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El organismo internacional ve “notables fallos”

Enfrentamiento abierto entre el FMI y Bruselas por el rescate griego

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Protestas contra la troika en Lisboa
Protestas contra la troika en LisboaRAFAEL MARCHANTE (REUTERS)

El Fondo Monetario Internacional (FMI) admite en un informe interno marcado como "estrictamente confidencial" que ha cometido importantes errores en los últimos tres años en el manejo del rescate de Grecia y acusa a la Comisión Europea de "escaso éxito" en la implementación y "falta de experiencia", según recoge el documento que adelantó The Wall Street Journal

Además de este documento, el organismo que dirige Christine Lagarde señala que los “fallos” en el primer rescate a Grecia deben ser valorados en el contexto de una “crisis excepcional” y la urgencia en actuar, y aseguró que con la misma información se habría “hecho lo mismo”.

“El informe valora cómo podrían haberse hecho las cosas de manera diferente. Pero en ese momento, con la misma información, habríamos hecho lo mismo”, dijo Gerry Rice, portavoz del Fondo en su rueda de prensa diaria.

Rice respondió así a las preguntas de los periodistas sobre el informe divulgado la víspera en el que el FMI admite “notables fallos” en el primer programa de rescate a Grecia y reconoce que tuvieron como consecuencia que “la economía (helena) se enfrentase a una recesión mucho más profunda de lo previsto”.

Por su parte, la Comisión Europa no ha dudado esta mañana en responder y ha defendido su papel en el rescate. Asimismo, desde Bruselas han indicado que "no está de acuerdo" con algunas de las conclusiones del informe, según ha asegurado el portavoz del Ejecutivo comunitario para Asuntos Económicos y Monetarios, Simon O'Connor.   “Una quiebra sin control de Grecia en 2009 o 2010 (...) creemos que hubiera tenido consecuencias devastadoras no solo para la zona euro, sino para la propia Grecia, y esa es la clave”, aseguró.

 En el detalle de las autocríticas, el informe del FMI reconoce que la institución subestimó el daño que sus recetas de austeridad causaría a la economía griega, que ha permanecido durante años estancada en la recesión.

Además, señala que reestructurar la deuda griega imponiendo una quita a los tenedores de bonos antes de 2012 (cuando se realizó dicha quita) habría sido mejor, pero esta decisión no se llevó a cabo porque era "difícil políticamente" a causa de la oposición de gobiernos europeos cuyos bancos tenían deuda griega. 

La entidad afirma que esta respuesta  compró tiempo para limitar la caída del resto de los 17 países que forman la unión monetaria. Admite que el mayor beneficio del rescate no fue tanto Grecia como el conjunto de la eurozona.

En este sentido, la institución dirigida por Christine Lagarde afirma que forzó sus normas para hacer que la creciente deuda de Grecia fuera sostenible y que, en retrospectiva, el país incumplió tres de los cuatro requisitos del FMI para poder recibir ayudas.

En los últimos tres años, los responsables del Fondo, incluida Lagarde, han incidido en que la deuda de Grecia era sostenible, pero el documento describe las incertidumbres que rodean el rescate como "tan significativas que el equipo era incapaz de asegurar que era sostenible con una alta probabilidad".

Por otro lado, el texto también reconoce que fue demasiado optimista sobre las perspectivas del Gobierno griego acerca de su regreso a la financiación de los mercados, así como sobre su capacidad política de implementar las condiciones incluidas en el programa de rescate.

Críticas a la Comisión

En cuanto al papel de la Comisión Europea (CE), el FMI se muestra también crítico, ya que, dado que tiende a diseñar sus posiciones políticas por consenso, ha mostrado un "escaso éxito" a la hora de implementar las medidas y no tiene experiencia en gestión de crisis.

En este sentido, el Fondo añade que sus socios europeos se han centrado más en el cumplimiento de la normativa europea que en el impacto del crecimiento y que no fue capaz de contribuir mucho a la identificación de reformas estructurales que mejoren el crecimiento.

Por otra parte, también señala que ninguno de los miembros de la troika consideraban el acuerdo "ideal" y que había "marcadas diferencias de opinión", especialmente en lo que se refiere a las previsiones de crecimiento. Sin embargo, incide en que a Grecia se le obligó a cumplir unos objetivos fiscales "cada vez más ambiciosos".

Respuesta de Bruselas

Por su parte, la Comisión Europea se ha mostrado especialmente crítico, en concreto, con dos puntos del informe del FMI, según O'Connor.

En primer lugar que la quita aplicada al sector privado sobre la deuda pública debería haberse ejecutado antes, en 2010, y que no se impusieron suficientes reformas estructurales al país para apuntalar su economía.

Respecto a la reestructuración de la deuda del país, “el informe ignora en este punto la interconexión que existe entre los países de la euroarea y una quita hubiera podido suponer un contagio sistémico en ese momento y hubiera debilitado el programa” griego, afirmó el portavoz.

“Una quiebra sin control de Grecia en 2009 o 2010 (...) creemos que hubiera tenido consecuencias devastadoras no solo para la zona euro, sino para la propia Grecia, y esa es la clave”, aseguró.

Respecto a las reformas, O'Connor indicó que la crítica del FMI está “simplemente equivocada y no tiene fundamento” y defendió que la CE “ha sido una gran impulsora tras la parte de reformas estructurales del programa”.

“Hoy, el programa de reformas está en el buen camino y hay claros signos de estabilización y de confianza en Grecia”, afirmó.

El portavoz defendió también las previsiones macroeconómicas presentadas por la CE a principios de mayo, que estiman que Grecia saldrá de la recesión en 2014, frente a la postura del informe del FMI que espera que se retrase aún más.

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