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Columna
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La bajada de tipos de interés, en peligro

Mario Draghi vuelve a ser esta semana el centro de atención. Lo que debería haber sido una decisión sin importancia sobre los tipos de interés generará polémica sea cual sea el resultado. El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) tendrá que acordar en su reunión del próximo dos de mayo si rebaja o no los tipos de interés. En caso de hacerlo, esta medida se consideraría una obviedad, pero la situación política de la zona euro dota a la decisión de una trascendencia que no debería tener.

Puede que los que defienden el descenso hayan puesto demasiada esperanza en esta medida

Desde la última vez que el BCE rebajó los tipos –dejándolos en un 0,75%, en julio de 2012– la crisis de la zona euro se ha agudizado, la inflación ha descendido desde el 2,4% hasta el 1,7%, y el banco central japonés se ha embarcado en el esfuerzo de realizar una impresión masiva de dinero. Mientras tanto, el euro se ha apreciado un 8% frente al dólar y la libra, y un 35% frente al yen. Los mercados de bonos se han calmado, pero las empresas de las economías europeas más cuestionadas todavía se financian a unos precios prohibitivos –cuando lo hacen. Puede que los que defienden un recorte en el precio del dinero hayan puesto demasiada esperanza en los beneficios de esta medida: es poco probable que la zona del euro salga de su letargo económico en caso de recortar los tipos un 0,25% más.

Por su parte, Angela Merkel dio a entender la semana pasada que la economía alemana necesitaría una subida de tipos. La canciller podría haber intentado señalar simplemente que la tarea del BCE es complicada, ya que tiene que diseñar una política monetaria común para economías en diferentes situaciones. Aunque también estaba siendo un poco hipócrita. Como, incluso el Bundesbank admite, la economía alemana está lejos de sufrir un sobrecalentamiento y la inflación se mantiene baja. Merkel sí que tendrá que lidiar con la frustración de los alemanes que ven sus ahorros erosionados por el bajo precio del dinero. Pero Draghi podría responderle que garantizar a los depositantes un rendimiento razonable no forma parte de las atribuciones del BCE. Además, los ahorradores alemanes se beneficiarán en última instancia de una zona euro en mejor forma.

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