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Columna
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Cosas buenas y malas de Thatcher

El gobierno de Margaret Thatcher destruyó y creó. Sus tipos de interés súper altos y una libra fuerte devastaron la industria, y después la reforma de 1986 destruyóla Cityde Londres. Pero la reducción de tasas de impuestos marginales y la derrota de los sindicatos restauraron la vitalidad económica de Gran Bretaña.

Thatcher no fue criada como conservadora. Su padre, un exitoso alcalde de Grantham, era un liberal que apoyaba al Gobierno Nacional de 1931. Ella no compartió ni el paternalismo de Disraeli ni la creencia de Lord Liverpool de que la economía de libre mercado debería ser atemperada con el respeto a las instituciones clásicas.

La reforma dela Cityde 1986 se basaba en una ideología que no tuvo en cuenta los tres siglos de historia financiera de Gran Bretaña. Socavó los bancos comerciales de Londres y con ellos la ventaja comparativa del país en servicios financieros. Tuvo otros fracasos: el acuerdo de 1979-1980 de Rodesia/Zimbabue. Falló en su escepticismo sobre las estimaciones de los costes del túnel del Canal, dejando a Gran Bretaña con una limitada conexión continental en lugar de un enlace mayor y generador de economía.

Thatcher fue acusada de ser excesivamente confrontadora. Sin embargo, su combatividad le permitió mantener su gabinete en línea con los difíciles primeros años 80, cuando un tipo de cambio sobrevalorado y unos altos tipos de interés estaban destruyendo gran parte de la capacidad de producción de Gran Bretaña.

Jugó un papel de apoyo importante para el presidente de EE UU Ronald Reagan en la derrota del Comunismo soviético y tensó al presidente George H. W. Bush en el período previo a la primera guerra del Golfo. Su voluntad de enfrentamiento era un punto clave. Sin él, no podría haber derrotado a los poderosos sindicatos, especialmente a los mineros, algo esencial para la supervivencia económica británica.

La perdurable fortaleza económica británica le debe mucho a Thatcher. Ella fue una inspiración para sus sucesores, y demostró que las políticas de libre mercado allanan el camino hacia la mejora de los niveles de vida.

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