Las gasolinas restaron 3,2 décimas a la inflación de noviembre
La caída de los precios de los carburantes restó 3,2 décimas a la inflación de noviembre, después de que la presión del Ejecutivo sirvierse para abaratar los combustibles un 4,6% intermensual mientras el Brent se mantenía realtivamente estable.
El interés del Gobierno por controlar la inflación a través de los precios de los combustibles sirvió para que la inflación se quedara en el 2,9% en el mes de noviembre. Aunque, finalmente, la rebaja no sirvió para que el Gobierno actualizase las pensiones, sí restó 3,2 décimas a la inflación. El INE ha publicado hoy los datos de IPC definitivos del mes, que confirman la cifra adelantada del cotado 2,9%.
En concreto, los combustibles y lubricantes bajaron un 4,6% mes a mes. La partida de transporte restó, en conjunto, más de cinco décimas de las seis que bajó la inflación en noviembre, dado que los automóviles también se abarataron gracias al plan PIVE, un 2,9%. La caída del combustible, incluso, permitió que el peígrafe de vivienda bajase y restase 0,4 décimas a la inflación, gracias al abaratamiento del gasóleo de calefacción.
La caída de los combustibles fue fruto de que, a partir del mes de septiembre, el Gobierno mantuvo algunas reuniones (no confirmadas oficialmente) con el sector petrolero para invitarle a contener las subidas de precios, aliviar el alza de la inflación y la presión sobre el poder adquisitivo de las familias. El Ejecutivo pensaba subir las pensiones conforme al IPC de noviembre; dado que éste rondaba el 3,5%, el gasto suponía una elevada factura para el déficit público.
Tres meses después, la gasolina sin plomo se había abaratado un 9,7%, pasando de los 1,522 euros por litro de septiembre a los 1,374 del pasado día 26 de noviembre. El precio del gasóleo, por su parte, también ha registrado una sensible reducción al situarse en 1,350 euros el pasado lunes cuando en septiembre se vendía a 1,444. Ahora es, por tanto, un 6,5% más barato.
Después de la última semana de noviembre, cuando el INE toma la muestra para elaborar el dato de IPC, el precio de los combustibles ha repuntado ligeramente. El de la gasolina sin plomo creció el 0,4% desde el 19 de novimebre hasta el 3 de diciembre, último dato disponible en el Boletín Petrolero de la UE. El de gasóleo se encareció algo más, el 0,7%, en este mismo plazo.
Caídas de precios en ocio y cultura
Otros epígrafes con repercusión negativa en el IPC fue el de ocio y cultura, que restó 0,6 décimas a la tasa interanual tras abaratarse un 1,3% mes a mes, especialmente por los viajes organizados (-5,6%). Las comunicaciones también bajaron, un 1,1%, por los menores precios de las los servicios de telefonía. La aportación negativa de las comunicaciones al IPC fue de 0,4 décimas.
Por el contrario, la medicina y los alimentos tiraron de la inflación, sumando 1,4 décimas al IPC interanual. En el precio de los alimentos influyó, según el INE, los precios del aceite (+7,6%), las legumbres, las hortalizas y el pescado.
El IPC subyacente, que no tiene en cuenta los precios de los combustibles ni de los alimentos, quedó en el 2,3%, tras registrar una caída de solo dos décimas frente a las seis del IPC general. El IPC sin impuestos, que no tiene en cuenta los cambios impositivos, quedó en el 3%, cayendo también dos décimas.
El efecto del copago de los medicamentos
En el cómputo de lo que va de año, en todo caso, el efecto de los precios de los combustibles sigue siendo inflacionista. La partida de transporte se ha encarecido un 2,5% y aporta 0,4 décimas a la inflación en 2012. Pero las subidas más notables se han dado en los medicamentos y la enseñanza universitaria son más notorias, en ambos casos por decisiones del Gobierno.
Los productos farmacéuticos son un 27% más caros que a principio de año debido al copago y a la reducción de fármacos cubiertos por la Seguridad Social. Han aportado cuatro décimas al IPC de 2012. La enseñanza universitaria se ha encarecido un 22,4% por la subida de las tasas, aunque su aportación es menor, de poco más de una décima.
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