Una integración largamente estudiada
La fusión entre Banco Santander y Banesto no es una idea nueva. La cúpula del primer grupo bancario español lleva años barajándola, y la reestructuración bancaria en España no ha hecho sino acelerarla. El propio consejero delegado, Alfredo Sáenz, fue este año más explícito que en otras ocasiones al reconocer que tienen esta "discursión con frecuencia".
La noticia no se puede decir que haya pillado por sorpresa al mercado español. "Los mercados llevaban tiempo descontando la operación, aunque nunca se produjese", asegura Javier Bernat, analista de Bankia Bolsa. Estratégicamente, inversores y expertos conceden todo el sentido a una operación que supondrá reducir la capacidad instalada del grupo en España para evitar solapamiento de negocio y una hipertrofia de la red. El coste para la entidad será limitado, apenas unos 18 millones de euros, según los cálculos facilitados por Bernat. Santander es el titular del 89,74% del capital de Banesto. El capital flotante y de minoritarios supone el 10,3% del capital.
"Es la evolución normal dentro del grupo", completa por su parte Soledad Pellón, estratega de IG. "Se está produciendo un proceso de integración en la banca española, con menos entidades y cada vez más grandes, y Banesto no podía quedar al margen". "Esta operación se produce en el marco de una profunda reestructuración del sistema financiero español, que está suponiendo una fuerte reducción del número de competidores y la creación de entidades de mayor tamaño", ha asegurado el grupo hoy. En este contexto, Banco Santander ha decidido operar bajo una marca única en España, integrando Banesto y Banif.
Lo cierto es que Santander llevaba años revisando su estrategia en el mermado negocio de banca minorista en España, en el que opera con dos marcas. En época de bonanza podía tener todo el sentido operar con dos enseñas, "pero este ya no es el caso", aseguran expertos que piden no ser citados. "Es una discusión que tenemos con frecuencia", aseguró en abril el consejero delegado de Santander, Alfredo Sáenz. "Pero hasta ahora no compensaba esta operación por la pérdida de ingresos, de clientes... Esa es la razón por la que no vemos clara esta integración en estos momento".
Estas palabras no han terminado de convencer a los analistas: a lo largo del año, el valor ha registrado auténticos rallies al calor de los rumores, si bien hay que recordar que es un valor con escaso free float, lo que lo hace más volátil. El valor, en todo caso, no lleva un ejercicio muy boyante en Bolsa, con un descenso acumulado del 19,7% hasta darle 2.055 millones de capitalización. Por eso, lo más juicioso en opinión de Soledad Pellçon habría sido tomar esta decisión antes del verano, cuando la acción estaba algo más baja.