Gao Ping, el inventor de las empresas autómatas
El cerebro de la presunta red de blanqueo creó sociedades capaces de perder o ganar mucho dinero sin trabajadores en nómina
Es lugar común que el papel es el material más resistente del Universo conocido. Nada aguanta mejor cualquier cosa que se escriba en él. Al bucear en la red de empresas que el ciudadano chino, con DNI español, Gao Ping, articuló durante más de una década en España, las preguntas que surgen confirman la dureza del papel en el que están escrita sus contabilidades. ¿Son meras tapaderas?, ¿Nada de lo que reflejan es real?, ¿Hay debajo de ellas una red de relaciones tal que impide medir el calado de su actividad real?, ¿Es todo, simplemente una gran mentira o hay algo de realidad?
Son algunas de las dudas que surgen cuando se analizan las cuentas de algunas de las quince empresas en las que Gao Ping, el cabecilla de la red de presunto lavado de dinero y fraude fiscal puesta al descubierto por la Operación Emperador, ejercía como administrador.
Quince empresas que parecen ser la parte superior de un iceberg que se adivina de una enorme magnitud. Sus cuentas son un galimatías. Muchas de ellas tienen más de diez años. Y todas tienen como denominador común unos objetos sociales, tan amplios y confusos, que parecen redactados ex profeso para esconder y simular. Por ejemplo, una de ellas, Nuevo City Gran Oriental SL, que inició sus operaciones en 2003, incluso se permite el lujo de contradecirse abiertamente entre su objeto social registrado: "construcción, rehabilitación y reforma, adquisición y venta de inmuebles" y en el interior de las páginas que componen su memoria, en las que sin rubor, asegura que se dedica al "comercio al por mayor de todo tipo de artículos".
Esta empresa, en la que Gao Ping es administrador solidario desde 2003, es digna de ser estudiada en escuelas de negocios y en facultades de Económicas. En sus cuentas de 2010 desvela algo pocas veces visto. Declara un activo de 3,6 millones de euros, un patrimonio negativo de 111.131 euros, producto de unas pérdidas acumuladas en su balance de 89.489 euros. Cero euros de ingresos en 2010, solo compensados con un epígrafe denominado "otros ingresos de explotación", en el que aparecen 24.000 euros, y unos gastos de personal de 17.970 euros. Y asombrosamente todo ello fue posible declarando abiertamente en su memoria que su plantilla en 2010 fue de cero personas.
Eficacia y productividad en su máxima expresión. En definitiva, Gao Ping fue capaz de crear la empresa autómata. Haciendo una vez más la vista gorda ante la verosimilitud de los números depositados en el Registro Mercantil, lo que reflejan las cuentas de 2010 de la sociedad Magee Art Gallery, en la que Gao Ping ejercía también de administrador único en base a un objeto social que establece que su actividad es el "montaje de exposiciones de arte y cultura, es que la actividad de mecenazgo artístico por el que intentó construirse una imagen de filántropo, era un auténtico desastre financiero.
Esta empresa, creada en 2007, cuenta con dos personas en plantilla y solo en 2010 perdió 68.000 euros. Su patrimonio neto, aplastado por unas pérdidas acumuladas de 430.731 euros, arroja un saldo negativo de 489.073 millones. Es decir las exposiciones dirigidas por Gao Ping también eran una ruina, o al menos lo fueron ese año.
Los únicos rastros de bonanza de la actividad del Gao Ping en nuestro país no los arrojan empresas directamente dirigidas por él. La primera, y más relevante, es Gold City, una sociedad en la que, desde su fundación en 1996 fue administrador solidario. Lo dejó en 2002, año en el que cedió la gestión directa del negocio a uno de sus presuntos testaferros: Yong Jun Yang. Esta firma está dedicada al "comercio al por menor en establecimientos no especializados y a la promoción y explotación de negocios de hostelería", y sí da algunas pistas de lo lucrativa de la actividad, ilegal o no, de Gao Ping.
En 2010, facturó 3,3 millones y arrojó un resultado neto de 4.410 euros, con una plantilla de 10 trabajadores. Los estados contables de la sociedad, cuyo logotipo corona uno de los almacenes que la policía registró en la jornada de la gran redada contra la red de Gao Ping, exudan el mayor de los optimismos. Su patrimonio es de 220.466 euros, apoyado en unas reservas de 121.826 euros. Detalla en las cuentas incluso el IVA que liquidó a Hacienda en ese ejercicio: 252.000 euros.
Un tupidísimo velo de opacidad
El presunto testaferro de Gao Ping en algunas de sus empresas, Yong Jun Yang, también hace gala de la habilidad demostrada por el presunto cabecilla de la red de blanqueo, de generar pérdidas sin personal. La diferencia es que en una sociedad aparentemente inconexa con su mentor, denominada Guo Mao City SL, con cero trabajadores en plantilla, es capaz de tener beneficios de 15.000 euros, declarando cero euros de cifra de negocios y 25.000 euros en otros "ingresos de explotación". De nuevo, la empresa autómata en acción. Sin embargo, y a pesar de esta apariencia de transparencia, el velo de la opacidad en la actividad de las quince sociedades en las que el nombre de Gao Ping aparece en el Registro Mercantil, es demasiado tupido.De siete de ellas nunca han tenido noticias los archivos del Registro Mercantil, no presentan cuentas desde su fundación. Cerradas a cal y canto se encuentran Iber Euro 2002, a quien la consultora de riesgo Axesor estima unas ventas de 2,2 millones de euros; Novena Finca que ingresó 2,18 millones, Ibercien Import Export, con ingresos estimados también de 644.000 euros, Intercity 2 Import-Export con 527.000 euros de facturación; David Desing Import con 235.000 euros y Yuan Fang con 228.000 euros. Todas ellas con el mismo objeto social: Comercio al por mayor.Otra que no ha visitado nunca el Registro es Spanish-Team China, dedicada a "actividades jurídicas". La resistencia del papel de nuevo puesta a prueba: años y años de impunidad, años y años de ocultación.F.S.