Innovar, un riesgo rentable y con premio
Los galardones CincoDías se convierten en una referencia empresarial.
Lo peligroso hoy día es no innovar. Aquellos que lo hacen, o al menos lo intentan, acaban teniendo premio. "Se reconoce el acierto de las empresas que han trabajado para garantizarse el futuro. Y es que lo arriesgado es no innovar. Esta mentalidad se ha ido abriendo paso en el tejido empresarial", afirmó el pasado miércoles Cristina Garmendia, exministra de Ciencia e Innovación y actual socia de la firma de capital riesgo Ysios Capital, durante la lección magistral que ofreció durante la entrega de los Premios la Innovación Empresarial de CincoDías galardones que nacieron hace cinco años para conmemorar el 30 aniversario del diario decano de la información económica, y que cuentan con el patrocinio de La Caixa y de Repsol.
Innovar tiene premio. Y en esta edición lo ha conseguido Mutua Madrileña por su iniciativa más innovadora en responsabilidad social empresarial (RSE) por el programa Jóvenes Profesionales, diseñado para combatir el fracaso y el abandono escolar, desarrollado por la fundación de la aseguradora, Fundación æpermil;xit y la Asociación de Talleres de Reparación de Automóviles de Madrid (Asetra).
El proyecto está destinado a favorecer la inserción laboral de jóvenes con grandes dificultades económicas y sociales y, ante todo, el compromiso con el esfuerzo como valor clave para el progreso y la superación individual en situaciones difíciles. Según la vicepresidenta de la Fundación Mutua Madrileña, Coloma Armero, esta iniciativa además del contenido social es innovadora por el modelo de formación dual, como en Alemania, y porque en un país donde es difícil llegar a un acuerdo lo hemos conseguido gracias a la colaboración de tres entidades", señaló durante la entrega de la escultura, obra de la artista Cristina Iglesias.
El premio a la idea más innovadora en el campo de las nuevas tecnologías se lo llevó Tecnalia, por Oceantec, un convertidor flotante off-shore para el aprovechamiento de la energía de las olas, desarrollado conjuntamente con Iberdrola. En opinión de Joseba Jauregizar, director general de Tecnalia y presidente de Oceantec, la I+D es clave para que las empresas sean mucho más competitivas. "El país debe apostar de forma estable por la innovación y el desarrollo", señaló durante la entrega del galardón. Y lanzó una crítica a las políticas de recortes del Gobierno, ya que en época de crisis debe aplicarse la política de austeridad "de manera inteligente e impulsar la economía productiva".
El tercer galardón, a la acción empresarial más innovadora ligada a la universidad, fue concedido al Banco Santander, CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas) y Cepyme (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa) por el programa de Prácticas profesionales para universitarios en pequeñas y medianas empresas. Se trata de un proyecto que intenta facilitar a los jóvenes la entrada en el mundo profesional con el fin de incrementar su empleabilidad.
La entidad financiera, que preside Emilio Botín, ofreció -en esta primera edición del plan de becas- 2.500 ayudas para alumnos que desearan hacer practicas en pymes. También avanzó algunos datos que reflejan el impacto de la iniciativa: 2.500 becarios, 1.600 pymes, 60.000 solicitudes de alumnos y 5.900 empresas que solicitaron entrar en el programa. Las prácticas de empresa no se quedaron ahí: el 44% de los jóvenes que participaron en ellas han tenido continuidad en el trabajo, tal y como aseguró durante la entrega del premio, el director general de Santander Universidades, José Antonio Villasante. "El 25% de todos han ampliado la beca y el 15% de estos han tenido continuidad en el trabajo".
De hecho, Banco Santander ha puesto en marcha la segunda convocatoria del programa Santander-CRUE-Cepyme, con 5.000 becas para universitarios de toda España, que se suman a las 2.500 que se han entregado en el curso 2011-12. Cada ayuda tendrá una aportación de 1.800 euros distribuidos en tres meses, de manera que la inversión en 2013 alcanzará nueve millones de euros cubiertos íntegramente por la entidad financiera, y que se añaden a los 4,5 millones invertidos en la convocatoria anterior. Para los interesados en futuras ediciones tienen más información en www.becas-santander.com.
Santander, Mutua y Tecnalia son tres casos de éxito. A pesar de ello, el gasto en innovación tecnológica descendió un 8,8% en 2011, según la Encuesta de Innovación de Empresas Españolas del Instituto Nacional de Estadística (INE), presentada esta semana en la Fundación Cotec. Y_son las empresas del sector servicios las que siguen gastando más en innovación tecnológica, más que las empresas industriales, según el citado estudio, realizado a una muestra de más de 42.000 empresas de diez o más asalariados de toda España.
