¿Hoteles de 4 y 5 estrellas a 25 y 57 euros? En España, sí
El precio medio de los hoteles acumula cuatro años de caída continuada
Si un hotel de cinco estrellas vende una habitación a 60 euros, ¿a cuánto tengo que vender la mía de tres estrellas?". Kike Sarasola, presidente de Room Mate Hotels, es uno de los empresarios que más se ha significado contra la política de rebaja de precios para incrementar las pernoctaciones. "Es pan para hoy y hambre para mañana", subraya. Los datos del cierre del pasado ejercicio demuestran que la mayoría de sus colegas han seguido el camino contrario.
La encuesta de ocupación hotelera que elabora el INE corrobora que el precio medio de los hoteles volvió a caer en 2012, con lo que ya acumula cuatro años de caída continuada.
"Madrid corre el riesgo de ser un destino low cost"
En la pugna por distinguirse como el destino urbano preferido, Barcelona ha sacado varios cuerpos de ventaja a Madrid. No solo le ha ganado en el número de pernoctaciones (16,2 frente a 15,5 millones), sino que le ha aventajado en cuanto a la rentabilidad que obtiene por el negocio, especialmente en el segmento de cuatro o cinco estrellas. El beneficio obtenido en los hoteles de esas categorías ha crecido en Barcelona, mientras que en Madrid ha retrocedido. Carlos Díaz, presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM), lo justifica por la rebaja de precios. "El cliente japonés o estadounidense que viene a Madrid lo hace a través de touroperador y estos ahora pelean mucho los precios porque las tarifas están más bajas que nunca", subraya.
En su opinión, esta revisión de precios a la baja no se está produciendo en el resto de grandes destinos turísticos porque no han entrado en la dinámica de ganar cuota a toda costa. "Madrid corre el peligro de convertirse en un destino low cost para el turismo internacional", subraya. Díaz considera que el verdadero problema de los establecimientos hoteleros para este año no se encuentra en el turismo extranjero, sino en el desplome de los visitantes nacionales. "De hecho, puede producirse otro año igual que 2012: la ocupación puede crecer y el gasto puede bajar como consecuencia de nuevas rebajas de precios".
Bruno Hallé, director de Magma Tri, cree que Barcelona se ha convertido en un "oasis" en mitad de todo este deterioro de la actividad. "Los empresarios de Barcelona han sabido posicionar sus hoteles en mercados exteriores, han realizado una buena política de marketing y se han beneficiado de una climatología muy atractiva". Según Hallé, todos esos factores son lo que les ha llevado a tener unos niveles de ocupación cercanos al 90% durante nueve meses seguidos.
Las perspectivas para este año son similares. Un informe de PwC prevé que Madrid obtendrá 51,9 euros por habitación disponible frente a los 87 de Barcelona. De las 19 capitales europeas analizadas, tan solo Praga (51,16 euros) obtendrá menos dinero.
Y esto ha provocado que los clientes hayan podido acceder a tarifas impensables hace poco tiempo. La estadística revela que hay establecimientos de cinco estrellas que vendieron el año pasado habitaciones a 57 euros y de cuatro estrellas a 25 euros. Esa rebaja continuada de precios, sin embargo, no se ha visto acompañada de una mejora de la ocupación. El pasado ejercicio se registraron 286 millones de pernoctaciones, lo que supone una pérdida de 5,4 millones de pernoctaciones (15.000 al día). Un análisis más detallado sí muestra que se ha producido un incremento de la ocupación, pero solo en el turismo extranjero y en las categorías de cuatro y cinco estrellas.
Las pernoctaciones de turistas extranjeros, lejos de caer, crecieron en cuatro millones y sirvieron para compensar el desplome de la ocupación del turista nacional, que retrocedió en casi 9,6 millones. ¿Cómo se ha producido ese comportamiento diferenciado? Los expertos apuntan a que tiene mucho que ver con la situación económica de cada país. En el caso del turista nacional, la combinación de paro, impuestos, recortes y recesión en España ha provocado un ajuste sin precedentes del gasto destinado a turismo, pese a la bajada que se ha producido en los precios.
Un atractivo ante el que sí han respondido los extranjeros, que han escogido de forma mayoritaria los hoteles de Baleares y Canarias para pasar sus vacaciones. Las dos comunidades autónomas aglutinan el 55% de las pernoctaciones en España y se han visto beneficiadas en gran parte por la prolongación del conflicto en Túnez o Egipto, destinos competidores para atraer turismo de sol y playa. "Son datos muy buenos, pero no se puede seguir ganando cuota con precios de Túnez o Egipto", comenta un empresario hotelero.
Esa mayor ganancia tampoco ha sido igual por categorías. En 2012 se produjeron 700.000 pernoctaciones adicionales de turistas extranjeros en los hoteles de cinco estrellas, mientras que las de cuatro estrellas se incrementaron en casi cuatro millones. En el resto de categorías hubo caídas.
Pese a que más de la mitad de los extranjeros que pernoctan proceden de Alemania y Reino Unido, otros mercados emergentes como Rusia, Noruega o Suecia (con una capacidad de gasto mucho mayor) han experimentado fuertes crecimientos que, sin duda habrán contribuido a un incremento de la ocupación. Especialmente significativo es el caso del mercado ruso, que ya tiene una cuota del 4,3% en las pernoctaciones, y supera a otros emisores como Holanda, Bélgica, EE UU o Portugal. De la pujanza del mercado ruso se ha beneficiado Cataluña, que ha rozado los 15 millones de viajeros.
Los grandes damnificados del desplome de la demanda nacional son los destinos de interior, como Burgos, Zaragoza o Sevilla. Bruno Hallé, director de la consultora Magma Tri, apunta que el turismo de ocio del extranjero es el que está soportando la entrada de visitantes. "Los segmentos de ocio y de negocios del mercado nacional están paralizados y el de negocios del extranjero no está mucho mejor". Y para ello pone como ejemplo Sevilla, donde el beneficio bruto por habitación se redujo un 66% el último año.