Nuevas miras para la alimentación
Después de la compra de Heinz respaldada por Warren Buffet, el sector alimentario merece una revisión. Los fabricantes de alimentos, salsas y untables pueden ofrecer mejores valoraciones.
El valor de las acciones depende de los flujos de caja futuros. En muchos sectores, unos altos márgenes de beneficio son casi fugaces. Pero las fuertes finanzas de los productores de alimentos pueden tener una vida útil muy larga. Este es el tipo de protección tipo foso que Buffet tanto valora.
Los gigantes del sector están construidos sobre fuertes marcas, promocionadas y renovadas sin descanso. Los mercados en desarrollo son prometedores. La rentabilidad es alta, y se mantiene estable. Los márgenes operativos de Heinz solo han vacilado en 2,2 puntos porcentuales en diez años, en una media del 15,5%. Algunos dicen que los inversores ignoran esta estabilidad. Asignan múltiplos de ingresos demasiado bajos y ponen unas proyecciones muy pesimistas de márgenes decrecientes en sus modelos de flujos de caja.
Los analistas de Willis trabajan a la inversa de los actuales precios de acción. Utilizando un descuento del 8% y asumiendo que los ingresos crecen a largo plazo a una media del 5%, generan unos márgenes a largo plazo que comparan con las previsiones a medio de los analistas. Los resultados son sorprendentes. Incluso las acciones que parecen muy caras pueden dar mucho valor. La compra de Heinz por 28.000 millones, descrita como cara, parece hecha a un precio justo. Y algunas grandes parecen muy baratas, como Danone o Unilever.
Por supuesto, que sea barata no significa que vaya a ser objeto de compra. Algunas de estas empresas parecen fuera de cualquier alcance, y los compradores necesitarían paciencia y confianza en que los productos seguirán vendiéndose. Pero si ese modelo de valoración es correcto, los inversores podrían seguir pagando un alto precio y evitar una indigestión.