La valoración del FROB y la ampliación prolongan la caída en Bolsa de Bankia
Bankia se ha desfondado en Bolsa el 19,5% tras conocerse el agujero patrimonial de 4.184 millones de euros establecido por el FROB y la ampliación de capital de 10.700 millones necesaria para cubrirlo. Los analistas prevén más caídas y la máxima dilución para el accionista privado. Al final del proceso, el peso del Estado podría alcanzar el 66%, con el 33% restante en manos de los titulares de preferentes que las canjeen por acciones.
Las acciones de Bankia han reaccionado con la caída previsible a la cruda valoración que hizo el FROB de la entidad, paso previo para la inyección de ayudas por 10.700 millones de euros que recibirá la filial de BFA y que deberán marcar el comienzo de una nueva etapa para el grupo. El valor perdió el 19,53%, hasta cerrar en los 0,552 euros, un nivel que no llega a ser el mínimo histórico de la acción -marcado en el pasado julio en los 0,529 euros, en pleno azote a la deuda soberana española- pero que deja en cualquier caso un duro balance para la acción. Desde su estreno en Bolsa en julio de 2011, los títulos de Bankia han perdido el 85,2%, y sus accionistas afrontan todavía unas semanas de incertidumbre que pueden hacer aún más mella sobre el valor.
El FROB anunció el miércoles que Bankia tiene un desfase patrimonial de 4.148 millones de euros. Es la valoración definitiva y tras la que llegará la inyección de capital por 10.700 millones de euros con la que restablecer la solvencia de la entidad. Para materializar la inyección, Bankia emitirá bonos convertibles contingentes (cocos) por esa cuantía que serán suscritos por la matriz BFA, que va a recibir ayudas europeas por un total de 18.000 millones de euros. El proceso se completará antes de que acabe el año y ya en enero, los cocos se canjearán por acciones a un precio aún por determinar pero que amenaza con extinguir el valor que conservan los accionistas privados de Bankia.
"Será un precio de derribo y la dilución para el accionista va a ser enorme", apunta Nuria Álvarez, analista de Renta 4. "No es nada nuevo, era de esperar desde que se conoció el agujero que ha hecho necesarias las ayudas", añade Juan Pablo López, analista de Espirito Santo y que prevé que las caídas en Bolsa continúen hasta el momento de la conversión de los cocos por acciones. A esto contribuirá la salida del Ibex, a partir del 2 de enero, que anunció ayer el Comité Asesor Técnico del índice, que quedará compuesto temporalmente por 34 valores.
En el momento de la conversión de las acciones se sabrá qué peso en el capital tendrá el FROB, ahora en el 48% después de que el Estado se hiciera con el cien por cien de BFA, la matriz del banco cotizado. Y el 52% restante en manos de los accionistas privados, que rondan los 400.000, puede quedar reducido al mínimo si, tal y como se especula en el mercado, el valor de las acciones puede reducirse a un precio testimonial que oscile entre 0,1 y 0,2 euros por título y que evite la pérdida total. Después de todo, la consigna dada desde Bruselas a cambio del rescate es que los accionistas asuman en primer lugar el coste de saneamiento de la entidad, con recursos que aportan los contribuyentes.
Y después de la ampliación de capital por 10.700 millones llegará, a lo largo del tercer trimestre, otro nuevo efecto de dilución para el accionista con el canje de preferentes y subordinada, por una cuantía de 4.800 millones de euros, una vez aplicada la correspondiente quita que deberán asumir sus titulares. Espirito Santo calcula que, al término de todo el proceso, el FROB alcanzará una participación de dos tercios del capital de Bankia, mientras que el tercio restante quedará en manos de los titulares de híbridos que acudan al canje por acciones. Los actuales accionistas privados quedarían así reducidos al mínimo, desde el 52% del capital que ahora poseen en Bankia.
Los actuales accionistas no tendrán demás derecho de suscripción preferente en la ampliación de capital de Bankia, puesto que se realizará vía conversión de cocos en acciones. Una decisión que según el FROB se justifica "sin ningún género de duda por los abultado de la valoración económica negativa de la entidad, circunstancia que hace inevitable que los costes de reestructuración de la misma deban ser asumidos por el FROB", según quedó ayer publicado en el BOE.