El gasto en actividades para la innovación tecnológica cae en 2011 por tercer año consecutivo, acumulando un descenso del 26% con respecto a 2008, situándose en la cifra de 14.756 millones de euros. El 47% del gasto se concentró en las actividades de I+D interna, y el 21% en la adquisición de I+D. La compra de maquinaria, equipos y hardware o software avanzados representó el 20% del gasto en innovación.
A nivel europeo, a diferencia de lo que está ocurriendo en España, las empresas tienen previsto aumentar su inversión en I+D en una media de un 4% anual durante los próximos tres años. Así lo refleja el informe Tendencias de la inversión empresarial en I+D en la Unión Europea, realizado por la Comisión Europea. Las expectativas de este tipo de gasto son más elevadas en sectores como la informática (con una previsión de incremento de la inversión del 11% anual), industria (6,8%), química (5,5%), aeroespacial (4,6%). Para fomentar la I+D, según el estudio, estas empresas piden a los gobiernos incentivos fiscales como la herramienta más útil y a la Unión Europea le solicitan ayudas directas.
Y es que innovar es la única forma de triunfar en el mercado. Para sectores como el tecnológico, más del 60% de las ventas provienen de artículos introducidos en los últimos tres años, un 45% de la facturación en el caso de las firmas de software, alrededor de un tercio en automoción, un 30% en equipamientos médicos y alrededor de un 20% en el caso de telecomunicaciones, electrónica o la industria metalúrgica. Eso supone renovarse continuamente o morir para muchas empresas, que si no lanzan nuevos productos perderían el mercado.
España queda lejos entre las preferencias de las compañías europeas sobre el lugar más atractivo si tuvieran que externalizar su investigación. Alemania y, sobre todo, EE UU se ven como los lugares idílicos para hacerlo. Y le siguen India, China, Francia, Reino Unido o Israel. Parece que la imagen de España no está entre los lugares preferidos, superados por países como Australia, Polonia, Bélgica o Brasil.
Las malas cifras de I+D de 2011, corresponden, en gran medida a los primeros recortes del Gobierno Zapatero, y daba al traste con un crecimiento exponencial de los últimos años. Garmendia, que fue la primera ministra de Ciencia y ejerció durante la última legislatura socialista, cree ahora que no podemos seguir por la estrategia de la austeridad: "Necesitamos ver que los recortes son parte de una estrategia más amplia que se preocupa en defender soluciones que tengan que ver con ese camino para emprender y consolidar la productividad de nuestro país. Las decisiones en materia de inversión pública en materia de I+D deben ser parte de ese plan".
Durante la ceremonia de los premios de CincoDías, a donde asistió también Carmen Vela, secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, la ex ministra asumió que para los titulares de la cartera de Hacienda "es más fácil el recorte que tiene que ver con el café para todos" en las inversiones. "Pero nos jugamos mucho en ello con políticas que tienen que ver con la construcción y la defensa de las capacidades que tanto nos ha costado construir en este país".
Garmendia insistió en la idea de que hay que ser "conscientes de que congelar las inversiones en I+D nos está restando capacidades porque nos están adelantando otros países". Para salir de la crisis, advirtió, "necesitamos construir entre todos una estrategia de país", donde el Gobierno, pero también las empresas, tienen un papel que jugar. "España es ya un país de ciencia y quiere ser un país de innovación. Y con la misma fortaleza que reivindicamos este logro, sabiendo que es un valioso patrimonio, debemos defenderlo. Estamos poniendo en riesgo capacidades científicas y tecnológicas que nos ha costado muchísimo construir y que podemos perder de manera muy fácil".
De hecho, alertó de que ya se han llegado a las líneas rojas que no se deben superar. "Ir mas allá en términos de recorte nos va a hacer pagar una factura que sin ninguna duda va a comprometer nuestro futuro", agregó, ya que se pueden perder grupos de investigación líderes a nivel internacional, laboratorios e infraestructuras científicas que se habían ganado su espacio en el mapa europeo y poner en riesgo las necesarias plataformas público-privadas "por la que tanto hemos luchado", sostuvo. "Y podemos perder también la credibilidad de nuestro socios y competidores extranjeros, donde jugamos en la primera liga de la investigación".
Pero además de investigación y desarrollo no hay que olvidarse de la innovación. En la actualidad, según afirma Antonio Pulido, director del Centro de Predicción Económica (Ceprede) en el informe La innovación en el siglo XXI, elaborado en colaboración con IBM, es imprescindible para obtener nuevas ganancias de productividad que garanticen la supervivencia o expansión de muchas empresas. Ha de ser una nueva cultura que impregne a la sociedad en su conjunto. "Cualquier innovación es hoy un fenómeno global y requiere de un entorno político-estratégico para su desarrollo", sostiene. Por un lado, se necesitan políticas públicas adecuadas en campos tan variados como financiación de la I+D+i, incentivos fiscales, apoyo a las transferencias de tecnologías, recursos humanos y otros campos que afectan a la "compleja y delicada tarea de la innovación económico y social".