El Ecofin discutirá hoy que el BEI aumente la financiación a las pymes
Fijará el tipo de cambio irreversible de la moneda de Letonia con el euro
El Ecofin discutirá este martes las diferentes opciones propuestas por la Comisión Europea para que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) aumente la financiación a las pymes de España, Italia y el resto de países del sur y ponga así freno a la fragmentación del mercado de crédito en la eurozona, aunque todavía no se espera ningún acuerdo por las diferencias entre los Estados miembros.
El plan de crédito para las pymes es una prioridad para el Gobierno de Mariano Rajoy, que ha denunciado en múltiples ocasiones que las pequeñas empresas españolas pagan por financiarse tipos de interés muy superiores a los que se exigen a las compañías alemanas con el mismo nivel de solvencia.
El Ejecutivo comunitario y el BEI presentaron antes del Consejo Europeo de junio tres opciones distintas para aumentar el crédito a las pymes, que se basan en combinar los fondos europeos y los recursos del Banco. La alternativa más ambiciosa permitiría movilizar hasta 100.000 millones de euros, según Bruselas.
Sin embargo, los líderes europeos no lograron ponerse de acuerdo sobre ninguna de las opciones y aplazaron sin fecha la cuestión. Mientras que España apuesta por la alternativa más ambiciosa, los países nórdicos mantienen sus reservas hacia el plan por considerar que podría poner en riesgo la calificación 'triple A' del BEI.
Las discusiones no han avanzado desde el Consejo Europeo y sólo hay acuerdo en que el plan debería ponerse en marcha en 2014.
Los ministros de Economía de los Veintiocho --será la primera vez que Croacia participe como miembro pleno en una reunión del Consejo de ministros de la UE-- aprobarán definitivamente este martes la entrada de Letonia en la eurozona y fijarán el tipo de cambio irreversible de la moneda letona, el lat, con el euro.
Letonia se convertirá así en el decimoctavo Estado miembro de la eurozona el 1 de enero de 2014 después de haber superado la fuerte crisis que sufrió en 2008 y haber tenido que pedir el rescate. Tanto Bruselas como el Banco Central Europeo han certificado que el país báltico cumple los criterios de convergencia exigidos.