 2014 podemos ver cosas que nos gustan.
P. ¿Se han planteado participar en la reestructuración de las alianzas de bancaseguros que se están produciendo tras las fusiones de cajas?
R. Hasta ahora hemos sido simples observadores de este proceso, pero si surge alguna oportunidad la valoraremos con mucha atención. Por el momento no tenemos nada encima de la mesa ni visualizamos nada en el corto plazo. Las alianzas están muy cerradas. En los casos donde hay varias aseguradoras en una misma red bancaria [por procesos de consolidación], las alianzas están bastante claras, al menos en los grupos más grandes. Ahora no visualizamos ninguna oportunidad, lo que no quiere decir que más adelante no pueda aparecer alguna operación atractiva.
P. ¿Qué percepción tenéis de los comparadores?
R. Son herramientas legales y legítimas, que deben tener una correcta regulación. Su implantación en España es evidente y son uno de los factores que explica la guerra de precios en el seguro de autos.
P. ¿Han dañado a la industria aseguradora?
R. En España las aseguradoras tenemos una cartera consolidada de pólizas de coche con una prima media alta, frente las unas nuevas producciones que tienen primas medias más bajas. A ese factor se suma que el hecho de que en las pólizas más recientes, la siniestralidad es peor, lo que provoca un cocktail explosivo. Con los comparadores, conseguir rentabilidad en los seguros de nueva producción se vuelve todavía más difícil.
P. ¿Cuál es su impacto sobre la fidelidad del cliente?
R. Si estamos en los comparadores es porque ganamos volumen y esperamos que, en un plazo de dos o tres años, podamos desprendernos de los malos clientes y empezar a rentabilizar las nuevas pólizas. Sin embargo, si la mayoría de los clientes que hemos captado entra todos los años al comparador a buscar el precio más barato, es imposible ganar dinero.
P. ¿Cuál es la solución para este problema?
R. Deberíamos llegar a algún tipo de acuerdo entre las compañías de seguros y los gestores de comparadores para encontrar una solución que sea rentable para el cliente, para el comparador y para la compañía de seguros. Salvaguardando la libre competencia en el sector debemos buscar una situación equilibrada para todos los agentes del mercado.