La OCDE exige políticas de estímulo para superar la recesión
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que “hay elementos positivos” en la evolución de los países “periféricos” de la zona euro, los más afectados por la crisis, y que las reformas estructurales emprendidas constituyen “bases sólidas” para su recuperación.
En su informe de perspectivas publicado hoy, la OCDE consideró que para salir de la recesión en la eurozona, hace falta “un estímulo monetario y financiero” que permita “restablecer el mecanismo de transmisión del crédito”.
Eso debería llegar en parte con una nueva disminución de los tipos de Interés del Banco Central Europeo (BCE), ya que teniendo en cuenta “la debilidad de la demanda” y la baja inflación “hay todavía un poco de margen para reducirlos más”, indicaron los autores del estudio.
La organización también se pronunció por una flexibilización de los programas de reducción del déficit público, al constatar que “se han conseguido progresos considerables” y que en la mayoría de los países se ha realizado “la mayor parte del ajuste presupuestario necesario tras la crisis”.
Su economista jefe, Pier Carlo Padoan, explicó que “la consolidación fiscal debe continuar” con el objetivo de recortar “el déficit estructural” en los periféricos (los del sur e Irlanda).
Pero Padoan añadió que no hay que cumplir necesariamente las metas de déficit nominal inmediatamente para no agravar los efectos recesivos que tiene la caída del gasto público.
Es más, reiteró que los países con superávit en su balanza por cuenta corriente, “y en particular Alemania pueden hacer más” para estimular la actividad en el conjunto de la zona euro con subidas salariales y con una liberalización en el sector de los servicios.
El conocido como el “Club de los países desarrollados” hizo hincapié en que “las reformas estructurales, en particular en España, Grecia, Irlanda, Italia y Portugal, constituyen una base sólida para una recuperación de la competitividad y un aumento del empleo cuando la demanda se recupere”.
Preguntado sobre España, y en particular sobre el problema del paro, Padoan indicó que hay que seguir facilitando la entrada de jóvenes y mujeres en el mercado laboral con “medidas de flexibilidad”, puesto que “persiste el problema del dualismo” entre los que tienen un contrato indefinido y los otros, y programas de “formación selectiva” dirigida a esos colectivos.
El economista jefe destacó que “España ha hecho mucho en el ajuste bancario” y también que se han logrado “resultados en la competitividad”.
Consideró, por otra parte, que la crisis bancaria de Chipre no representa “un riesgo sistémico” para el conjunto de la eurozona, y además puso el acento en que ya se ha conseguido una solución.
Reconoció que este asunto “tal vez no se gestionó muy bien en términos de comunicación” y que hubo “confusión” en la preparación del salvamento de Chipre.
En cualquier caso, la organización advierte de que la moneda única “sigue siendo vulnerable a riesgos de fuerte deterioro porque el círculo vicioso entre la fragilidad del sistema bancario y las cargas de la deuda pública no se han eliminado totalmente”.
En sus previsiones para el primer semestre de 2013 -que se limitan a los miembros del G7-, la OCDE indica que las tres mayores economías de la eurozona (Alemania, Francia e Italia) tendrán un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de sólo el 0,4% entre enero y marzo; en los tres meses siguientes crecerán un 1%.
En el caso de Alemania, la OCDE precisa que su crecimiento será del 2,3% entre enero y marzo, y que aumentará al ritmo del 2,6 en los tres meses siguientes.
En Francia, la economía sufrirá un retroceso del 0,6% en el primer trimestre y se recuperará en el segundo, cuando su PIB crecerá un 0,5%.
En Italia, la OCDE pronostica una caída de su PIB del 1,6% entre enero y marzo y del 1% en los tres meses posteriores.
En el conjunto de los países miembros del Grupo de los Siete, la organización estima que el crecimiento del PIB alcanzará el 2,4% en el primer trimestre y que se ralentizará en el segundo hasta el 1,8%.
Para Estados Unidos pronostica un crecimiento del 3,5% entre enero y marzo y del 2% en los tres meses siguientes; en Japón prevé un 3,2% en el primer trimestre y un 2,2% en el segundo.