"Las empresas responsables se sienten más fuertes"
Asegura que su proyecto de formación profesional dual, de trabajar mientras se estudia, es exportable a otros sectores y empresas. Y recuerda a las corporaciones que la responsabilidad social es también cuidar a los empleados.
El pasado año, Fundación Mutua Madrileña puso en marcha el proyecto piloto Jóvenes Profesionales, que ha merecido el premio CincoDías a la iniciativa empresarial más innovadora en responsabilidad social corporativa (RSC). El programa beca a adolescentes en riesgo de exclusión social para que estudien formación profesional a la vez que realizan prácticas en talleres, y cuenta con la colaboración de la Fundación Exit y la Asociación de Talleres de Madrid (Asetra). Lorenzo Cooklin (Madrid, 1963), periodista, es su director general y explica el porqué de esta apuesta.
Pregunta. ¿Por qué surge el programa de jóvenes profesionales?
Respuesta. Dada la situación en la que nos encontramos respecto al desempleo juvenil, nos preguntamos qué podíamos hacer dentro de nuestras posibilidades. Estuvimos buscando algo innovador y que pudiese exportarse a otros sectores económicos. Entramos en contacto con la Fundación Exit, especializada en trabajar con chicos y chicas en riesgo de exclusión social, y que se dedica fundamentalmente a introducirlos en el mercado laboral. Nos hicieron un planteamiento que consistía en ayudar a estos jóvenes de la generación nini, que ni estudiaban ni trabajaban. Nos gustó mucho el proyecto y nos implicamos.
P. ¿Qué ha aportado este proyecto a los jóvenes?
R. Los resultados han sido estupendos porque no tenían hábitos de estudio y les supuso un sacrificio. Les aporta la posibilidad de estudiar y esforzarse, junto a un retorno. El primer año ha sido un proyecto piloto con 12 chicos y solo uno ha abandonado. Para este segundo año los talleres han decidido seguir contando con ellos. Esto es importante porque siempre que hablamos de RSC nos referimos fundamentalmente a grandes empresas, pero la RSC se puede acercar e introducir en las pymes. Hay talleres de barrio que han visto una oportunidad para ayudar a los jóvenes.
P. ¿Continuarán con el programa?
R. Sí. Ya está en marcha y lo hemos doblado. Ha pasado de 12 a 24 alumnos.
P. ¿Cree que el modelo puede exportarse a otras empresas?
R. El Gobierno acaba de introducir la formación profesional dual en España, y este es un proyecto en el que nos inspiramos en este modelo dual alemán, el primero que se ha hecho en España. Por supuesto que es exportable a otros sectores y es uno de los motivos por los que trabajamos con la Fundación Exit.
P. ¿Las grandes empresas se creen la RSC?
R.España es un país muy solidario y eso no solo se traslada a las personas individualmente, sino que se llega al ámbito empresarial. Pero no debemos confundir la RSC con la acción social. La RSC es mucho más amplia y debe afectar a todas las personas e instituciones con las que se tiene relación. Es cuidar bien a tus empleados, proveedores, clientes, un gobierno corporativo y cuentas claras y transparentes. Todo esto conforma que una empresa apueste realmente por el desarrollo sostenible. Las empresas han visto que siendo responsables tienen más seguridad y se sienten más fuertes para mirar al futuro. Aunque debido a la crisis, en algunos casos, los proyectos de acción social se vean reducidos.
P. ¿Por qué las empresas españolas siguen por debajo en inversión en innovación?
R. Nos sorprendemos de la capacidad innovadora que tiene Silicon Valley en Estados Unidos, pero no nos damos cuenta que deriva de estos centros. Las empresas salen de las universidades allí radicadas. Al margen de que falten inversiones públicas y también privadas, no hay ese caldo de cultivo de emprendimiento e innovación en las universidades españolas.
"La FP precisa de más recursos"
P. ¿La crisis ha abierto también el debate en la RSC sobre los principios y valores que nos han llevado a esta situación?R. Creo que sí. Todo el mundo es consciente de los desarreglos que ha provocado la situación en la que nos encontramos. La RSC no es solo acción social, no es solo ayudar a colectivos desfavorecidos. Indudablemente, una gestión poco transparente, una actitud poco eficiente e incluso que se haya abusado de la relación de confianza con los clientes, como ha sucedido en el caso de las preferentes, no solo ha provocado una situación de crisis sino que nos ha llevado a una gran desconfianza hacia el sistema. Muchas empresas e instituciones financieras se han dado cuenta de que no se puede seguir por esa vía, que hay que reconducir las relaciones con los clientes. Se ha generado desconfianza en todo el entorno.P. ¿Por qué es tan poco atractiva la formación profesional (FP) para los jóvenes cuando es casi una garantía de trabajo?R. Pareciera que la formación profesional esté dirigida a los que no tienen capacidad para hacer una carrera universitaria. El primer motivo es por el reconocimiento social, que es menor en ámbitos culturales, institucionales e incluso en la empresa. También hay un deseo de todos los padres por el que empujamos a nuestros hijos a que estudien en la universidad. Además, la formación profesional debería tener un componente práctico y unos medios mayores. La FP precisaría de una mayor dotación de recursos.P. No parece que vayamos por el camino de invertir más, sino de recortar.R. Si se quiere potenciar el sistema de formación profesional no se puede hacer solo por la vía legislativa, hay que dotarlo de más recursos y de más reconocimiento.