Las cajas rurales pagan hasta un 6% en aportaciones de capital perpetuas
En un momento en el que el BCE ha situado los tipos de interés de la zona euro en el 0,5% y en el que el sector financiero está bajando la rentabilidad de sus depósitos y cuentas remuneradas, aún hay un activo que ofrece hasta el 6% de rentabilidad: las aportaciones al capital de las cooperativas de crédito. Las cooperativas son una de las tres clasificaciones en las que el Banco de España divide a las entidades financieras, además de bancos y cajas de ahorros, y su principal diferencia frente a la banca es que mientras que el capital de esta está dividido en acciones, en ellas se habla de aportaciones.
El capital social de una cooperativa de crédito está constituido por las aportaciones de los socios y su cuantía mínima depende del ámbito que abarquen. Para las que operan en Madrid o Barcelona, el capital mínimo exigido es de 4,8 millones de euros, frente al millón que precisan las presen_tes en municipios de menos de 100.000 habitantes.
Caja Rural de Castilla-La Mancha, Caja Laboral, Cajamar y Caja Rural de Extremadura están entre las rurales que ofrecen mayor rentabilidad en sus aportaciones. Cajamar las comercializa para actuales y nuevos clientes, con una cuantía máxima para personas físicas de 6.100 euros y con una rentabilidad trimestral del 3,90% TAE. Fuentes de la entidad destacan que “los cooperativistas no utilizan el capital social para ganar dinero, sino con vocación de permanencia”.
En el caso de Caja Rural de Castilla-La Mancha, que paga un 6% anual, sus comerciales llegan a insinuar que “son un poco como las preferentes”, pero no concretan cuáles son las principales diferencias entre unas y otras. La entidad, que tiene en marcha una ampliación por importe de 41 millones, recuerda en un folleto informativo que es un producto de “carácter perpetuo” y que su “retribución eventual está condicionada a la existencia de resultados netos”. Fuentes de la entidad recuerdan, además, que los futuros socios reciben un documento con las características del producto y realizan un test de conveniencia para saber si es un activo apto para su nivel inversor. El folleto informativo recalca que su “eventual reembolso está condicionado a que no se produzca una cobertura insuficiente del capital social obligatorio, reservas o coeficiente de solvencia”
El sector ha cumplido hasta ahora con los requisitos de solvencia
En febrero, Caja Laboral arrancó una ampliación de capital de 100 millones, que se remunera con entre un 4% y un 6% anual y cuya suscripción mínima es de 2.000 euros. Fuentes oficiales de la cooperativa vasca aclaran que solo se oferta a los clientes con mayor vinculación, con depósitos o créditos en la entidad de un mínimo de 10.000 euros y nómina domiciliada. “Buscamos socios, compañeros de viaje sólidos”, afirman.Por su parte, Caja Rural de Extremadura paga un 4%, mientras que otras cajas aportan un interés inferior, como Caja Rural de Navarra que da un 2%.
La rentabilidad de las aportaciones puede variar trimestral o anualmente, ya que es el consejo rector de cada entidad el encargado de su modificación, si es preciso, al estar condicionado a “resultados netos o recursos de libre disposición suficientes para satisfacerlas”, según el folleto de la rural manchega.
Cifras:
68 cooperativas de crédito hay en España, si bien 31 están integradas en tres grupos consolidables.
2,5 millones de socios tenía el sector a finales de 2012, de los que 2,3 millones eran personas físicas.
Las aportaciones al capital social no son un depósito financiero, por lo que no están garantizadas por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Tienen un carácter perpetuo, como las participaciones preferentes, y dotan al cooperativista de derecho de voto en las asambleas. Cajamar aclara a sus potenciales clientes que “no son un depósito tradicional” y recalca que “no tienen nada que ver con las preferentes”, sino que “supone ser miembro de la cooperativa y Cajamar te remunera por ello”.
Las aportaciones no cotizan en ningún mercado, contra lo que sucede con la renta variable o la deuda, por lo que los únicos compradores que pueden estar interesados en adquirir las aportaciones que un inversor vende son la propia cooperativa y sus socios, es decir, son un producto ilíquido. Además, no se consideran valores negociables y están exentas de emitir folletos a través de la CNMV, por lo que para informarse de ellas hay que recurrir a las sucursales, trípticos informativos y las web de las entidades
Si un cooperativista solicita su reembolso podría tener que esperar un mes hasta que otro las adquiera o la cooperativa optara por añadirlas a su autocartera. Según consta en los estatutos de las cooperativas consultadas, los reembolsos de aportaciones al capital podrían no efectuarse si su realización redujera el capital social obligatorio de la caja o disminuyera los recursos propios por debajo de los niveles de solvencia exigidos.
Un sector a prueba de la crisis financiera
Las cooperativas de crédito, en su mayoría cajas rurales, han esquivado hasta ahora la crisis del sector financiero español, que ha recibido ayuda financiera de Bruselas por importe de 40.000 millones y ha sufrido una fuerte reestructuración para sanearse y cumplir los requisitos de solvencia exigidos por Bruselas, pero que podría verse afectado ahora por los nuevos criterios fijados por el Banco de España en materia de créditos refinanciados.
El sector está regulado por el Banco de España, que recibe información periódica sobre los estados financieros de las cajas rurales, al igual que del resto de entidades de crédito, y al que informan de las ampliaciones de capital realizadas. A finales del año pasado, 68 entidades de crédito formaban parte del sector, si bien 31 de ellas están integradas en tres grupos consolidables, Solventia, Grupo Cooperativo Ibérico y Cajas Rurales Unidas, al que pertenecen 22 cooperativas de crédito, Cajamar entre ellas. Un sector que en su conjunto contaba con activos de más de 131.000 millones de euros a finales del año pasado y cuyos niveles de solvencia se sitúan por encima del 9% exigido por Linde, así Caja Laboral contaba a finales de 2012 con un core capital del 10,52%, mientras que Caja Rural Castilla-La Mancha contaba con un 12,21% y Cajamar con un 9,2%.
Su tamaño, muy reducido frente al de los bancos, ha evitado que fueran examinadas por las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger, que solo analizaron la resistencia financiera de los 14 mayores grupos bancarios, representativos del 90% del sistema español, mientras que las cooperativas de crédito representan tan solo el 6%. Según la patronal del sector, la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc), el sector tenía a finales del ejercicio pasado 2,5 millones de socios, de los que 2,3 millones eran personas físicas.