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Tribuna
Columna
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Mariano Rajoy ya tiene su record

Por fin el gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy se ha apuntado un record indiscutible, el del número absoluto de desempleados y el del porcentaje de paro de la población activa por encima del 26. No ha sido fácil por la herencia recibida del presidente socialista Zapatero, que había dejado una marca de apariencia imbatible. La tarea parecía inalcanzable pero éste gobierno, como gusta decir la vicepresidenta para todo, Soraya Sáenz de Santamaría, se puso manos a la obra y hoy puede comparecer ofreciendo resultados inigualables.

Subrayan los Economistas frente a la crisis el fortísimo retroceso del empleo, que está descendiendo a un ritmo del 4,8% anual, muy por encima de los dos años anteriores. Es la caída de la población activa, la que ha impedido alcanzar ya los seis millones de parados. Porque durante años crecía el empleo y de modo simultáneo lo hacía aún más la población activa, lo que derivaba en un aumento matemático del paro; mientras que ahora disminuye el empleo (que es el numerador del la fracción) pero al hacerlo también la población activa (que es el denominador), el cociente del que resulta el porcentaje de parados disminuye con mayor lentitud para alivio de los aritméticos y desconsuelo de los demógrafos.

Así las cosas, Economistas frente a la crisis reclama un cambio de prioridades al Gobierno para impulsar el crecimiento, el empleo y la cohesión social. Además, le indigna que el Gobierno haya consentido que la Comisión Europea deje fuera a España de las recientes iniciativas de recuperación de la economía de la zona. Después de la victoria electoral del 20 de Noviembre vivimos momentos de desconfianza hacia el euro a los que se sumaba la desconfianza hacia España. Superar la primera quedaba fuera de nuestros alcances pero al final parece logrado. En cuanto a la desconfianza específica hacia España, se había pregonado durante la campaña que surgiría de modo fulminante nada más instalarse Mariano Rajoy en la Moncloa, marcando la diferencia con los ínfimos niveles zapateriles. Pero la alteración de las prioridades y el empeño en oscurecer el pasado habida cuenta de las dificultades de iluminar el futuro sumó mayores dudas sobre España y luego vinieron los problemas añadidos procedentes de la sala de máquinas del Partido Popular, lo que en otra terminología se llaman cocinas.

Recordemos que, de todos los elementos de un edificio de una cierta significación, la escalera constituía pieza fundamental, donde le arquitecto daba el do de pecho; mientras que ahora las escaleras han quedado reducidas a sus estrictos cometidos de emergencias e incendios, desprovistas de toda función ornamental. Recordemos también que cuando nos enseñaban una casa nadie mostraba la cocina o los baños, que ahora son las piezas donde el propietario pone todo su orgullo. Pero en los Partidos Políticos los dirigentes siguen sin acercarse por la sala de máquinas como si fuera una competencia transferida no se sabe a quién.

En el Ejército la Intendencia desempeña una función clave y Napoleón repetía que el dinero es el nervio de la guerra. En la Armada están muy bien diferenciadas las funciones entre el Cuerpo General y el Cuerpo de Máquinas. A los del cuerpo General corresponden las tareas más vistosas y las últimas responsabilidades en cubierta y en el puente de mando, pero nada sería posible sin el respaldo de la sala de máquinas. La división del trabajo es un principio básico para el progreso de la civilización o del deporte.

Pero en Génova el Tesorero amasa una fortuna con la misma naturalidad e inadvertencia que otros hacen natación o juegan golf el fin de semana. Sin que nadie se declare responsable por falta de la más elemental diligencia.

Miguel Ángel Aguilar es abogado

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