_
_
_
_
El Foco
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El seguro de vida, un aliado para hacer frente a la viudedad

En los años 50 del siglo pasado, en Estados Unidos se abordó un estudio, denominado posteriormente Widows Study, que sirvió para conocer la situación en la que se quedaban las viudas en aquel país y el papel que el seguro de vida podía desempeñar en situaciones de este tipo. Este trabajo, que fue muy significativo en su momento para el desarrollo del seguro de vida en Estados Unidos, sirvió asimismo como base del debate para establecer una regulación sobre este tipo de productos. Además, puso en evidencia la necesidad de contratar capitales suficientes para poder mantener un nivel de vida similar al que se tenía antes de enviudar.

Hoy, igual que entonces, quedarse viudo o viuda aboca a una situación complicada, que implica un cambio drástico en la vida de una persona: a la soledad de perder la pareja hay que unir, en muchos casos, un considerable descenso de los ingresos económicos, que repercute en la calidad de vida de las personas.

Los seguros de Vida Riesgo sirven de complemento a las pensiones públicas de viudedad

Para ahondar en esta realidad, Mapfre Vida encargó hace un año un estudio, La viudedad y la importancia del seguro de Vida-Riesgo en España a la consultora Random, con el fin de conocer la situación real a la que se enfrentan los viudos y viudas en España y concienciar a la sociedad sobre la necesidad de contar con instrumentos privados que ayuden a compensar la pérdida de poder económico que esta situación conlleva. La importancia de este estudio, dirigido por José Jurado Gil, ex director general de ICEA -asociación dedicada al estudio e investigación de materias relacionadas con el sector asegurador- radica en que se trata de un trabajo cualitativo, que se ha realizado en base a un profundo análisis de la situación en la que quedan las familias cuando uno de los cónyuges fallece a través de largas entrevistas personales.

La viabilidad y sostenibilidad de los sistemas públicos de previsión, tal y como están concebidos actualmente, es muy difícil de mantener y, por ello, es tan importante contar con instrumentos privados que ayuden a los viudos/as a mantener su nivel de vida. Creemos que los seguros de Vida Riesgo tienen un papel importantísimo como complemento a las pensiones públicas de viudedad, que en la actualidad se sitúan, como media, en poco más de 600 euros mensuales.

La mayoría de los ingresos extraordinarios que reciben los viudos proviene de los seguros contratados

Es muy importante señalar que la situación de los viudos ha cambiado de forma considerable en las últimas décadas. Hoy, cuando fallece una persona, el desamparo económico en el que queda su pareja se extiende en muchos casos también a los hijos, que, aún estando en edad de trabajar, con una tasa de desempleo juvenil superior al 50%, no pueden hacerlo. Por ello, este estudio se ha centrado en los viudos cuya edad está comprendida entre los 25 y los 60 años, que son el segmento de la población que sufre mayor impacto económico por esta situación.

En la actualidad, en España, existen en total alrededor de 3,4 millones de viudos y viudas que, de acuerdo con la muestra realizada en el estudio, han visto cómo sus ingresos se han reducido una media de 656 euros mensuales en el momento en que uno de los cónyuges falleció.

Esta situación es más dramática en el caso de las mujeres, entre otras razones, porque hoy todavía sigue siendo el varón el que aporta el 75% de los ingresos familiares, que según los datos de este estudio se elevan de media a 2.344 euros mensuales.

Por cada hombre que se queda viudo, son cinco las mujeres que enviudan, y son las más perjudicadas económicamente, ya que sus ingresos disminuyen en más de 800 euros mensuales, lo que, en muchos casos, conlleva serios problemas para hacer frente a los gastos habituales del hogar. En el caso de los viudos, la reducción de ingresos es bastante inferior, ya que apenas disminuyen 200 euros al mes. Esta diferencia se debe, básicamente, al hecho de que el 96% de los viudos trabajaba antes de que su mujer falleciese, mientras que en el caso de las mujeres solo trabajaba el 56%.

Indudablemente, la situación emocional y el sentimiento de soledad es lo que más angustia a los viudos en el primer momento, pero una vez superada esa fase, el deterioro de su nivel de vida se convierte en preocupación principal. Un deterioro que, a menudo, comienza a notarse incluso antes del fallecimiento del cónyuge, cuando éste se produce por enfermedades que provocan un aumento considerable de los gastos del hogar. Esta circunstancia es todavía más angustiosa y dramática en los hogares en los que viven hijos dependientes económicamente, situación que se produce en el 40% de los casos.

Contar con apoyo económico en esas situaciones es básico para poder mantener no solo el nivel de vida, sino, incluso, para poder hacer frente a los gastos habituales del hogar. Por ello, el seguro de vida –con un capital adecuado- es el aliado estratégico de las familias para superar la situación, y así lo cree el 90% de los encuestados, que considera que, si no hubiese tenido este instrumento, su situación económica actual sería peor. De hecho, uno de cada cuatro viudos cree que el seguro de vida ha permitido que sus hijos continuasen con los planes de estudios que se habían trazado y el 8% de los viudos afirma que les ha servido para poder pagar la hipoteca.

El seguro se configura como una gran ayuda económica ante un cambio familiar tan importante como es la viudedad y, de hecho, la mayoría de los ingresos extraordinarios que reciben los viudos proviene de los seguros contratados. Pero es importante reconocer que no suelen ser suficientes para compensar la pérdida de ingresos del hogar durante un periodo de al menos cinco años, que es la situación idónea que debe cubrir cualquier instrumento de previsión. Por ello, es muy importante cuando uno contrata un seguro de vida calcular bien el capital que se suscribe y evitar así sufrimiento añadido a las personas que nos sobreviven.

En España, existen actualmente más de 21 millones de pólizas de seguro de vida. Cifra importante, sin duda, pero todavía alejada de la media de contratación en otros países de nuestro entorno, donde el seguro de Vida se ha convertido en una herramienta habitual de protección para la sociedad.

Juan Fernández Palacios es consejero celegado de Mapfre Vida

Archivado En

_
_