Bruselas acepta que España no adopte por ahora más medidas de ajuste
El comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Olli Rehn, ha asegurado en una declaración sobre España que el Gobierno va por el buen camino, y que no deberá adoptar medidas de ajuste adicionales para cumplir con los objetivos de déficit de 2012 y 2013.
Espaldarazo de Bruselas a las medidas de ajuste puestas en marcha por el Ejecutivo. El mismo día en que el Gobierno de Mariano Rajoy soporta la segunda huelga general en menos de un año de legislatura, el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Olli Rehn, ha realizado una comparecencia especial para reconocer que España "va por el buen camino" y que no deberá realizar ajustes presupuestarios adicionales para 2012 y 2013.
No obstante, Rehn no ha aclarado si dará más tiempo a España para llegar al umbral del 3% que prevé el Pacto de Estabilidad y si propondrá relajar los objetivos nominales pactados con la UE (6,3% para este año, 4,5% para 2013 y 2,8% para 2014). El Ejecutivo comunitario tomará una decisión sobre ello en febrero.
"España no deberá tomar medidas adicionales" para solventar el expediente de déficit excesivo que le había abierto la Comisión Europea, ha apuntado Rehn. También ha asegurado que las reformas estructurales que ha aprobado el Gobierno van en la buena dirección, y ha citado expersamente la reforma laboral y la reestructuración del sector financiero.
El comisario de Economía ha explicado que España está haciendo "importantes esfuerzos" para corregir los desequilibrios presupuestarios generados en los últimos años y ha reconocido que la población ya está soportando demasiado los recortes.
Rehn también ha advertido de que las previsiones macroeconómicas del Gobierno español (crecimiento del PIB del 0,5% en 2013) podrían ser demasiado optimistas. Especialmente, si se tiene en cuenta el desvío prespuestario que están mostrando algunas Comunidades Autónomas.
Algunos analistas consideran que el anuncio de Olli Rehn supone una disminución en la presión para acometer más recortes, en aquellos países en los que los excesivos ajustes están socavando la evolución de la economía.