Reyal tiene cuatro meses para evitar la segunda mayor quiebra de la historia
Reyal Urbis se ha declarado en preconcurso con más de 3.500 millones de deuda. La inmobiliaria dispone ahora de cuatro meses para negociar un convenio con la banca acreedora. Se trataría del segundo mayor concurso en la historia de España tras el de Martinsa Fadesa.
El consejo de administración de Reyal Urbis decidió en su reunión del lunes solicitar el artículo 5.bis para la inmobiliaria, según ha informado a las 9.30 horas la compañía a la CNMV. La empresa se declara así en preconcurso, lo que significa que dispone de hasta cuatro meses para negociar con sus acreedores un convenio de pago. Durante ese plazo los acreedores no pueden instar el concurso del grupo y la empresa presidida por Rafael Santamaría evita también posibles embargos.
De no lograr convenio Reyal Urbis se declararía en concurso de acreedores con más de 3.500 millones de deuda (en el primer semestre de este año comunicó una deuda de 3.756 millones de euros). Se trataría en ese caso del segundo mayor concurso de acreedores en la historia de España, sólo por detrás del de Martinsa Fadesa (la inmobiliaria presidida por Fernando Martín se declaró en concurso de acreedores en 2008 con 7.000 millones de deuda; el pasado año la empresa abandonó de forma efectiva la situación concursal).
La fuerte deuda de la compañía proviene de la operación realizada por Santamaría en 2006. Ese año el empresario lanzó una opa a través de su inmobiliaria Reyal sobre Urbis, controlada entonces por Banesto, en una operación valorada en 3.500 millones de euros. La compra se realizó poco antes de que estallara la burbuja inmobiliaria en España.
El capital de Reyal Urbis está controlado por Rafael Santamaría, quien a través de su sociedad Inversiones Globales Inveryal posee el 70,2% de las acciones.
Provisiones bancarias a la vista
Si Reyal Urbis no logra acordad un convenio de pago de su deuda con los acreedores, la empresa se declarará previsiblemente en concurso entre enero y febrero de 2013. La medida obligaría a la banca acreedora a anotarse fuertes provisiones en el próximo ejercicio.
La inmobiliaria explica en sus cuentas de 2011 que en 2008 suscribió un contrato de novación de "ciertos contratos de financiación" por importe de 3.357 millones de euros, con el fin de aplicar nuevas condiciones al pago de su deuda contraída en 2006 para comprar Urbis, con vencimiento en 2015. Banco Santander es la entidad agente de dicho préstamo sindicado.
En 2010 Reyal Urbis volvió a refinanciar su deuda que extendía la fecha del vencimiento de la misma hasta 2016, iniciándose las amortizaciones del principal hasta 2013, e incorporando una línea de financiación de 35 millones.
Compañía pignorada
Reyal Urbis constituyó a favor de la banca acreedora "prenda sobre la totalidad de las acciones de todas las sociedades" de las que la compañía era titular.
El grupo se comprometió con la banca a alcanzar ciertos ratios de negocio, aunque "el incumplimiento de estos ratios sólo será causa de resolución anticipada a partir del ejercicio 2013", explicaba Reyal Urbis en sus cuentas del ejercicio pasado.
En junio del pasado año la inmobiliaria volvió a abrir un periodo de refinanciación de su deuda con la banca. En 2011 el coste financiero relacionado con los créditos obtenidos ascendió a 100,4 millones de euros.
Deuda con Hacienda
Entre los principales acreedores de la compañía se encuentra Hacienda. Reyal Urbis acordó con la Agencia Tributaria aplazar el pago hasta 2013 de 287 millones de euros, entre otros.
La empresa explica en sus cuentas de 2011 que había formalizado garantías sobre activos en forma de hipotecas por un máximo de 484,3 millones de euros.
El negocio de Reyal Urbis se desplomó el pasado año. De los 713 millones ingresados en 2010 pasó a facturar 243 millones en 2011. El consejo de administración de la inmobiliaria recibió el pasado año 2,2 millones de euros (3,6 millones en 2010).