Control fiscal a las multinacionales
La Agencia Tributaria anunció ayer la creación de una Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional para aumentar el control sobre la tributación de las grandes empresas multinacionales. El objetivo del nuevo servicio es aumentar la vigilancia sobre los denominados precios de transferencia, esto es, las operaciones comerciales entre empresas del mismo grupo y el modo en que estas se utilizan para reducir al máximo la factura fiscal de las grandes compañías. La Hacienda española trata así de hacer frente a un problema -el de la alta ingeniería fiscal en las multinacionales- que genera preocupación creciente en buena parte de los países europeos. El caso de Google en Francia -a la que el Gobierno galo reclama 1.000 millones- o de Starbucks y Amazon en Reino Unido son buenos ejemplos de ello. Las multinacionales argumentan que la búsqueda de la optimización fiscal es una estrategia perfectamente legal, lo cual es cierto, como también lo es que en ocasiones bajo la apariencia de estrategias perfectamente legales se ocultan excesos y abusos. Eso es lo que argumenta la Agencia Tributaria para la creación de esta oficina especial en un momento, además, en el que la recomposición de las finanzas públicas es un objetivo prioritario y la eficiencia de Hacienda en ese proceso, una herramienta irrenunciable.