La compañía finlandesa Nokia presentó ayer una nueva colección de teléfonos móviles con una premisa fundamental: su bajo precio. El consejero delegado de Nokia, Stephen Elop, aseguró que “al ofrecer mejores experiencias a precios más reducidos, estamos reinventando la batalla por unos dispositivos móviles más asequibles, y Nokia tiene las herramientas para ganar”.
Dos de ellos, el Nokia 105 y el Nokia 301, están destinados a países emergentes y según declaró el jefe de diseño de la multinacional, Marco Ahtisaari, “buscan llegar a aquellas personas que piensan que lo más sencillo siempre es mejor”. El más básico, el 105, se lanzará a un precio de 15 euros a lo largo del primer trimestre en mercados como China, Egipto, India, Indonesia, Nigeria, Rusia y Vietnam. Por su parte, el Nokia 301, un modelo más sofisticado que el anterior, llegará a partir del segundo trimestre a más de 120 países en África, Asia-Pacífico, Europa, India, Oriente Medio y Latinoamérica.
Nokia además presentó dos nuevos modelos de la familia Lumia mucho más asequibles en precio que sus hermanos mayores. Se trata del Lumia 720 y el Lumia 520. El primero de ellos estará disponible en cinco colores a un precio de 249 euros, mientras que el Lumia 520 se convertirá en el smartphone con Windows 8 más barato de Nokia al comercializarse por 139 euros.
La creación de un potente ecosistema de aplicaciones móviles para los terminales Nokia con sistema operativo Windows Phone 8 sigue siendo una de las preocupaciones de Nokia, que ya cuenta con más de 130.000 disponibles según avanzó Elop, quien emplazó a los creadores de apps a desarrollar herramientas exclusivas para los Lumia.