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Invitar a empleados y clientes a cerrar el día con algunas copas

Las empresas apuestan por el ‘after work’

Las empresas consideran este escenario es muy apropiado para promocionar sus productos o estrechar lazos

Cuando cae el sol, la azotea del Hotel Emperador, ubicado en la Gran Vía de Madrid, es uno de los sitios favoritos de los adeptos a un fenómeno creciente: el after work. La brisa, las copas y una increíble vista de la ciudad ayudan a olvidar los problemas de la jornada laboral o a reírse de ellos entre amigos y compañeros de trabajo. Junto con las oportunidades para hacer networking, esas son las razones por las que cada vez más profesionales españoles se sienten atraídos por estos momentos de ocio para disfrutar en días de semana. Pero no solo ellos han encontrado ventajas en esta versión más sofisticada de las tradicionales cañas a la salida del trabajo. Las empresas han descubierto que este escenario es muy apropiado para promocionar sus productos o estrechar lazos con sus empleados y clientes.

La responsable de marketing del mayorista de tecnología Comstor, Georgina Castañeda, hizo de anfitriona el pasado jueves pasado en este hotel ubicado en el corazón de Madrid. Para inaugurar la temporada de verano, la empresa, proveedora de la tecnología avanzada de Cisco, invitó a sus empleados y clientes a cerrar el día con algunas copas. “Se trata de hablar y compartir momentos en un medio agradable y distendido”, explica. “Lo que buscamos es salir de los escenarios habituales para reforzar la relación en un nivel más personal”.

El director de proyectos de la consultora de tecnología Amaranto, Pedro García, es uno de los clientes invitados al citado after work. García afirma que este tipo de encuentros sirven para que los vínculos entre los profesionales de las distintas empresas vayan más allá del teléfono y del correo electrónico. A los organizadores, añade, les permite mejorar su imagen. “Si te invitan a un buen sitio, uno deduce que tienen dinero y que seguramente están haciendo las cosas bien”.

Otra empresa que ha descubierto el potencial del ocio a mitad de semana es Phillips. A la hora de presentar sus nuevos productos, el after work ha reemplazado a las tradicionales ruedas de prensa. “Es una alternativa menos rígida que permite combinar una experiencia profesional con otra más personal”, afirma la directora de marcas y comunicación, Ángeles Barrios.

En la empresa están convencidos de que la inversión en bebidas y un lugar vistoso para el evento merece la pena. Y no solo por la mayor convocatoria. “La actitud hacia la información es otra. Los invitados vienen con más ganas de profundizar en el tema”, asegura Barrios.

Heineken lleva algunos años tratando de que los consumidores asocien su cerveza con ese momento para relajarse entre amigos y colegas al final del día. Para ello, la empresa ha puesto en marcha el programa After Work by Heineken. Todas las semanas la compañía elige algún club o terraza de moda para promocionar su bebida de una manera diferente.

Un fenómeno cada vez más extendido

Reunirse después del trabajo en un lugar de moda con amigos o compañeros de la oficina. Así puede definirse el after work, un fenómeno de origen anglosajón que ha llegado a España para quedarse.

Un estudio elaborado por la consultora Hamilton Intelligence y presentado el año pasado por Heineken, afirma que el término es cada vez más reconocido por el público, que lo asocia a una actividad especial desarrollada por una empresa o local entre las 19.00 y las 22.00. Las razones para asistir son varias: desconectar, socializar y sentirse parte del equipo de trabajo.

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