Dimite el consejero delegado de Rio Tinto tras el fiasco de dos recientes adquisiciones
El consejero delegado del gigante minero Rio Tinto ha presentado su dimisión por el efecto negativo derivado de dos adquisiciones llevadas a cabo por su empresa, que han supuesto un impacto de 10.500 millones en las cuentas de 2012.
El grupo minero anglo australiano Rio Tinto asumirá en sus cuentas de 2012 un impacto negativo de 14.000 millones de dólares (10.525 millones de euros) como consecuencia de la depreciación de los activos de la compañía en Mozambique y en el negocio de aluminio, tras lo que ha anunciado la dimisión del consejero delegado de la empresa, Tom Albanese, y del responsable de la expansión de la compañía en el país africano, Doug Ritchie.
"Tom Albanese ha dimitido como consejero delegado de común acuerdo con el consejo de administración y se ha designado a Sam Walsh, responsable del negocio de mineral de hierro, como su sucesor inmediato", informó la compañía.
En concreto, Rio Tinto prevé contabilizar cargas por importe de unos 14.000 millones de dólares en sus cuentas de 2012, de los que 3.000 millones de dólares corresponderán a la pérdida de valor de Rio Tinto Coal Mozambique (RTCM), así como a la depreciación de entre 10.000 y 11.000 millones de dólares de los activos de aluminio de la multinacional, principalmente en Rio Tinto Alcan.
De hecho, la negativa aportación a las cuentas del grupo de la adquisición de Alcan ya le costó a Albanese y al resto de ejecutivos de la compañía tener que renunciar al bonus correspondiente al ejercicio 2011.
En este sentido, el presidente de Rio Tinto, Jan du Plessis, no ha dudado en afirmar que una depreciación de un importe como el registrado en los activos de Mozambique es "inaceptable" y ha lamentado asimismo que la compañía deba asumir cargas adicionales relativas a la pérdida de valor del negocio de aluminio, que también fue adquirido bajo la dirección de Albanese.
Por su parte, Tom Albanese reconoció en su despedida que, a pesar de dejar la compañía en buena forma en muchos aspectos, "la responsabilidad de todos los aspectos del negocio recae sobre el consejero delegado".