Bruselas prevé que la recesión en España dure hasta el año que viene
Advierte a España de los desequilibrios y urge a seguir con las reformas Cree que el paro seguirá subiendo hasta el 27% este año
Pesimismo y una pequeña regañina. La Comisión Europea ha advertido hoy a España por unos desequilibrios macroeconómicos que considera “excesivos”, y ha subrayado la necesidad de tomar medidas como una revisión del impacto de la reforma laboral, completar “rápidamente” la reforma bancaria y reforzar las políticas activas de empleo, en palabras del comisario Olli Rehn.
El Ejecutivo comunitario cree, además, que la recesión podría prolongarse hasta avanzado 2014 debido al riesgo de "retroalimentación negativa" entre la contracción económica, el desendeudamiento y la volatilidad de los mercados financieros. Además, el paro seguirá subiendo hasta el 27% este año, y el aumento del desempleo de larga duración "podría reducir el potencial de crecimiento de la economía".
Agenda de reformas
Con todo, el Ejecutivo comunitario reconoce los esfuerzos ya hechos por España, pero consideró que “la agenda de reformas sigue estando incompleta”. En particular, Bruselas pide al Gobierno que revise la reforma laboral aprobada el año pasado para garantizar que cumpla los objetivos de "más eficacia y reducción de la dualidad del mercado laboral, mayor flexibilidad interna, un proceso de negociación salarial que garantice un mejor alineamiento de los salarios con las condiciones económicas, más empleabilidad de los jóvenes y mayor uso de contratos fijos".
También reclama "reforzar las políticas activas de empleo, los servicios públicos de empleo y la formación profesional". "La capacidad de ajuste de la economía, la absorción del gran número de parados y la competitividad dependen decisivamente de un mercado laboral que funcione bien", avisa el Ejecutivo comunitario.
Además, España deberá seguir haciendo "continuos esfuerzos" en los próximos años para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas. "La credibilidad del ajuste fiscal se vería reforzada basando la consolidación en medidas estructurales, también para garantizar la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social", señala el informe.
La Comisión solicita al Gobierno que "complete rápidamente" la reestructuración y recapitalización de los bancos que se han beneficiado del rescate de la UE y las reformas exigidas en el sector financiero, y que impulse otras fuentes de financiación, en particular para las pymes. También aboga por medidas para impulsar el mercado del alquiler.
Finalmente, el Ejecutivo comunitario espera del Gobierno más iniciativas para liberalizar los mercados de productos y servicios, incluyendo las industrias de red, y una revisión del sistema impositivo para que sea más compatible con el crecimiento.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya anunció el lunes que el próximo día 26 presentará un nuevo plan de reformas, que afronta algunas de las demandas de Bruselas, como las relativas a facilitar la internacionalización de las empresas o la financiación de las PYMES. Pero falta por ver si son suficientes para Rehn.
El ejecutivo comunitario pidió el año pasado a España un plan para mejorar la competitividad de la economía española. Pero muchas de las reformas anunciadas no se han adoptado y, en algunos casos, el ejecutivo español incluso ha dado pasos en la dirección contraria a la planteada por Bruselas, como la regulación más estricta algunas profesiones liberales o la intención de suprimir órganos de control de la competencia como la CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones).
Previsiones de crecimiento
Respecto a las previsiones económicas, considera la Comisión que la reducción de la renta disponible, el aumento del paro y la caída de los precios de la vivienda (un 31% en términos nominales desde su tope) están reduciendo la capacidad de los hogares para reducir sus deudas. "El ajuste en el sector de la vivienda no se ha completado, y son probables nuevas caídas tanto en los precios como en la inversión", apunta el informe.
La deuda privada tan sólo se ha reducido 15 puntos desde su máximo del 227% del PIB en 2010.La disminución ha sido más rápida en las empresas no financieras que en el ámbito doméstico, aunque Bruselas alerta de que "los créditos morosos han aumentado y se espera que suban todavía más debido a la larga duración de la recesión económica".
La deuda externa neta (alrededor del 90% del PIB) y la posición negativa de inversión internacional "siguen estando próximas a sus topes históricos". Ello condujo en 2012 a la pérdida de confianza del mercado en los activos españoles y a una salida de capitales privados. "Pese a una reciente relajación, la confianza de los mercados financieros sigue siendo muy sensible a los acontecimientos económicos y políticos", apunta la Comisión.
El único indicador que ha mejorado mucho es el déficit por cuenta corriente, que ha pasado de cerca del 10% en 2007 a menos del 1% en 2012. Sin embargo, Bruselas alerta de que parte de esta mejora se debe al aumento de la productividad provocado por la destrucción de empleo y señala que ni siquiera la reducción de los costes salariales se ha repercutido en los precios finales.
Finalmente, Bruselas dice que el déficit público sigue siendo alto y que la deuda, que alcanzó el 84% del PIB en 2012, "seguirá registrando aumentos sustanciales en los próximos años".
Revisión de objetivos y posibles multas
El ejercicio de revisión de los desequilibrios se llevó a cabo el año pasado por primera vez. Entonces se saldó sin ninguna consecuencia para los 12 Estados, entre ellos España, sometidos a vigilancia. Pero en esta segunda edición la advertencia ha subido de tono.
El procedimiento por desequilibrios excesivos prevé dos tipos de sanciones, pero solo para los países de la zona euro que estén sometidos a un plan de corrección, una vía que nunca se ha utilizado hasta ahora y que podría estrenarse en este ejercicio.
En primer lugar, una multa anual de hasta el 0,1% del PIB si el país expedientado presenta un plan de medidas correctoras que, por dos veces consecutivas, no logra convencer al Eurogrupo (consejo de ministros de Economía de la zona euro).
Si el Eurogrupo acepta el plan, la Comisión vigilará su cumplimiento y suspenderá el expediente si se da por satisfecha. Pero si no se cumple el programa, Bruselas podrá imponer una sanción anual de hasta el 0,1% del PIB.
Las sanciones, de hacerse firmes, irán a engrosar los recursos del fondo de rescate de la zona euro (Mecanismo Europeo de Estabilidad).