_
_
_
_
Sage

Las pymes europeas desconfían de la recuperación

Alfonso Simón Ruiz

Cuando los pequeños y medianos empresarios alemanes no ven muy claro el futuro de la economía global, ni siquiera la de su propio país, es una situación preocupante. Pero si, además, la caída de confianza en el motor de Europa es extremadamente rápida, en algo más de un año, hay un serio problema detrás. Al menos eso es lo que muestra el índice de confianza empresarial Sage Business Index, realizado entre 10.861 empresas de 15 países de todo el mundo.

El índice de confianza en la economía global ha caído cerca de 10 puntos en algo más de un año, desde 52,13 (100 mostraría un mundo empresarial idílico) hasta 42,59. Pero el descenso en la seguridad es mucho más acusado en los países europeos, especialmente en Alemania. En febrero de 2011, los empresarios germanos puntuaban con 71,89 la certidumbre sobre la economía de su propio país. En octubre de 2012, en el último estudio, la expectación ha caído casi 25 puntos, hasta 47,94. Tampoco tienen esperanzas sobre la economía global (44,04), aunque algo más en el futuro de sus propios negocios (57,81).

"Este índice nos da una visión increíblemente precisa de lo que están sintiendo hoy las pymes. Existe un nerviosismo generalizado ante la situación actual. Las compañías siguen preocupadas por la evolución de la economía a escala global y local", explica Guy Berruyer, consejero delegado de Sage, firma que desarrolla software empresarial. "Por otro lado, la pérdida de confianza de los empresarios alemanes es un motivo de preocupación", destaca.

El ánimo de los empresarios españoles es aún peor que el de sus colegas alemanes. En un año (la primera vez que se presentó este índice en el país fue en 2011), ha caído del 40,43 al 31,7. Parece que los gestores no ven claro que las reformas y los recortes emprendidos por el Gobierno vayan a tener un resultado en el corto plazo. De hecho, solo los directivos portugueses ven la situación peor.

Esta medición está en consonancia con otras que llevan más tiempo realizándose. Según cálculos del Instituto Nacional de Estadística, el 6% de los gestores considera que la marcha de su negocio será favorable durante el cuarto trimestre del año, mientras que un 50% opina que será desfavorable. También el indicador de confianza empresarial de las Cámaras de Comercio recoge los niveles más bajos respecto a empleo, facturación o inversiones. Y señala a la debilidad de la demanda interna y a las dificultades financieras como los mayores obstáculos con los que se encuentra el sector privado.

El estudio de Sage recoge que la crisis de deuda en Europa está afectando gravemente a los negocios (solo un 23% no lo considera) y la mayoría (un 40%) cree que la eurozona se convertirá en un sistema de dos velocidades.

El 42% de los empresarios españoles reconoce que ha tenido que afrontar recortes en los costes, un 26% ha ajustado la plantilla en los últimos seis meses y un 22% se ha centrado en desarrollar nuevos productos y salir a otros mercados como cambios que permiten la supervivencia.

La mitad de las pymes españolas reconoce que ha sufrido un descenso en la facturación en los últimos seis meses, por lo que es evidente que la recesión no ha tocado fondo. El 40% se queja de excesiva burocracia y dificultades legislativas y también de escaso acceso al capital. Respecto a la falta de financiación, solo comparten este problema con los vecinos portugueses y los colegas irlandeses, cuyos países han necesitado un rescate europeo.

Precisamente, lo que más solicitan al Gobierno de Mariano Rajoy, en un 45% de los casos, es que presione más a los bancos para que concedan préstamos (el único país en que esto ocurre).

Por el lado positivo, los directivos apuntan a que España tiene fortalezas en un mercado laboral muy preparado, que existe un espíritu emprendedor y un fácil acceso a los mercados internacionales.

Tal vez ese es el camino más despejado para los propietarios de negocios en la eurozona, ya que la confianza sobre la economía mejora en países como EE UU, Brasil, Sudáfrica o los países asiáticos. "Los resultados positivos de los mercados emergentes son un aliciente y un potencial para aquellas empresas que necesiten expandir sus operaciones", señala Berruyer.

Acelerar la salida a otros mercados

Accenture difundió la pasada semana un estudio en el que destacaba que el 44% de las empresas de la eurozona ha acelerado sus inversiones en los mercados emergentes como resultado de la incertidumbre en Europa.

Mientras, el 55% está retrasando las inversiones en los países de la moneda común. El 72% de los ejecutivos consultados tiene planeado recortar costes; el 48% reducir las plantillas, y el 43% piensa en reubicar fuera ciertas operaciones. Además, el 60% tiene dificultades para la obtención de financiación

Sobre la firma

Alfonso Simón Ruiz
Graduado en Economía y máster de Periodismo UAM / EL País. En Cinco Días desde 2007. Redactor especializado en información empresarial, especialmente sobre el mercado inmobiliario, operaciones urbanísticas y, también, sobre la industria farmacéutica y compañías sanitarias.

Archivado En

_
_