El yen seguirá cuesta abajo y ¿sin frenos?
La depreciación del yen seguirá al compás de la política ultra expansiva del BOJ Frente al billete verde ha roto la barrera de los 100 yenes por dólar
El yen todavía no ha agotado su rally bajista ante el dólar y el euro. Los expertos están convencidos de que la depreciación de la divisa nipona frente al resto de monedas, que viene de largo, continuará en los próximos meses, al compás de la política ultra expansiva adoptada por el Banco de Japón (BOJ) a principios de abril, basada en una ampliación de la base monetaria del país asiático (desde 138 billones de yenes a 270 en 2014) y en la compra de deuda soberana, con unos tipos de interés que se mantendrán en mínimos.
Precisamente, la política monetaria aún más agresiva del banco central japonés, con el nuevo gobernador Haruhiko Kuroda al frente, ha acelerado la caída del yen en las últimas semanas, marcando sus cambios más bajos contra las principales divisas. Frente al billete verde ha roto la barrera de los 100 yenes por dólar hasta tocar un máximo de 103,21, mientras que el euro se ha llegado a cambiar a 132 yenes.
Bastan un par de cifras para hacerse una idea de la potente inyección de liquidez que pretende el BOJ. “Si en unos cinco años, desde el inicio de la crisis, la Fed ha inyectado unos dos billones de dólares (el 13% de su PIB), el BOJ introducirá en tan solo dos años 1,32 billones (el 28% del PIB). Es decir, queda por inyectar un 66% más de liquidez”, apunta Bankinter en su último informe de perspectivas de divisas. “Un incremento de la masa monetaria de esta envergadura sólo puede ser depreciatorio para la divisa”, añade la entidad.
“En Japón hay un objetivo declarado de debilitar el yen”, argumenta Daniel López de Argumedo, de Finagentes Gestión. De hecho, desde la llegada de Shinzo Abe a la presidencia de Japón a finales de 2012, con un ambicioso programa de estímulos bajo el brazo para luchar contra la deflación y revitalizar la economía, el dólar se ha revalorizado un 28% respecto al yen. Por su parte, el euro se ha apreciado casi un 40% ante la divisa japonesa desde los mínimos del pasado mes de julio.
“La tendencia del yen responde en gran medida a la estrategia de las ‘tres flechas’ prometida por el Ejecutivo de Abe” para reactivar Japón y alcanzar un objetivo de inflación del 2% para 2015, explica López de Argumedo. La llamada popularmente ‘Abeconomía’ implica políticas fiscales, monetarias y estructurales. Quedaría por concretar la última medida (flecha) en el mes de junio. “La integración de estas tres variables conllevará una continuidad de la depreciación del yen”, sostiene el analista de Finagentes Gestión.
Además, hasta el momento nada ha obstaculizado la política expansiva de Japón, que no ha recibido ningún tipo de presión internacional para frenar la depreciación del yen. El propio G20 ha evitado condenar la polémica actuación del país asiático para salir de la crisis. La semana pasada, incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) aplaudió "el arranque prometedor" del plan de recuperación de Japón.
Así, ante este escenario, el consenso no descarta que en los próximos meses el yen pueda bajar hasta las 135-140 unidades por euro y hasta un rango de 110-115 yenes por dólar. Daniel Álvarez, analista de XTB, sostiene que “el movimiento a la baja del yen no ha terminado. El hecho de que se haya calmado un poco en los últimos días se debe a una cierta aversión al riesgo que ha provocado cierres negativos en las Bolsas, pero la tendencia es a seguir depreciándose”.
En el cruce frente al dólar, “la posibilidad cada vez más cercana de que la Fed de EE UU empiece a retirar su programa de compra de deuda, va a generar una apreciación del dólar frente al yen”, asegura Álvarez. En el caso del euro, “en la medida en que las políticas del BCE sean más expansivas, con nuevas bajadas de tipos y apoyo a las pymes, es razonable pensar que el cambio supere los 133 yenes por euro”, señala.
Para José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, la depreciación del yen “va a depender de las autoridades japonesas y del aguante del resto de las autoridades internacionales cuyas monedas sean la contrapartida del desplome del yen”.