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Regresará a Washington desde Hawaii para seguir las negociaciones

Obama toma el mando en plena cuenta atrás para alcanzar un pacto fiscal

El presidente de EE UU, Barack Obama, interrumpe sus vacaciones familiares en Hawaii y regresará a Washington este mismo miércoles para continuar con las negociaciones con los republicanos, en busca de cerrar un acuerdo que evite el "abismo fiscal" que entraría en vigor en enero de no haber pacto entre los dos partidos.

Barack y Michelle Obama  en la base de Anderson Hall en Hawai.
Barack y Michelle Obama en la base de Anderson Hall en Hawai.Reuters

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llegó a Hawai el viernes con su familia para pasar las vacaciones navideñas. El regreso está previsto para última hora de este miércoles, de manera que las negociaciones entre demócratas y republicanos para alcanzar un acuerdo se retomen el jueves 27 de diciembre.

Asesores de la Casa Blanca y legisladores demócratas están trabajando en nueva propuesta contra el "abismo fiscal" para presentarla en el Senado, que tiene programada una sesión para el jueves, según informa la cadena CNN. Se espera que Obama recurra a su fiable aliado demócrata, el líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, para ayudar a cerrar un acuerdo rápido. Pero además, Obama necesitará al menos la aprobación tácita del líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, para asegurar que los republicanos aprueben lo que probablemente sea una iniciativa de ley que evite que suban los impuestos a todos los estadounidenses.

Se trata de presentar un plan que pueda ser aprobado con facilidad en el Senado con el apoyo de los republicanos para presionar a continuación a la Cámara de Representantes, controlada por los conservadores, a sumarse también a él.

Demócratas y republicanos tratan de acercar posiciones para acordar un pacto fiscal que evite el "abismo fiscal". La semana pasada, el llamado "plan B" presentado por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, fracasó al no conseguir apoyos suficientes dentro de su propio partido.

El "plan B" de Boehner contemplaba la subida de impuestos para aquellos hogares con ingresos anuales de más de un millón de dólares y se topó con el rechazo enérgico de congresistas, en su mayoría del movimiento derechista Tea Party, que se oponen radicalmente al aumento de cargas fiscales a los ciudadanos.

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