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Quiere cerrar cualquier posibilidad de que el ahorro minorista pueda utilizarse en un rescate

La banca pide al Gobierno que blinde todos los depósitos en una norma

La gran banca se reunió el pasado 1 de abril en la sede de BBVA La solución inicial planteada en Chipre ha suscitado dudas

Fachada del Banco de España
Fachada del Banco de EspañaPablo Monge

Parecía que el presente ejercicio iba a ser el año de inflexión en la crisis por la que atraviesa España desde hace ya más de un lustro. El último trimestre comenzaría a dar signos positivos que harían cambiar el ciclo para iniciar la reactivación definitiva en 2014. Pero los datos macroeconómicos que vuelve a manejar la banca no son tan optimistas, sobre todo para el negocio financiero. La banca, además, quiere ponerse la venda antes de que se pueda producir cualquier herida. Los bancos van a reclamar al Gobierno, para que este a su vez lo haga ante Bruselas, que blinde los depósitos minoristas, sea cual sea la cantidad, ante futuros rescates.

La banca, a través de la AEB y de la CECA, redactará un documento que entregará al Gobierno en el que recogerá su petición de que el concepto de depósito no figure en ninguna norma relacionada con futuros rescates. Quieren evitar así cualquier tentación de un país europeo para que utilice o pueda utilizar los depósitos minoristas como vía de rescate estén por encima o no de los 100.000 euros, como ocurrió en Chipre.

La UE garantiza a través de una directiva los depósitos de todos los europeos hasta un máximo de 100.000 euros. En España esta norma está recogida en el decreto que regula el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Pero la banca pretende ir más lejos y no dejar ninguna laguna por la que Europa pueda incluir la palabra depósito como fórmula para futuros rescates. “Queremos que el concepto de depósito no aparezca en ninguna norma relativa a un rescate”, explican fuentes bancarias. La crisis de Chipre, con soluciones inicialmente que podían considerarse disparatadas para el ahorrador minorista, ha generado un mar de dudas “que deben cerrarse”, insisten otras fuentes financieras, que recalcan, no obstante, que las fórmulas manejadas para rescatar Chipre son irrepetibles.

El pasado lunes 1 de abril en una cena de la gran banca convocada por la AEB, y a la que asistieron también los presidentes de las dos principales entidades de la CECA, Isidro Fainé, responsable de CaixaBank, y José Ignacio Goirigolzarri, de Bankia, acordaron pedir al Gobierno que cree una norma o incluya por escrito en alguna de las existentes un artículo para proteger los depósitos ante cualquier rescate sea cual sea la cantidad depositada en el banco.

En esta reunión se abordó también la situación de la economía española. La exposición del presidente de la AEB, Miguel Martín, fue muy negativa para el sector financiero, explican fuentes financieras. A la cena acudieron, además de los ya citados, Alfredo Sáenz, consejero delegado de Santander, Ángel Cano, consejero delegado de BBVA, que fue el anfitrión, y Ángel Ron, presidente de Banco Popular.

“Existe una gran preocupación en el sector porque el año va a ser muy difícil para la banca. La situación macroeconómica es complicada. El paro seguirá creciendo y eso va a provocar que la morosidad suba aún más”, afirman fuentes bancarias.

Los asistentes, además, se quejaron de las últimas medidas impuestas por el ministro de Economía, Luis de Guindos, para la banca sana. La derrama al FGD que debe aportar la gran banca sana de unos 1.200 millones para que este fondo adquiera las participaciones preferentes de Novagalicia y Catalunya Banc no ha sentado muy bien a los principales banqueros del país. También se quejaron de las aportaciones que han realizado a Sareb para sanear los activos inmobiliarios de la banca con ayudas.

Otra queja y petición de la gran banca es que el Gobierno fomente más medidas “que permitan el crecimiento económico del país”. Esta es, de hecho, una de las peticiones que va a realizar el sector a través de la AEB, y puede que de CECA, al Gobierno: “que tome medidas para fomentar el crecimiento económico”. Los bancos explican que ya están todos cumpliendo con las condiciones impuestas por Bruselas para concederles finalmente 42.000 millones en ayudas. “Ahora le toca al Gobierno hacer todo lo que esté en su mano para que Bruselas flexibilice sus exigencias de déficit público, de lo contrario la asfixia nos impedirá crecer”, dicen las mismas fuentes.

En la banca también sobrevuela la posibilidad de que ante el aumento de la morosidad Guindos pueda exigir nuevas provisiones, pese a que el ministro lo ha descartado ya en varias ocasiones. La propuesta parece más encaminada a que las provisiones genéricas tengan un destino concreto en unos meses, pero no a pedir más dotaciones.

Goirigolzarri y Fainé también van a la AEB

No son miembros de la AEB, pero con cada vez más frecuencia acuden a reuniones de la Asociación Española de Banca. La AEB invitó el pasado 1 de abril a José Ignacio Goirigolzarri y a Isidro Fainé a este acto al considerar que los temas a tratar eran lo suficientemente importantes como para reclamar también su presencia y opinión. Todas las fuentes consultadas insisten en que en la reunión no se abordó la unión de las dos patronales del sector, AEB y CECA. Pese a ello, son cada vez más frecuentes las reuniones en la que asisten tanto los miembros de la patronal de la banca como la de las antiguas cajas. La AEB cambió en su última asamblea sus estatutos para dar entrada a cualquier entidad de crédito. Fuentes financieras aseguran que representantes de CECA y de AEB han mantenido conversaciones sobre la unión de las dos patronales, pero CECA se ha negado.

 

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