Cameron, ante un doble o nada
Ha llevado apenas una semana para comprobar que la política europea propuesta por el primer ministro británico David Cameron carece tanto de estrategia como de táctica.
La derrota de su gobierno sobre el límite a los bonus de la Unión Europea ha obligado a los banqueros a demostrar lo aislado que se ha quedado Londres en las tomas de decisiones de la unión. La derrota del partido conservador en las elecciones locales, en las que fueron relegados a la tercera plaza por el Partido Independiente británico (UKIP por sus siglas en inglés), antieuropeo, ha demostrado lo dividida que sigue estando la derecha política en Europa. Y Herman Van Rompuy ha echado un jarro de agua fría a las esperanzas británicas de que los tratados de la UE puedan ser renegociados. No es una prioridad, dijo el presidente del Consejo Europeo, apuntando a la puerta al subrayar que “hay una cláusula de salida” si el Reino Unido considera insatisfactoria su relación con la UE.
Los británicos están sin aliados en Europa, y deben explicar con claridad qué hay de insoportable en su situación actual, y por qué pueden justificar una opción radical como la salida. El plan de Cameron ha sido iniciar unas conversaciones de renegociación, y llevar los resultados a referéndum en 2017. Pero si los acuerdos no son renegociados, ¿en qué posición estarán? La única elección que se dejaría a los votantes sería del tipo, sí o no a la UE. Y, en ese caso, ¿por qué abogaría Cameron? ¿Le haría quedar mal decir que sí? ¿O debería ser responsable de las consecuencias de una salida radical?
El Reino Unido está aislado en Europa, y debe decir con claridad por qué se siente agraviada
Las elecciones locales de Eastleigh serán examinados en las capitales europeas, para buscar pistas sobre lo que podría hacer Cameron. Sus tibios pensamientos antieuropeos no le han ayudado a contener al UKIP. ¿Cambiará el rumbo o subirá el tono? En este caso, los acontecimientos podrían acelerarse, dejando al primer ministro en una situación que no le gustaría pero que no podría evitar. Si, por otro lado, Cameron opta por un discurso menos estridente, estará en la posición de un líder que intenta explicar a su gente.