El BBVA pide descontar el IVA y la energía en el índice de precios de consumo de noviembre
El economista jefe de Economías Desarrolladas del Servicio de Estudios del BBVA, Rafael Doménech, abogó ayer por descontar del índice que se aplicará a la revalorización de las pensiones (hasta ahora la inflación general del mes de noviembre) el componente energético y el incremento de los impuestos.
Doménech explicó que si dicho aumento de estas prestaciones se hiciera de este modo, "se evitaría entrar en el círculo vicioso que supondría que el Gobierno eleve ciertos impuestos como el IVA para aumentar los ingresos y tratar de reducir con ello el déficit, para después trasladar a esas rentas ese incremento fiscal".
Preguntado por si debería aplicarse entonces el índice del IPC sin impuestos que ya elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), el economista jefe se limitó a recordar que se trata de una decisión política sobre cómo repartir los ajustes y costes de la crisis entre los distintos agentes económicos. En cualquier caso, quiso resaltar que "lo verdaderamente importante" es asegurar el equilibrio del sistema público de pensiones a medio y largo plazo.
En cuanto a las cifras de actividad y desempleo que se han conocido en los últimos días, el informe de BBVA Research mantiene sus previsiones para el cierre de este año y el que viene, según las cuales la economía española caerá un 1,4% este 2012 y se contraerá otro 1,4% el próximo ejercicio. No será hasta 2014 cuando el PIB registre tasas positivas.
Respecto al paro, el nivel más elevado se alcanzará en 2013, con una tasa del 26,1%. En este último apartado es donde Rafael Doménech reconoció que existen aún más incertidumbres, ya que "el aumento del número de parados dependerá de cómo apliquen la reforma laboral las empresas". Respecto a si hay o no señales que permitan atisbar un cambio de tendencia en la crisis, BBVA Research admitió que, al menos, las peores perspectivas que se diseñaron a comienzos del verano "no se han cumplido". Como aspectos más favorables citó el favorable comportamiento que continúan registrando las exportaciones, el menor efecto que parece haber tenido sobre la actividad el duro ajuste fiscal llevado a cabo por el Ejecutivo, los resultados del plan de pago a proveedores y el impacto de la reforma laboral. El estudio también reconoce que la salida de capitales de España parece haberse frenado.