Los trabajadores de Renfe y Adif pactan congelación salarial hasta al menos 2014
Los casi 29.000 trabajadores del sector ferroviario han pactado con las direcciones de Adif y Renfe la congelación de sus salarios hasta al menos el ejercicio 2014.
La regulación salarial de este colectivo se remite a las disposiciones contenidas en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y a los acuerdos alcanzados en la Mesa de la Función Pública. En concreto, los nuevos convenios, que se firmarán para un periodo de vigencia entre 2011 y 2014, contemplan la congelación salarial para los ejercicios 2011, 2012 y 2013, mientras que abre a la negociación la correspondiente a 2014, según detallaron en fuentes sindicales.
Los convenios introducen además medidas de flexibilidad laboral, como son la distribución irregular de la jornada en las actividades principales, lo que, según Adif, "supondrá una continua y mejor adaptación a la demanda de los clientes".
Los nuevos convenios contemplan una jornada de trabajo de 40 horas semanales, un ratio superior al de 37,5 horas establecidas para el sector público en la reforma laboral.
Asimismo, se ha pactado un periodo de ultractividad para garantizar la vigencia de la normativa laboral ferroviaria cuando concluya la vigencia del convenio y en tanto se pacta el nuevo. Según los sindicatos, se ha fijado en un plazo de 23 meses.
Además, las empresas ferroviarias y los sindicatos constituirán una mesa de empleabilidad, con el fin de implantar medidas que "generen máxima eficacia y rentabilidad de los recursos disponibles, bajo el criterio de austeridad y la mejora de la competitividad de la empresa, como son la movilidad geográfica y funcional y la internalización de servicios".
Prepararse para a competencia
El acuerdo, alcanzado tras un maratón de reuniones, garantiza la "necesaria estabilidad" para acometer la reforma estructural que el Gobierno aprobó para el sector el pasado mes de julio, según subrayó Adif en un comunicado.
En virtud de esta reestructuración, Feve se segregara y desaparecerá como empresa con el fin de año, de forma que sus activos y negocios se dividirán entre Renfe y Adif. Además, estas empresas deben reestructurarse para prepararse a la apertura a la competencia del transporte de viajeros en tren en julio del próximo año.