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Asegura que esta medida no está en la reforma energética

Soria descarta ampliar la vida de las nucleares de 40 a 60 años

Apoya en Burgos la continuidad de Garoña Deja abierta la puerta para cambiar el impuesto nuclear

El ministro de Industria, José Manuel Soria, esta mañana, durante la visita a la planta de I+D+i del Grupo Antolín en Burgos.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, esta mañana, durante la visita a la planta de I+D+i del Grupo Antolín en Burgos.

El Ministerio de Industria no prevé alargar la vida de las centrales nucleares de 40 a 60 años en el marco de la reforma energética que está elaborando y que presentará en las próximas semanas. Así lo aseguró esta mañana su titular, José Manuel Soria, en un desayuno informativo en Burgos organizado por la Radio Televisión de Castilla y León, en referencia a la decisión del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de prorrogar un año la licencia de la central de Santa María de Garoña, tal como han solicitado Endesa e Iberdrola, sus propietarias a través de Nuclenor, y que Industria apoya.

 Todos los rumores apuntan a que las eléctricas estarían dispuestas a mantener la actividad de la planta de Garoña, en línea con los deseos del Gobierno de Mariano Rajoy, siempre que este aprobara una ampliación legal de la vida del parque nuclear español de 40 a 60 años.

El ministro detalló que en la citada reforma solo se incluirán los cambios de reparto del mix energético, tanto de régimen general como especial, pero insistió en que en este momento no se va a revisar la duración de la vida útil de las nucleares. Para Soria, es “una prioridad” que continúe la actividad de la central burgalesa, que es una cuestión en trámite” tras la solicitud de Nuclenor para poder mantener la planta un año más en régimen de “parada fría”.

En este sentido, aseguró que el Gobierno está “convencido” de que Garoña “no va a cerrar” y “tiene indicios” de que va a ser así, por lo que en este momento no se plantean planes de reactivación alternativos para la zona. Soria advirtió que el Gobierno “no va a modificar” la carga impositiva, que sirvió a Nuclenor como argumento para detener la actividad de Garoña en diciembre de 2012. Unos tributos que “no gustaron” a las empresas del sector, pero que “no van a ser modificados porque son necesarios”. Sin embargo, el ministro canario ha dejó abierta la puerta a que Hacienda pueda “interpretar” el texto legal que fija esos impuestos, tal y como han solicitado Endesa e Iberdrola.

Estas se encuentran a la espera de la respuesta a una consulta que elevaron a la Dirección General de Tributos hace varios meses para saber si podía “estar exenta o ser objeto de reducción” de alguno o varios de los nuevos impuestos fijados por el gobierno a principios de este año. Las dueñas de Garoña consideran que el impuesto que grava el material irradiado es retroactivo.

El ministro desveló que la Secretaría de Estado de Energía estudia actualmente el informe emitido el viernes por el CSN favorable a que Garoña se mantenga otro año. Ese informe, según Soria, servirá para determinar la posición del Gobierno, que “respetará lo que diga el CSN porque no tiene prejuicios a favor ni en contra de Garoña ni de la energía nuclear”.

Soria concluyó que España “no puede permitirse el lujo” de prescindir de energía nuclear ya instalada y con una larga fase de amortización, siempre que se respeten las condiciones de seguridad. “El Gobierno no tiene ningún tipo de prejuicio, ni a favor ni en contra, siempre que haya medidas de seguridad y ambientales”, dijo Soria, que se mostró “totalmente partidario desde el punto de vista energético”.

El CSNaprobó el viernes con tres votos a favor y dos en contra autorizar el aplazamiento del cierre de Garo ña hasta el 6 de julio de 2014.

Narbona insiste en que se han recibido presiones

Las dos consejeras socialistas que votaron el viernes en contra de otorgar un año de plazo a Garoña, Cristina Narbona y Rosario Velasco, remitieron ayer sus respectivos votos particulares, que serán publicados en la web del CSN el miércoles. Aunque Narbona denunció el viernes presiones del Gobierno al organismo que preside Fernando Marti, Velasco negó dichas presiones. También el consejero que representa a CiU, Antonio Gurguí, ofreció sus arguentos en un voto.

En el suyo, Narbona considera que ha sido un proceso “inédito y ad hoc” para facilitar que su titular pueda pedir una renovación de su licencia de explotación hasta 2019, y más allá de esa fecha es una vía que “queda cerrada”, informa Efe. La exministra socialista de Medio Ambiente señala que la vía para cursar una solicitud de renovación por un periodo superior a 2019 queda cerrada, “tal y como reconocen los propios informes técnicos del CSN, al obligar al titular a presentar una nueva solicitud” tres años antes de la fecha de concesión.

La consejera socialista afirma que la decisión genera “incertidumbres” sobre la aplicación en el futuro de criterios y de buenas prácticas en próximas peticiones de renovación de explotación de reactores nucleares. Y “se ajusta al mínimo cumplimiento de la legalidad, pero no al principio básico del mejor cumplimiento de la seguridad nuclear y radiológica”. Narbona es partidaria del cese y de que después se conceda una nueva autorización, por ser la vía más recomendable y segura.

Por su parte, Gurguí declaró ayer que “nos han metido en un fregado que no nos correspondía y no me gusta,. Y para el futuro, aviso de que aquí hay unos plazos que hay que respetar”. Pero durante el debate se argumentó que la función del CSN es “la seguridad” y no el procedimiento.

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