Cinco claves para entender el 'abismo fiscal' al que se aproxima Estados Unidos
Estados Unidos se acerca a toda velocidad al 'abismo fiscal' -fuerte subida de impuestos unida a drásticos recortes en el gasto público-, un escenario que podría tener un fuerte impacto en la economía norteamericana. Demócratas y republicanos tienen pocos días para llegar a un acuerdo.
¿Qué es el abismo fiscal?
Con este término se conoce a los desastrosos efectos que podría tener sobre la economía de Estados Unidos (y, por efecto contagio, sobre la economía mundial) la adopción simultánea de un fuerte aumento de impuestos junto con un drástico recorte del gasto público. Estas dos medidas entrarán en vigor en 2013 si la Casa Blanca y el Congreso no llegan a un acuerdo. Los expertos calculan que provocaría una reducción del PIB norteamericano del 0,5%, todo un mazazo en la incipiente recuperación económica tras varios años de crisis.
¿Cómo se ha llegado hasta aquí?
Al comienzo de la crisis financiera, el Gobierno de George Bush acordó una serie de exenciones y recortes de impuestos para reactivar la economía estadounidense. La medida provocó un fuerte incremento del déficit público y, en el verano de 2011, republicanos y demócratas llegaron a un acuerdo in extremis para prorrogar la situación y dejar la solución final del problema hasta después de las elecciones (que se celebraron en noviembre de 2012 y supusieron la reelección de Barack Obama).
¿Qué factores empujan a EE UU al abismo fiscal?
Además de la subida del impuesto de la nómina (volver a un tipo marginal máximo del 39,6%, frente al 35% actual) y el aumento de las aportaciones a la Seguridad Social (del 4,2% al 6,2%), también tendría que entrar en vigor el 1 de enero de 2013 un aumento del impuesto sobre los dividendos, que pasaría del 15% actual al 43,4%.
En caso de que no hubiera acuerdo, millones de familias de EE UU (aquellas con una renta anual de entre 40.000 y 60.000 euros) verían incrementarse su factura fiscal en 2.000 dólares anuales durante 2013, al ponerse fin a los recortes impositivos decretados por la Administración Bush.
¿Qué proponen unos y otros para salvar el problema?
La Administración Obama quiere mantener los recortes de impuestos, pero solo para las familias que ingresen menos de 250.000 dólares anuales. Para compensar la caída en la recaudación, la Casa Blanca propone equiparar la tasa impositiva de las rentas más altas con la de la clase media porque considera que solo así se contribuirá a la recuperación económica del país.
Los republicanos aceptan mantener la reducción de impuestos, pero quieren compensarla con recortes en varios programas sociales.
¿Llegará a haber acuerdo?
Todos los expertos se muestran convencidos de que el pacto entre los republicanos (que controlan el Congreso) y los demócratas (al frente de la Casa Blanca) se acabará produciendo, aunque se apurará hasta el último minuto, como ya ocurrió en el verano de 2011. "Las consecuencias de un no acuerdo serían tan dramáticas para la economía estadounidense que ninguno de los partidos se lo puede permitir", explicaba recientemente Fernando Herández, director de análisis de Inversis.
Para el departamento de análisis de Citigroup "el gran riesgo es que los demócratas sean demasiado ambiciosos en sus negociaciones, por la inercia de su última victoria electoral, y propongan un pacto que los republicanos no puedan aceptar".