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Niveles parecidos a los de 2005

Portugal admite que necesitará "décadas" para rebajar su deuda a la mitad

El Gobierno luso advirtió hoy de que Portugal necesitará "décadas" para rebajar su nivel de deuda hasta niveles sostenibles, como los que presentaba en 2005, cuando equivalía al 63% del PIB, casi la mitad que ahora.

Así lo reconoció ante una comisión parlamentaria el ministro de Finanzas, Vítor Gaspar, quien consideró "ilusorio y engañoso esperar una solución rápida para este tipo de crisis". Portugal acumula una deuda de 198.000 millones de euros que supera ya el 117% del producto interno bruto del país.

Para justificar sus previsiones, el ministro defendió que las recesiones asociadas a las crisis financieras han sido, históricamente, más largas que en otros casos y retrasan la recuperación de la economía.

Gaspar destacó de este modo la importancia de acometer recortes del gasto público que permitan alcanzar un equilibrio presupuestario en los próximos años.

En este sentido, estimó que en febrero próximo el Gobierno conservador luso tendrá preparada una reforma del Estado -de la que todavía no se conocen detalles- que permitirá ahorrar 4.000 millones de euros.

Esta revisión del gasto público podría suponer la necesidad de alterar la Constitución, aunque hoy Gaspar alejó de momento esa posibilidad.

Sin embargo, la reforma del Estado necesaria para ahorrar ese dinero ya ha suscitado el rechazo de oposición y sindicatos, que ven en la iniciativa un intento del Ejecutivo de acabar con algunos derechos sociales.

El primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, recabó la semana pasada un consenso con la oposición para llevar a cabo la reforma.

Pero el líder del Partido Socialista, principal de la oposición, Antonio José Seguro, rechazó el lunes, tras reunirse con Passos Coelho, la posibilidad de "recortar" el Estado social con su apoyo.

Partidos de izquierda y sindicatos critican a los conservadores por preparar ya esas medidas con los técnicos de la troika, formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Estos organismos concedieron a Portugal el año pasado un rescate financiero de 78.000 millones de euros y supervisan las medidas de austeridad asociadas a la entrega, por tramos, del dinero.

El primero en revelar las conversaciones para reformar el Estado luso fue el antiguo líder del hoy gobernante Partido Social Demócrata (PSD, centro derecha) Luís Marques Mendes, quien precisó que la mayor parte de los recortes se llevarían a cabo en las áreas de Seguridad Social, Sanidad y Educación.

En la reunión de la comisión parlamentaria, la oposición volvió a acusar hoy al Gobierno luso de plegarse a las exigencias alemanas -de mantener estrictas medidas de austeridad en los países rescatados- en vez de defender los intereses portugueses, lo cual fue calificado a su vez por el ministro de "insultante".

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