Brufau ve difícil un pacto con Argentina para compensar YPF
Ganó 2.060 millones en 2012. Las cuentas están marcadas por la nacionalización de YPF. La producción de hidrocarburos, un 11% más.
Repsol ha presentado hoy la cuenta de resultados de 2012 con la advertencia de que en la comparación de los datos con los de 2011 han sido excluidos los de YPF, “de acuerdo con la normativa aplicable”. Y es que los resultados del año pasado están marcados por la expropiación de su filial argentina por parte del Gobierno de Cristina Fernández, y el importante volumen de desinversiones realizadas para cumplir un plan estratégico diseñado para contener la caída del rating.
Las cuentas así “reexpresadas”, y aún sin auditar, ofrecen un beneficio neto de 2.060 millones de euros, que es un 6,1% inferior al de 2011 por el efecto de los inventarios. El resultado neto recurrente fue de 1.954 millones, un 47% superior al de 2011 y el ebitda, 6.956 millones, sube el 26,6%. Repsol explica estos resultados por la mejora de las cuentas en Boliva, la reanudación de la actividad en Libia y por los mayores márgenes del refino (gracias a la ampliación de las plantas de Cartagena y Bilbao), que compensaron el “peor entorno de la química” y la bajada de las ventas en las gasolineras en España, que han caído un 25% desde 2008.
Un año después de que se anunciara la nacionalización de YPF, y con una demanda de arbitraje en el Ciadi por parte de Repsol, su presidente, Antonio Brufau, ve difícil alcanzar un acuerdo con Argentina para una compensación. Así lo ha expresado en la conferencia de analistas de esta mañana en la que ha presentado las cuentas y donde se mostró abierto “a cualquier acuerdo para compensar la confiscación”.
Respecto a la venta del negocio mundial de gas natural licuado (GNL) acordada el martes con Shell por 5.098 millones, Brufau considera esta operación que reforzará “la estructura financiera del grupo”. Al tratarse de un negocio intensivo en inversión, pero limitado en términos de crecimeinto, “puede ser más valioso para otras compañías”. De la operación ha quedado fuera la deficitaria planta de regasificación de Canaport, en Canadá, por la que deberá provisionar 1.300 millones de euros, una cantidad superior a la inversión inicial. Brufau dijo tener “mucho tiempo” para estudiar alguna “alternativa” si cambian las condiciones de mercado.
Cumplido el objetivo de desinversiones del plan estratégico, Repsol maneja la posibilidad, apuntada en dicho plan, de cambiar sus casi 3.000 millones en preferentes por un bono a largo plazo, cuyo interés compense el valor de cotización actual de estas acciones, algo que no se haría hasta que se materialice la venta del GNL a Shell, a finales de este año o principios del siguiente una vez superados los trámites pertinentes.
La deuda financiera neta de la petrolera a 31 de diciembre excluyenco Gas Natural Fenosa se situó en 4.432 millones de euros, 486 millones menos que un año antes (inlcuida esta participada, la deuda asciende a 11.663 millones). La operación de venta a Shell recortará la deuda (sin Gas Natural) a 2.200 millones.
Descartada alguna otra desinversión relevante, Repsol va a mantener su programa de dividendo flexible y propondrá a la junta el pago de un complementario de 0,50 euros por acción con cargo a los resultados del año pasado. También avanzó que la compañía tomará en breve alguna decisión sobre el 5% que tiene en autocartera desde hace un año. El paquete que no piensa vender es que tiene aún en YPF, el 12%. Entre otras razones, porque hacerlo sería ahora “un mal negocio”.
Uno de los datos más relevantes del año es el incremento de la tasa de reemplazo de reservas de hidrocarburos, que llegó al 204% en 2012, la mayor hasta ahora y el triple que en 2008. Repsol atribuye esta mejora a los descubrimientos de los últimos años (cinco en 2012), los más relevantes en Brasil. Sin YPF, la producción aumentó un 11% el año pasado.
Por otra parte, Antonio Brufau recibió el año pasado una retribución de 4,88 millones de euros, un 37% menos que en 2011, año en que recibió un bonus de 2,7 millones por la operación de Sinopec en Brasil. Las acciones de Repsol se cotizaban hoy a 16,3 euros.
El expolio que se comió un tercio del ebitda
El 29 de febrero del año pasado, Repsol presentaba sus resultados anuales de 2011 después de que el Gobierno argentino anunciara la expropiación de YPF, que fue ratificada en abril por el Parlamento. Con el expolio, la petrolera española perdió, entre otros, un tercio de su ebitda. Así, según la información aportada hace un año a la CNMV, el resultado de explotación de Repsol superó en 2011 los 4.800 millones de euros. Ahora, para realizar la comparación en términos homogéneos, esa cifra ha sido reducida a 3.549 millones, lo cual, teniendo en cuenta que el resultado de explotación de 2012 fue de 4.286 millones, este supone un 20% más comparado con el del año anterior sin YPF.
Con las cuentas “reexpresadas” de este modo, los ingresos de explotación de la compañía rondaron los 59.600 millones, un 13,2% y el resulado neto en 2.60, un 6,1% menos con inventarios. Descontado este efecto, el beneficio aumentó un 5,4% respecto al año anterir, que incluía todo el ejercicio a YPF.
El resultado de explotación del área de exploración y producción (upstream)creció un 56%, hasta alcanzar los 2.208 millones, “lo que muestra la fortaleza de este campo”, según Repsol. Peor suerte ha corrido el downstream (refino, márketing, química y GLP-butano), que cayó un 14,3%, hasta 1.013 millones.
La liquidez disponible de Repsol (son contar Gas Natural Fenosa) es de 9.000 millones, lo que supera en tres veces los vencimientos de su deuda a corto plazo.
La producción de hidrocarburos aumentó un 11,3%, siendo muy significativo el aumento en Estados Unidos y Brasil (29,2%).
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