Las fundaciones podrán acudir a las ampliaciones de sus bancos
El Gobierno vuelve a ceder ante el sector e incorpora parte de sus peticiones en la ley de cajas Rebaja la mayoría prevista en el anteproyecto para repartir dividendos
El Gobierno aprobó el viernes el proyecto de Ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias. Ahora queda pendiente el trámite parlamentario, aunque según explicaron el viernes fuentes de Economía, no se espera que los grupos políticos introduzcan enmiendas que puedan modificar los principales puntos de esta futura ley en su paso por el Congreso. Descartan, de hecho, que el PPincluya modificaciones sustanciales, como que levanten la incompatibilidad regulada en el proyecto para que los patronos de la fundación bancaria accionista de un banco puedan sentarse también en el consejo de la entidad financiera o viceversa.
“El Gobierno lo que recomendará al PP es que no se desvirtúe el texto de la ley. Y estamos convencidos de ello”, aseguran fuentes de Economía. Y añaden que “desde el momento en el que se constituyan en fundaciones serán incompatibles los cargos de consejeros y patronos”.
Esta era y sigue siendo una de las principales reivindicaciones de los responsables de las cajas de ahorros que deben convertirse en fundaciones bancarias y de sus filiales los bancos. Los presidentes de CaixaBank, Kutxabank, Ibercaja, Unicaja, Liberbank, BMN, seguían esperando que tras el dictamen del Consejo de Estado, Economía decidiese incorporar esta sistemática reivindicación en el proyecto de ley.
Ahora solo les queda la vía de la presión de los grupos políticos, pero a tenor de las palabras de Economía, parece muy complicado que se pueda cumplir su objetivo. El ministerio que encabeza Luis de Guindos pretende con esta limitación mantener la independencia entre la gestión de la fundación y el del banco, condición impuesta por Bruselas en el a los compromisos adquiridos en el memorándum de entendimiento (MoU) cuando abrió la línea de ayudas de 100.000 millones de euros para la banca española.
De cualquier forma, las cajas y sus bancos tendrán hasta principios de 2015 para adaptarse a la nueva ley y transformase en fundaciones bancarias y separar el consejo de las entidades de crédito del patronato de las fundaciones. La nueva ley será efectiva a finales de 2014, y se concederán otros dos meses más de margen para presentar su plan financiero al Banco de España. El Gobierno espera que la nueva ley se apruebe a finales de este año, tras lo cual habrá un año para que las cajas se transformen en fundaciones.
En lo que sí ha cedido ahora Economía, y que eran también dos reivindicaciones del sector, es en posibilitar a las fundaciones para que puedan acudir a las ampliaciones de capital de sus filiales bancarias (en el anteproyecto se prohibía está opción). Eso sí, con límites en los derechos políticos. Así, las fundaciones bancarias que tengan una participación superior al 50% en un banco o tengan su control, sí podrán participar en este proceso, pero no podrán ejercer los derechos políticos por encima del 50% en las acciones nuevas adquiridas (de las que ya poseía sí). De esta forma, La Caixa, que controla el 64% de CaixaBank, podrá acudir a la ampliación de capital de su filial y ejercer los derechos políticos hasta la participación que posee, pero no de las acciones nuevas.
Esta es una de las modificaciones que recoge la norma respecto del anteproyecto de ley presentado el 3 de mayo, después de que el Gobierno haya recibido el dictamen del Consejo de Estado, que pese a ser no vinculante normalmente se tiene cuenta gran parte de sus recomendaciones. Otra de las sugerencias aceptadas por el Gobierno es que la aprobación de los dividendos de los bancos de cajas necesitará dos tercios de quórum del accionariado y no tres cuartos como se planteó inicialmente.
Otra de las cesiones del Gobierno y en este caso más de Bruselas, aunque ya figuraba en el anteproyecto de ley del 3 de mayo, es que las fundaciones bancarias puedan controlar más del 50% de un banco indefinidamente. Eso sí, en estos casos la fundación tendrá una fuerte penalización, con la que se pretende que a medio plazo vayan reduciendo su porcentaje en la filial financiera. Estas fundaciones deberán crear un fondo de reserva cuyos criterios serán fijados por el Banco de España en una circular y se concretarán siguiendo criterios específicos de cada entidad a través de una circular que podría publicarse en el momento de la entrada en vigor de la nueva ley. Este fondo con el que hacer frente a las posibles necesidades de recursos propios podría además implicar la reducción de la participación de las antiguas cajas.
La patronal del sector, la CECA, valoró positivamente el viernes el Proyecto de Ley de Cajas y Fundaciones. Ypidió que proporcione un marco normativo “estable y armonizado” para el sector y aseguró que colaborará con las autoridades para el “perfeccionamiento del texto final y su implementación”.
La exigente circular del Banco de España
Pese a que Economía permitirá a las fundaciones mantener más del 50% o el control de sus bancos, según queda recogido en el proyecto de Ley de Cajas y Fundaciones, será el Banco de España el que a través de los criterios que imponga en el fondo de reserva intentará que las fundaciones vayan reduciendo su control en sus bancos. De momento, La Caixa, Ibercaja, Unicaja, Kutxabank y Liberbank tienen el control de sus bancos, pero todo indica que la mayoría de ellos tienen previsto salir a Bolsa a medio plazo, a excepción de Liberbank, que ya lo ha hecho y puede que su fundación o fundaciones (son varias cajas las que lo crearon) vaya poco a poco cediendo peso.
La entidad que preside Braulio Medel, ya ha dicho, de hecho que espera cotizar a partir de 2015. Las fundaciones con más del 30% del capital de un banco deberán presentar un plan financiero al supervisor. El Banco de España desarrollará métodos de cálculo para reclamar que las fundaciones incorporen más capital a sus bancos si encuentra debilidades de solvencia en su filial. Incluso puede pedirle que reduzca su participación. La nueva ley permite mantener el estatus de caja de ahorros si sus activos no superan los 10.000 millones de euros o su cuota de depósitos no está por encima del 35 % de los de la comunidad en la que operen. En el caso de las cajas que rebasen este límite, tendrán que traspasarse en fundaciones. Solo Ontinyent o Poiença seguirán así como cajas.