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Un abogado de toga con duende y mucha vocación

Eduardo Rodríguez-Cano dirige un bufete granadino de referencia

No es lo frecuente que cuando uno pide a un abogado, sobre todo a uno que además de mediático –representa a la acusación popular en el caso de la asesinada Rosa Cobo, en nombre de la Plataforma para la Defensa de la Profesión de Abogado, de la que es el promotor y que cuenta ya con 1.400 miembros– viene de una larga tradición de togas familiares, que se describa a sí mismo, lo haga en verso: “Mi toga tiene duende, solo muestra su alma cuando al ciudadano defiende / Mi toga tiene duende, da igual al que tenga enfrente". En estos versos extractados se reconoce Eduardo Rodríguez-Cano, intentando (no lo consideren fácil) resumir una vocación por el Derecho –“nunca pensé en ser otra cosa que abogado"–, una pasión por ser penalista –“donde encuentro la esencia del Derecho”– y unas firmes creencias –“el humanismo cristiano es mi referencia"–.

Sostiene este más que preparado doctor en Derecho que perdería el sistema penal su esencia si pierden como referencias “los valores de la socialdemocracia y del cristianismo", entre los que cita la misericordia y el perdón. Dicho esto sin “politizar ni la fe ni el sentimiento, porque se puede ser cristiano siendo de derechas, de izquierdas o de centro". Ambicioso planteamiento que defiende vehementemente desde el insustituible lugar que “los valores del Estado social" tienen en su concepción de la abogacía. Estos principios le llevan a defender firmemente el turno de oficio y a ser intransigente en la defensa de quienes “han perdido el bien más preciado, que es la libertad".

Rehúye de lo “políticamente correcto", priorizando la libertad de expresión en sus planteamientos. Dice Rodríguez-Cano que “después de más de 30 años de Constitución, todavía el procedimiento penal no puede ser inquisitorial", afirma como firme defensor –sus clientes seguro que lo comparten– de la presunción de inocencia y de “un sistema garantista de verdad" en el que primen “el sentido común y el interés de la sociedad" y donde, sin renunciar “a la rapidez", venza “el derecho de defensa con todos sus medios".

Radiografía

Rodríguez-Cano Abogados Año de fundación: 2003.Especialidades: Derecho penal. Asesoramiento jurídico integral a empresas, autónomos y particulares.Socios: Eduardo y Juan José Rodríguez-Cano. Dirección: C/ Doctor Buenaventura Carreras, edificio Onix, portal 3, 2º C. Granada, CP 18004.Teléfono: 958 256 600.Página web: www.rodriguezcanoabogados.es

Anda el letrado, que dirige junto a su hermano Juan José uno de los despachos de referencia en Granada, embarcado en una batalla que, con la misma energía con la que defiende sus valores morales, pelea por estrados, despachos ministeriales y foros sociales: dotar al abogado de la condición de “autoridad" en el ejercicio de sus funciones. Sostiene el granadino letrado, que acaba de publicar un libro sobre el tema, que el concepto de autoridad del Código Penal “debe afectar a todos los profesionales" que colaboran para la administración de justicia, “especialmente los abogados", que desarrollan su trabajo en un ambiente de “hostilidad generado por el delito, el delincuente y su entorno social".

Y parece que en ello puede tener mayor fortuna que otros, no ya profesionales, sino colectivos completos del mundo jurídico, en convencer al ministro promotor de la reforma penal, ya que parece que este está estudiando la propuesta. Desde luego, si es por tenacidad, convencimiento o firmeza, no va a quedar. Ya su padre, juez de larga trayectoria y prestigio de la Audiencia de Granada, consiguió –en un famoso pregón de Semana Santa– nada menos que absolver al mismísimo Jesucristo de los delitos de los que le acusaba el Sanedrín. De raza le viene al galgo, que dicen en Castilla.

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