Los bancos centrales se alinean para garantizar estímulos más tiempo
El boletín mensual del BCE reitera el mensaje de Mario Draghi la semana pasada La Fed respalda la continuidad de las medidas de estímulo en EE UU a corto plazo El BOJ mantiene su política ultra expansiva y atisba el fin de la deflación
De nuevo los bancos centrales son protagonistas, y esta vez no han decepcionado. Si la semana pasada fue el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, el que alegró a los mercados al asegurar que está dispuesto a bajar más los tipos de interés, un mensaje que ha ratificado el boletín mensual de julio de la entidad, publicado hoy, en las últimas horas han sido la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y el Banco de Japón (BOJ) los que han animado a los inversores. En definitiva, las tres autoridades monetarias coinciden en que las políticas de estímulo monetario están para quedarse durante más tiempo.
En una esperada comparecencia para los operadores, el presidente del banco central estadounidense, Ben Bernanke, aseguró anoche que su programa de estímulos, basado principalmente en la compra de bonos por valor de 85.000 millones de dólares al mes, es "necesario" en el "futuro inmediato" para apuntalar la todavía débil recuperación económica, y además señaló que no habrá prisa en subir los tipos de interés de referencia, actualmente en niveles excepcionalmente bajos próximos a 0.
Asimismo, reiteró que la meta del 6,5% de tasa de paro como umbral a partir del cual la Fed modificaría su agresivo plan de estímulo es una importante referencia, pero no debe tomarse como un interruptor automático.
Su discurso, más suave que en otras ocasiones, aparcó los temores tras la publicación previa de las actas del FOMC, que revelaron que al menos la mitad de los miembros del comité de la Fed que quieren que las medidas de estímulo se retiren antes de que finalice el año. La otra mitad no pone una fecha específica y liga el repliegue de las inyecciones de liquidez al devenir económico.
"Bernanke mostró su preocupación sobre los efectos negativos que el control del déficit podrían tener sobre la economía de EE UU -reducción del gasto público unido a subidas de impuestos-, por lo que apostó claramente por la continuidad de una política monetaria expansiva", comentan desde Link Análisis.
Solo unas horas después de las palabras de Bernanke, el BCE ha garantizado de nuevo que los tipos de interés seguirán bajos un periodo de tiempo prolongado. En su boletín mensual insiste en que “el Consejo de Gobierno prevé que los tipos de interés oficiales del BCE se mantengan en los niveles actuales o en niveles inferiores durante un período prolongado”.
Por su parte, el Banco de Japón (BoJ) ha mantenido intacta su agresiva política monetaria, que parece estar dando sus frutos, ya que el BOJ ha revisado al alza (por séptimo mes consecutivo) su valoración de la economía del país y consideró que la nación empieza a recuperarse de forma moderada. Es la primera vez que este banco central utiliza el término “recuperación” para describir las condiciones económicas desde enero de 2011.
Tras una reunión de política monetaria iniciada la víspera, la junta de nueve miembros del emisor nipón decidió hoy por unanimidad mantener el programa de flexibilización iniciado el pasado mes de abril bajo la tutela del nuevo gobernador, Harukiko Kuroda, y encaminado a lograr una inflación del 2% en 2 años.
Para ello, el emisor reiteró en un comunicado su intención de mantener “durante el tiempo que sea necesario” su objetivo de duplicar la base monetaria a un ritmo anual de entre 60 y 70 billones de yenes (entre 462.000 y 539.000 millones de euros), mediante la compra de deuda pública y activos de riesgo.
En apenas tres meses de programa expansivo del BOJ, el índice de precios de consumo (IPC) nipón ha pasado de retroceder sistemáticamente a situarse plano, un dato positivo que junto con otros indicadores “sugiere” cierto optimismo en la meta para lograr una inflación sostenida, detalló el BOJ.
Reacción de los mercados
La crisis ha hecho a los mercados financieros especialmente sensibles a los mensajes de los bancos centrales. Si hace prácticamente un mes que Bernanke desató las ventas en los parqués a uno y otro lado del Atlántico al anunciar el principio del fin de los estímulos, la idea de que todavía no se van a tocar ha impulsado las ganancias en las Bolsas asiáticas y europeas (Wall Street optó por la cautela ya que la sesión cerró antes de oír a Bernanke). Asimismo, la evaluación positiva del BOJ y los coletazos de las palabras de Draghi la semana pasada elevan el optimismo.
“Los datos económicos publicados se inclinan ligeramente hacia el lado positivo de las expectativas en la zona del euro, aunque todavía apuntan a una dinámica de crecimiento débil”, apostilló el BCE en el informe. En EE UU, los datos económicos (dato de paro mejor de lo esperado el viernes pasado) también hacen prever que la situación está mejorando.
No obstante, los mercados bursátiles siguen presa de la volatilidad por las incertidumbre que en general rodean a la recuperación económica.
En el mercado de divisas, tras el discurso de Bernanke, el dólar se debilitó rápidamente y el euro se ha disparado y ha superado los 1,31 dólares, frente a los 1,2849 dólares previos.