Repsol gana 1.796 millones, un 5,5% menos, tras la expropiación de YPF
Repsol ganó menos dinero entre enero y septiembre. La caída alcanzó el 5,5%, hasta los 1.796 millones de euros, pero en este retroceso ya se incluye el efecto de la expropiación de YPF.
Argentina arrampló con la filial YPF el pasado abril. Y el efecto se ha notado en las cuentas que Repsol ha presentado entre enero y septiembre. Su beneficio neto descendió un 5,5%, hasta los 1.796 millones, pero la petrolera española especifica que sin contar con sus (hasta hace unos meses) negocios en el país que preside Cristina Fernández de Kirchner su resultado atribuible hubiera crecido un 13,4%, hasta los 1.655 millones de euros.
El más, el resultado neto ajustado a CCS (que excluye los inventarios) de Repsol se disparó -sin contar con YPF- un 30,6%Su deuda financiera neta, excluyendo Gas Natural, al final del tercer trimestre 2012 se situó en 4.918 millones, lo que supone una reducción de 252 millones respecto a la de cierre de junio. La compañía que preside Antonio Brufau asegura a la CNMV que "muestra una sólida posición financiera, manteniendo a 30 de septiembre una liquidez (que incluye líneas de crédito comprometidas disponibles) suficiente para cubrir 2,8 veces sus vencimientos de deuda a corto plazo".
En el tercer trimestre, analizado de forma aislada, el resultado neto recurrente a CCS fue de 496 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 89% respecto al mismo periodo del año pasado. Igualmente, el resultado de explotación recurrente a CCS alcanzó los 1.251 millones, un 64% más. La petrolera atribuye estos fuertes avances a la reanudación de las operaciones en Libia (desde el último trimestre de 2011), a la mejora en el resultado de Bolivia (por la entrada en producción en mayo de 2012 de la primera fase del proyecto de crecimiento Margarita), al incremento del resultado de refino en España debido a los mayores márgenes y al mejor resultado de la división de gas natural licuado, también por mayores márgenes, compensado parcialmente por el negativo resultado del negocio químico.