¿Logrará el G-20 calmar los mercados?
El G20 ha pedido este fin de semana evitar "devaluaciones competitivas de divisas" y ha alertado contra la excesiva volatilidad de los tipos de cambio, un factor que también ha pesado en las Bolsas europeas. ¿Conseguirá la declaración del G20 inyectar tranquilidad? Los expertos dudan de que vaya a tener un efecto calmante, al menos duradero.
Los ministros de Finanzas y los responsables de los bancos centrales del G20 han ido un paso más allá de lo inicialmente previsto al pedir a los países que se abstengan de promover "devaluaciones competitivas" de las divisas. La declaración, aunque algo más comprometida de lo que se esperaba en un principio, se ha considerado en cierta forma descafeinada por expertos y analistas, ya que ha dejado fuera políticas concretas como la que sigue Japón que ha llevado al yen a zona de mínimos frente al dólar. La petición del G20 puede tener algún efecto en los mercados, pero los expertos creen que no será duradero. Con el euro rondando el nivel de 1,34 dólares -después de cambiarse a 1,20 el pasado verano- y el yen en zona de los niveles más bajos frente al billete verde desde 2010, ¿logrará el G20 estabilizar los mercados de divisas?
Estos son los puntos que el inversor debe tener en cuenta:
1. "Evitaremos devaluaciones competitivas. No vamos a orientar nuestros tipos de cambio hacia la competencia, vamos abstenernos de todas las formas de proteccionismo y mantendremos abiertos nuestros mercados", señala el documento del G20. A corto plazo, señalan los expertos consultados por Bloomberg, la declaración puede tener algún efecto y los mercados volver a cierta normalidad, no a largo plazo, aseguran.
El comunicado no dice nada sobre la política seguida por Japón y, en otra escala, Estados Unidos, de inyectar dinero a la economía, medidas que son las que están provocando la devaluación indirecta de sus monedas y, por tanto, mejoras en su competitividad. "El mercado va a tomar la declaración del G-20 como una aprobación de lo que se ha estado haciendo con las ventas de yen", ha señalado a Reuters Neil Mellor, analista de Bank of New York Mellon en Londres. "Al no haber una censura clara a Japón, significa que seguirá su política de imprimir dinero".
2. ¿Políticas domésticas? Ni Estados Unidos ni Japón se dan por aludidos con el comunicado. La postura oficial estadounidense no ha variado y así se mantiene vigente las declaraciones del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, que el pasado viernes manifestó que su institución "está utilizando herramientas de política doméstica para avanzar en los objetivos domésticos". Ni rastro de "guerra de divisas", por tanto.
Tampoco Japón se considera señalado Y considera que ni la declaración del G20 ni la del G7 a comienzos de semana le obliga a cambiar de política monetaria en ningún sentido.
3. No hay guerra divisas. Ni Christine Lagarde, directora gerente del FMI; ni Mario Draghi, presidente del BCE; ni Luis de Guindos, ministro de Economía español, entre otros han querido pronunciar la palabra tabú. Lagarde dice que es "exagerado" hablar de guerra de divisas, y se refiere a "preocupaciones sobre las divisas".
4. ¿Cambiará los equilibrios? No lo creen así los expertos. El vicepresidente del BCE, Vitor Constancio, ha señalado que el documento del G20 tiene más que ver con la rapidez de los movimientos en el mercado de divisas, que con políticas concretas hasta ahora seguidas. "Se quiere evitar movimientos muy abruptos", dijo.
5. ¿Amenaza resuelta? No parece. El propio vicepresidente del BCE, Vitor Constancio, asegura que el G20 estará "consultando permanentemente qué ocurre en el mercado de divisas" porque es una preocupación. El riesgo es que llegue a producirse una espiral de devaluaciones y aumento de proteccionismo como defensa de unos países frente a otros. Una situación que todos quieren evitar.