One Shot ultima su expansión y abrirá tres nuevos hoteles
Madrid, Sevilla y Londres, futuras ubicaciones de los tres establecimientos Rusos y brasileños, los clientes con mayores pernoctaciones
"Situación insostenible del hospedaje madrileño”. Con este titular encabezaba uno de sus últimos comunicados la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid, que denunciaba una situación insostenible con caídas de la ocupación, del precio medio y de los ingresos por habitación disponible. De este deterioro se escapan algunas iniciativas cuyo principal activo es proteger el precio y diferenciar la oferta. Es el caso de la cadena One Shot Hotels, que abrió en marzo el primer establecimiento en el centro de Madrid, con 42 habitaciones, y que en los dos primeros meses ha logrado una ocupación media del 80% y un precio de 110 euros.
Luis Felipe Mendieta, consejero delegado de la firma, cree incluso que cerrarán con unos resultados mejores. “Hicimos unas previsiones conservadoras porque sabíamos que las cosas iban a ser muy duras. Creo que, si no hay cambios, cerraremos con una ocupación del 72% y un precio medio de 100 euros”, apunta.
¿Cuáles son las claves? En su opinión, presentar una oferta diferenciada del resto. El primer hotel de la cadena está situado en el centro de Madrid, en un edificio señorial rehabilitado en la calle del Prado. “Vendemos lujo a precio asequible. Son edificios señoriales y atractivos, con habitaciones amplias y un gran número de lujos materiales, como suelos buenos, camas o televisores de calidad”, apunta. La compañía esperaba que sus principales clientes vinieran de mercados tradicionales como Reino Unido, Francia o Bélgica. “No ha sucedido así. Rusia y Brasil han sido nuestros dos principales mercados”, remarca.
A la vista de los buenos resultados, el plan de expansión diseñado el pasado ejercicio sigue en vigor. Este pasa por abrir un hotel en Madrid y otro en Londres en la última parte de este año. El de Madrid contará con 70 habitaciones, estará situado en la calle Salustiano Olózaga, al lado de la plaza de Cibeles, y estará dirigido a clientes de negocios que viajen de lunes a jueves. El de Londres estará ubicado en Victoria Station y ha sufrido algunas modificaciones con respecto al proyecto original. “Se ha bajado de 86 a 62 habitaciones y se ha elevado la categoría de tres a cuatro estrellas. Este hotel tendrá un claro componente de ocio por su ubicación céntrica”, resalta Mendieta.
La última apertura está prevista para el primer trimestre de 2014, fecha en la que se abrirá el remodelado Palacio del Conde de Torrejón, en Sevilla. “Será un hotel de cuatro estrellas, con 80 habitaciones, que está requiriendo un trabajo mucho más laborioso que el resto, porque es un edificio de más de 7.000 metros y porque se han encontrado restos arqueológicos durante los trabajos de construcción”.
Mecenazgo de artistas
Uno de los elementos diferenciadores frente al resto de la competencia es la decoración de los hoteles, que se hace con obras de jóvenes artistas. “Lo hacemos a través del One Shot Project. Se trata de una labor de promoción y mecenazgo de jóvenes artistas contemporáneos que no son muy conocidos, que no tienen recursos y a los que queremos ayudar a producir sus obras. Les ayudamos y sufragamos el pago de esa producción con una dotación de entre 6.000 y 9.000 euros, hacemos exposiciones temporales y luego les devolvemos los trabajos a cambio de que nos cedan una obra”.
Las habitaciones están decoradas con fotografías obtenidas a través de un concurso anual, que estuvo dotado con un premio de 3.000 euros. Mendieta avanza que el importe se elevará este año y que ese concurso ha sido una de las claves para atraer visitantes brasileños, muy interesados en esta materia.
“Hemos venido al sector para quedarnos”
En una coyuntura con una sequía de crédito brutal, la mayoría de cadenas hoteleras ha optado por los contratos de arrendamiento como vía para crecer en el sector. One Shot descarta esa modalidad y cree que al menos los primeros establecimientos se realizan bajo el régimen de propiedad. “Hemos venidos al sector para quedarnos, no hemos venido para hacer algo efímero. Considerábamos que era importante que los primeros hoteles fueran en propiedad porque pocos bancos iban a fiarse de alguien que no apuesta por el sector”, apunta Mendieta. Además, recalca que algunos contratos de arrendamiento firmados en Madrid “han sido para haberse suicidado, con precios que oscilaban entre 15.000 y 18.000 euros por habitación”.
La financiación se ha obtenido por tres canales: el de los ahorros personales y familiares, el de los bancos y el del family office de la familia Solís y Martínez Campos, que tiene una participación del 60% en la sociedad. “Miguel Ángel Solís y Martínez Campos forma parte del consejo de administración del Banco Popular y nos ha ayudado desde muchos puntos de vista. En primer lugar, con dos aportaciones patrimoniales, ya que el segundo hotel de Madrid y el de Sevilla están ubicados en edificios que formaban parte de su patrimonio, y además porque nos ha servido de apoyo para que el Banco Popular nos diera crédito”. En el caso de Londres también se ha optado por el modelo de propiedad, aunque se hará a través de una inversión conjunta con un fondo de inversión de Dubái.