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Bruselas y Pekín intentan evitar la escalada

De la escaramuza de los paneles solares al riesgo de una guerra comercial

Los ministros de Comercio de la UE analizarán el conflicto el día 18

HHY05 BAODING (CHINA), 04/06/2013.- Fotografía de archivo fechada el 2 de agosto de 2012 que muestra a unos empleados sosteniendo un panel solar en la factoría de Yingli Green Energy Holdings en Baoding, en China. La Comisión Europea (CE) impuso hoy un arancel temporal del 11,8 % a las importaciones de paneles solares desde China, una tasa que aumentará al 47,6 % a partir del próximo 6 de agosto si Pekín no encuentra antes una solución negociada. EFE/How Hwee Young
HHY05 BAODING (CHINA), 04/06/2013.- Fotografía de archivo fechada el 2 de agosto de 2012 que muestra a unos empleados sosteniendo un panel solar en la factoría de Yingli Green Energy Holdings en Baoding, en China. La Comisión Europea (CE) impuso hoy un arancel temporal del 11,8 % a las importaciones de paneles solares desde China, una tasa que aumentará al 47,6 % a partir del próximo 6 de agosto si Pekín no encuentra antes una solución negociada. EFE/How Hwee Young HOW HWEE YOUNG (EFE)

El simbólico cortejo fúnebre recorrió el barrio europeo de Bruselas el pasado 24 de mayo y depositó el féretro a las puertas de la Comisión Europea. “En memoria de los 200.000 puestos de trabajo que perderá la industria europea de energía solar como consecuencia de los aranceles impuestos a las placas solares chinas”, lloraban los deudos de la Alianza para la Energía Solar Asequible, una asociación de 580 empresas europeas del sector solar que temen el encarecimiento de sus importaciones.

La Comisión Europea, en cambio, asegura que los precios artificialmente bajos de las placas chinas amenazan 25.000 puestos de trabajo en Europa, que solo se pueden salvar con aranceles o con un incremento en los precios de origen.

Las discrepancias entre la CE y la Alianza muestran la complejidad de cualquier conflicto comercial, en el que resulta imposible adoptar medidas defensivas sin causar daños colaterales dentro incluso de las propias filas.

A las víctimas del fuego amigo se añaden además las bajas que el rival puede causar en sectores totalmente desvinculados del conflicto inicial. Ese es el caso del sector vitivinícola europeo, cuyas exportaciones a China podrían sufrir un duro castigo arancelario si Bruselas y Pekín no desactivan el conflicto sobre las placas solares.

La represalia causaría grandes estragos en Francia. España e Italia, los tres principales exportadores de bebidas alcohólicas al gigante mercado chino. París ya ha exigido explicaciones y el consejo de ministros de Comercio de la UE analizará el conflicto el próximo día 18 durante su reunión en Luxemburgo.

La escalada podría ser tan devastadora que tanto la UE como China parecen dispuestas a evitarla, en aras de proteger unos flujos comerciales que rozan los 500.000 millones de euros al año.

El comercio bilateral en bienes mueve cada día 1.000 millones de euros entre los dos bloques, según los datos de la CE. Una cifra que hace palidecer los 11.500 millones de euros que supusieron las importaciones de paneles solares chinos en todo 2012.

No parece posible que se pueda poner en peligro el negocio de todo un año por una facturación equivalente a 11 días. Pero lo cierto es que las escaramuzas comerciales pueden agriarse rápidamente, sobre todo en un momento de crisis en el que cada socio intenta proteger lo más posible su industria.

Conferencia

Ayer mismo, la Comisión Europea celebró en Bruselas una conferencia de alto nivel sobre “el renacimiento industrial de Europa”, una campaña que pretende marcar un giro en una política que había dado prioridad casi absoluta al sector servicios frente al manufacturero.

Pekín considera que las medidas antidumping adoptadas por Bruselas forman parte de una oleada proteccionista de esa nueva industria, a costa de “dañar seriamente” a la producción de un país muy dependiente de sus exportaciones a Occidente. Y el enfado del Gobierno chino es mayúsculo porque además de las placas solares, Bruselas ha abierto de oficio (sin esperar la queja de ninguna empresa) una investigación sobre el posible dumping en productos de telefonía móvil, un caso que amenaza aún más las relaciones.

“La retórica por parte de China está siendo muy dura”, advierten fuentes del sector energético partidarias de no imponer los aranceles. Y destacan la rapidez de Pekín en anunciar represalias tan pronto como la Comisión Europea aprobó el pasado 4 de junio la imposición de un arancel del 11,8% sobre las placas solares.

Fuentes diplomáticas, sin embargo, dudan que el conflicto solar pueda desencadenar una guerra comercial más abierta. “Nadie contempla esa posibilidad”, señalan esas fuentes. Y añaden que las dos partes disponen todavía de margen para negociar. Los aranceles provisionales del 11,8% que entraron ayer en vigor permiten alcanzar un acuerdo durante los próximos dos meses.

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