Qualcomm entra en el capital de Sharp para evitar su colapso
Qualcomm ha acudido al rescate de Sharp. El fabricante estadounidense de chips invertirá hasta 93 millones de euros en la firma japonesa dentro de un acuerdo que incluye el desarrollo conjunto de pantallas LCD para dispositivos móviles. Qualcomm podría llegar a tomar hasta el 5% del grupo nipón y sería el segundo mayor accionista.
El gigante estadounidense de los chips Qualcomm se ha adelantado a su principal rival, Intel, y ha acudido al rescate del fabricante japonés Sharp, hundido en una profunda crisis. Qualcomm invertirá hasta 10.000 millones de yenes (93 millones de euros) en la japonesa y dentro del acuerdo que han firmado ambas compañías han establecido que desarrollarán conjuntamente pantallas LCD de bajo consumo para dispositivos móviles.
La inversión acordada se hará en dos tramos. En un primer momento, Sharp emitirá nuevas acciones por importe de 5.000 millones de yenes (46 millones de euros) que serán adquiridas por Qualcomm. Y antes de que acabe el ejercicio fiscal de Sharp (marzo de 2013), la estadounidense decidirá si invierte otros 5.000 millones de yenes.
Si Qualcomm adquiere finalmente títulos de la japonesa por valor de 10.000 millones yenes se hará con un 5% en Sharp, convirtiéndose en su segundo mayor accionista, por detrás de la aseguradora Nippon Life Insurance, que controla un 5,01%.
Las acciones de Sharp se anotaron ayer una subida del 1,16% en la Bolsa japonesa tras conocerse el acuerdo. Un pacto que se ha firmado después de que trascendiera hace algunas semanas el interés de Qualcomm, Intel, Dell o incluso Apple por ayudar a Sharp a evitar su colapso. Sus fuertes pérdidas y su desplome bursátil han provocado que se cuestione otro acuerdo alcanzado entre Sharp y la empresa taiwanesa Hon Hai (matriz de Foxcomm) el pasado mes de marzo por un importe de 610 millones. Tal acuerdo no se ha llegado a materializar y hay serias dudas de que se vaya a cerrar.
La casa de análisis Ace Securities aseguró ayer a Bloomberg que la inversión de Qualcomm es una buena noticia para Sharp, pero indicó que no va a tener el impacto necesario para mejorar de forma importante la situación de la firma japonesa. "No es más que algo simbólico", declaró. Más allá fue la firma Ichiyoshi Asset Management, que declaró que "incluso si diez empresas invirtieran cada una 10.000 millones de yenes seguiría siendo una cifra insignificante". Y es que la situación de Sharp, al igual que la de otros gigantes japoneses como Panasonic, es crítica.
En los seis primeros meses de su ejercicio, Sharp registró unas pérdidas de 387.500 millones de yenes (unos 3.762 millones de euros) casi 10 veces más de lo perdido en el mismo periodo de 2011. Los malos resultados acumulados en los últimos ejercicios han provocado un deterioro de su balance. Algo que ha llevado a las agencias de calificación S&P y Fitch a rebajar el rating de la deuda de la compañía hasta bono basura.
El grupo nipón adjudica un gran contrato a IBM
El grupo nipón está empeñado en ahorrar costes y ser más eficiente para salir de la crisis. Por ello, Sharp Electronics Europe ha firmado un contrato de siete años con IBM para externalizar sus servicios de administración y finanzas en Europa. El objetivo también es transformar la organización de Sharp en el Viejo Continente, implementando un modelo de procesos estándar, según explicó en un comunicado esta compañía. Con la firma de este contrato, el gigante azul prestará a Sharp servicios administrativos y financieros (incluyendo gestión de proveedores, de clientes y administración comercial) desde los centros de IBM en Polonia y en la India. "Hemos fijado objetivos ambiciosos de eficiencia de hasta un 40%", dijo Paul Molyneux, consejero delegado de Sharp Electronics Europe.
Un clásico japonés bajo la órbita de EE UU
La entrada de Qualcomm en Sharp no solo tendrá impacto en el grupo nipón. El movimiento será trascendente para la industria en general, pues supone la entrada de un fabricante de chips en un gigante de la electrónica de consumo, con las sinergias que esto pueda traer a la larga. Además, supone que una centenaria compañía japonesa, como Sharp, pasa a estar bajo la órbita (no bajo el control) de un gigante estadounidense. Y no hay que olvidar que EE UU siempre ha sido el histórico competidor industrial de Japón.Sharp, al igual que otros gigantes japoneses que están atravesando momentos delicados (como Panasonic o Sony), han aportado durante décadas destacadas innovaciones tecnológicas en sus mercados de referencia (electrodomésticos, televisores, equipos de música, consolas y cámaras de foto), pero en los últimos años "no han sabido adaptarse con rapidez hacia otras tecnologías más disruptivas, como las tabletas o los smartphones, y hacia los nuevos hábitos de compra de los consumidores", explicaron hace unos días a Cinco Días el analista Jaime García Cantero y el director de Penteo, Raúl García.Sobre Sharp, este último apuntó que la firma se está moviendo hacia la electrónica de componentes (placas solares y dispositivos para automóviles), robots electrodomésticos y nuevas tecnologías en la calidad de imagen de alta resolución para salir de la crisis. El analista de Penteo también subrayó que si Sharp logra posicionarse con su nueva tecnología Moth-Eye "podría reposicionarse en el mercado de los televisores".Sharp, al igual que Panasonic y Sony, se ha visto en los últimos tiempos perjudicada por la fortaleza del yen, que ha dañado seriamente sus exportaciones, y han sufrido el vigor de las compañías surcoreanas como Samsung y LG.